sábado, 30 de enero de 2010

Tanto tiempo

Corría el año 2006 cuando empecé a escribir en internet. Tenía cuarenta años, ahora tengo cuarenta y cuatro. Mi blog empezó como un diario y fue evolucionando hasta convertirse en un espacio de denuncia contra las incongruencias de la sociedad actual. Tuve momentos muy críticos y temporadas muy buenas. Llegué a sentirme poseedora de un grupo de amigos "invisibles". En este blog tenían cabida todas las opiniones sin que casi nunca tuviera motivos para sentirme ofendida.

Mentiría si dijera que no echo de menos aquello, que, en días como hoy no me dan unas ganas enormes de volver a escribir sobre todo lo que me ronda la cabeza, y abrir los comentarios y charlar como antes. Pero no puede ser, porque la sociedad ya no es la misma, porque se ha perdido el respeto a la diferencia, porque ahora la religión es tabú y el discrepante es un enemigo. Sólo espero que algún día pueda decir que vale de pena de nuevo seguir a contracorriente.

No se trata sólo de eso. También tengo mis propios problemas en la cabeza que no me dejan concentrarme en otra cosa. Por eso he optado por publicar mis "fuentes". De este modo, al menos no he abandonado la página, para que así algún día, quién sabe, pueda retomarlo donde lo dejé. Espero que para entonces todavía sigáis por aquí. Gracias por seguir leyendo este blog aunque yo me mantenga al margen.

viernes, 29 de enero de 2010

Ideología de género e ingeniería social

LAURA Y LORENZO SILVA
«¿Y por qué se tienen que casar siempre las princesas de cuento?»


Laura: Tengo diez años y he escrito muchos cuentos, ahora publico uno por primera vez: El videojuego al revés (Editorial La Brújula). Lorenzo: mi hija me ha animado a escribir juntos esta vez.


XLSemanal. Laura, si su padre hubiera sido carpintero, y no un conocido escritor, ¿se habría dedicado a escribir cuentos?
Laura Silva. Seguro; inventarme historias es lo que más me gusta del mundo.

XL. En la vida real, ¿también inventa cosas?
L.S. A veces digo alguna mentirijilla, pero al final me pongo nerviosa y lo suelto todo.

XL. ¿A los Reyes les pedía juguetes y le traían libros?
L.S. Siempre les he pedido de todo: libros, juguetes, muñecas... Los libros que más me gustan son los de Geronimo Stilton, pero los gordos; los pequeñitos me aburren.

XL. ¿Prefiere la lectura a los videojuegos?
L.S. Leo mucho, pero también me gustan la Wii y la Nintendo DSI. Y, sobre todo, jugar con muñecas y con los Playmobil.

XL. ¿De quién fue la idea de este libro?
L.S. Mía. Le dije a mi padre: «Papá, quiero escribir un libro contigo». Lo escribí en una libreta en sucio y él lo pasó a ordenador.

XL. ¿Ha pensado qué hará con el dinero que gane vendiendo libros?
L.S. Me lo voy a guardar para la Universidad y para abrir un centro veterinario.

XL. ¿Eso lo ha pensado sola?
L.S. Claro; y lo que me sobre lo donaré.

XL. Una curiosidad, ¿por qué ha dejado a la princesa sin casar?
L.S. ¿Y por qué se tienen que casar siempre las princesas? A mí no me gusta mucho tener novio y no quiero casarme, porque luego él me manda a mí y no quiero que nadie me mande. Por eso quiero abrir mi centro veterinario, para no tener jefe. A lo mejor, adopto hijos.


XL. Pida un deseo.
L.S. Pues no sé, porque me gusta la vida que tengo y no quiero cambiar nada.

XL. Abogado, escritor, periodista, guionista de cine... Entre otros muchos, ha recibido los premios Nadal, Ojo Crítico, Primavera... ¿y es su hija quien le pone ahora a trabajar?
Lorenzo Silva. Sí, fue ella quien me propuso escribir juntos, pero yo sólo la he ayudado a encontrar las palabras exactas. Toda la idea es suya. No tiene ningún sentido, y menos a esta edad, forzarlos a hacer nada.

XL. ¿Se le cae la baba viéndola escribir?
L.S. Procuro que no, sobre todo por ella; pero me hace ilusión que lo haga.

XL. Parece que está en camino el segundo cuento juntos.
L.S. Sí, pero será el último porque yo quiero que me quite de en medio. El siguiente lo va a redactar ella, yo sólo se lo corregiré. Pero el tercero lo va a hacer todo sola.
Virginia Drake

xl semanal. 27 de diciembre 2009

Un par de preguntas:

Para la niña, si no desea relacionarse con nadie, ¿por qué no se va mejor a vivir a una cabaña en medio del bosque? Y en lugar de adoptar niños, mejor recoge animales de alguna protectora, porque los niños necesitan un padre y una madre, igual que ella ha disfrutado tanto de su propio padre, según parece.

Para el padre, ¿le parece bien estar embarcando a su hija en un mundo de adultos privándola de disfrutar de su infancia?. Además, con esas ideas que sin duda le ha inculcado está provocando que probablemente nunca llegue a ser feliz con nadie, ya que desconfía de todos.

Yo no deseo que la felicidad de mis hijos se base en el dinero y el poder y no depender de nadie.

jueves, 28 de enero de 2010

Complejo de víctima

Hazte con tu vida

"Hace pocos días me encontré con un amigo al que hacía tiempo que no veía, me hizo mucha ilusión. Nos conocemos hace más de veinte años y, aunque nos vemos muy poco, nos tenemos mucho cariño. Supongo que os ocurre los mismo que a mí, hay personas con las que tienes mucha química.
Empezamos a hablar de las cosas cotidianas, la familia, el trabajo ...... Me dijo que estaba pasando un mal momento: mal ambiente en el trabajo, jefes que te hacen sentir mal, pequeños achaques de salud (tonterías propias de quienes han pasado ya los cuarenta), aprietos económicos ......

En un momento de la conversación le dije: ¿pero que es la vida sin todo eso? La única manera de que no te ocurra nada de lo que dices es que estés ..... muerto. La diferencia la marca cómo asumes lo que te ocurre. Si eres victima no eres dueño de tu vida, tu estado de ánimo depende de cosas ajenas a ti. Yo, como creyente le añado un plus muy potente a esta forma de pensar: busco el sentido de las cosas que me pasan y procuro ponerlas en un plano superior al meramente humano, y por supuesto hago todo lo humanamente posible para enderezarlas.

Se que son ideas fáciles de decir pero ¡o intentas ponerlas en práctica o la otra opción es seguir llorando por la esquinas con el complejo de víctima! "

www.anibalcuevas.blogs.com

miércoles, 27 de enero de 2010

El aborto discrimina a las mujeres

Aborto libre: la caja de Pandora contra las mujeres

"Existe actualmente una fuerte corriente jurídico-política “pro ampliación de derechos”, desligada del iusnaturalismo, que promueve con especial intensidad los denominados “derechos individuales” como el de “interrupción voluntaria del embarazo”. Detrás de muchos de estos nuevos “derechos individuales” (no es baladí que sus impulsores no se refieran nunca a ellos como “derechos personales” o “derechos de la persona”), tropezamos con fuertes estructuras de poder y desigualdad que a la postre se convierten en arquitecturas erigidas para la explotación del individuo y, con especial saña, del sujeto más débil. Algunos de esos derechos individuales son como lobos disfrazados de oveja, que se vuelven en contra del titular de dicho “derecho”. En España es paradójico que sea la Izquierda la impulsora de todos estos “nuevos derechos” por lo que se puede afirmar que ha dejado de cumplir la tradición histórica de la izquierda que no ha sido otra que la de denunciar cómo los derechos individualistas sirven para explotar a los débiles.

El “derecho individual al aborto” es uno de estos entramados jurídicos, pretenciosamente proclamados como liberadores, que perjudican a la mujer, poniéndola en una situación de profunda desigualdad y desamparada ante situaciones de tiranía y opresión que se pueden dar dentro de, entre otras, las estructuras familiar o afectiva, laboral y económica. La feminista radical estadounidense Catherine MacKinnon empezó a denunciar esto a raíz de la aprobación en USA del derecho al aborto en 1973 afirmando incluso que “….cada pizca de control que las mujeres ganaron [con el aborto como derecho] ha ido directamente a manos de los varones”. Veamos la razón de porqué este pretendido derecho no libera sino que oprime a la mujer.

El acceso al aborto libre, (en España de “facto” es lo que hay desde la despenalización de los tres conocidos supuestos y su fraudulenta aplicación), aliñado con otros factores, ha traído un aumento de la frecuencia del acto sexual -basta ver la estadísticas oficiales con sus datos objetivos-, dificultando que la mujer le razone al hombre, en base a las consecuencias del propio acto (el embarazo), su negativa a la práctica sexual incrementándose as gestaciones imprevistas y las enfermedades sexuales. No es infrecuente oír a jóvenes, y no tan jóvenes, afirmar que están a favor del aborto porque no les gusta usar un condón por lo que si un hombre piensa que el aborto es una opción de fácil acceso para la mujer; se podrá sentir fácilmente desvinculado de ésta, dejándola sola ante un embarazo no previsto ya que ella puede recurrir fácilmente al aborto. Si bien es cierto que algunas mujeres pueden resistir presiones y negarse a abortar, la legalización del aborto genera un círculo vicioso del que otras muchas mujeres no pueden salir.

Si la mujer puede abortar sin cortapisa alguna, el hombre se libera de cualquier responsabilidad como padre, teniendo a la mujer como elemento de satisfacción sexual y situándola en un plano de “no-igualdad”. Pero si la mujer decide tener el hijo, también aparece como perdedora puesto que si sólo ella decide dar a luz, la responsabilidad de educar al hijo habría que entender que sólo es de ella, sobre todo si el padre ha estado a favor del aborto, y además se ha ofrecido a pagar los gastos del aborto; y, en esta lógica claro está, pensará que el hijo no es su responsabilidad sino un tema exclusivo de una mujer que no ejercita su “derecho” a abortar. Si a pesar de todo, el gobierno lo obliga a pagar la pensión alimenticia, el hombre se sentirá tratado injustamente, creándose un clima social verdaderamente viciado. Del mismo modo un empresario puede reaccionar de manera igual. Si el empresario puede pagar los costos de un aborto a petición, podrá sentirse menos obligado a adecuar sus prácticas laborales a favor de la mujer embarazada o para la mujer que cuida a su hijo. Si a causa de la maternidad tiene problemas con las condiciones de trabajo, o con el horario, la situación se puede considerar como un problema “privado” que ella pudo haber evitado, como advertiría Catherine MacKinnon. La mujer pierde legitimidad para reivindicar mejores condiciones laborales y familiares.

Antes de la legalización del aborto a plazos, los hombres de alguna manera se sentían corresponsables con la mujer recorriendo, de alguna manera con ella, el trance de un embarazo imprevisto. Con la legalización del aborto, en cambio, el hombre es ajeno y sin responsabilidad alguna en el nacimiento del niño, y consecuentemente no se siente solidario o vinculado con aquella mujer que no quiera abortar ni obligado a contribuir con la manutención del niño. Se incrementará, como ha sucedido en países en que el aborto se ha despenalizado, legalizados, hace años, significativamente el número de familias encabezadas por una madre soltera.(...)

La despenalización del aborto en España y las campañas de promoción de anticonceptivos no han disminuido los embarazos imprevistos, ni las enfermedades de transmisión sexual y tras más de 25 años de esa reforma penal; esas campañas, pretendidamente liberadoras para la mujer, la violencia sexista no hace más que incrementar. El aborto libre, socialmente aceptado como un derecho, no dará solución a ninguno de estos problemas, los intensificará porque las mujeres que han abortado, abortan y abortarán lo harán, como una falsa solución rápida y aparentemente inocua, al sentirse presionadas por otras personas (las que ostentan el poder factico del que hablaba) de su círculo familiar y laboral y casi siempre abortan para satisfacer los deseos e imposiciones de quienes no quieren acoger a los hijos bien sea la pareja, la familia próxima en el caso de las menores o el entorno laboral. En los EE.UU, en que el aborto es un derecho absoluto no sometido a plazo gestacional alguno, un 64% de mujeres que abortan lo hacen presionadas por terceras personas. (“Aborto provocado y estrés postraumático” del Dr. Vincent Rue en Medical Science Monitor (2004)).

El aborto a petición expande, y a la vez esconde, la explotación de la mujer lo que se agrava en entornos de intenso machismo y de pobreza económica (ambientes que existen hoy en España con una gran incorporación de inmigrantes provenientes de países en que ambas coordenadas, machismo y pobreza, se dan conjuntamente) en que la mujer es, si cabe, mucho más débil que en entornos de más altas rentas y estudios. El aborto libre daña a las mujeres porque aumenta el poder de presión y coacción de los hombres, exceptuando ese diminuto y elitista porcentaje, a nivel mundial, de mujeres acomodadas económica y culturalmente, que son, salvo contadísimas ocasiones, las únicas voces femeninas en los organismos nacionales e internacionales. Apoyar el derecho al aborto es apoyar un “modelo de ser mujer” de las clases sociales acomodadas de los países ricos, o de sus las clases acomodadas en los países en desarrollo. Es llamativo que en España las grandes promotoras de esta ley de aborto a plazos hayan sido, además de los millonarios industriales del aborto, una serie de ministras no integrantes, precisamente, de estratos sociales bajos o deficitarios culturalmente.

Y no deja de inquietar, abundando en la anterior idea, que quienes están promoviendo a nivel internacional el libre acceso al aborto como liberación de la mujer sean asimismo colectivos, fundaciones y asociaciones de países ricos, muchas veces fuertemente subvencionadas por esos mismos Estados y por altas instituciones internacionales, grupos todos que a su vez son dirigidos por mujeres de buena posición económica e intelectual que no representan a la mayoría de las mujeres del planeta. Es una forma soterrada de colonialismo.

Con el aborto libre, el marido, el amante, la familia, o el empleador puede señalar con el dedo a la mujer como la irresponsable que permitió la existencia de un ser humano no querido por uno de ellos. La mujer otra vez sola y abandonada frente a la caja de Pandora".

Iñaki Urién

martes, 26 de enero de 2010

Obama bien vale una misa

(...) Volviendo al tema, debemos recordar que el hugonote Enrique III de Navarra, en un acto de “pragmatismo” político, decidió convertirse –o hacer como que se convertía- al catolicismo en 1593 para poder llegar a ser Enrique IV de Francia. Parece que en aquel momento pronunció la célebre frase «París bien vale una misa». Si para acceder al trono de Francia tenía que hacerse católico lo haría. El “premio”, la corona de Francia, merecía el “esfuerzo”, la traición a los propios principios o creencias. ¿No recuerda esto al maquiavelismo del famoso “el fin justifica los medios”? ¿No lo suscribiría el Groucho de “estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”?

En mi opinión, esto es zapaterismo en estado puro. Dado que mis principios son relativos, en función de la coyuntura y de los intereses en juego, y pueden ser unos, otros o los contrarios según la conveniencia personal, si el “premio” lo merece se pueden hacer todos los “esfuerzos” necesarios, sean cuales sean, a cualquier precio, “como sea”, aunque sea generando tensiones artificiales, rompiendo la unidad, desenterrando los muertos, removiendo fantasmas, destrozando el futuro de España y reescribiendo su pasado: al final, el fin –el triunfo de los buenos, nosotros- justifica los medios. Zapatero ha dividido, conscientemente, España y el mundo en buenos, él y los suyos, y malos, los que no pensamos como él.

Al principio nos lo presentaron como “Bambi”, incluso como “Bambi de acero” que dijo algún insigne socialista. Nos engañaron: su alimento cinematográfico no era Disney, era el western, las “pelis” de vaqueros. Su simplismo -vaquero bueno, indio malo- viene como anillo al dedo a la teoría política de Zapatero. Veamos ejemplos: americano bueno (Obama), americano malo (Bush); religión buena (Islam), religión mala (católica); hombre de paz (Otegui), hombre de guerra (Aznar); guerra buena (las de Obama), guerra mala (todas las anteriores de Estados Unidos); tropas si (si lo manda el Leader), tropas no (si las mandaba la derecha española); libertad si (para los míos, para los que yo doy derechos), libertad no (para los católicos, para los que no piensan como yo); libertades si (para abortar sin límites, para tomar la píldora del día siguiente, para deshacer el matrimonio, para adoctrinar en clase), libertades no (libertad religiosa, de fumar o comprar tabaco, para hacerse un piercing, para objetar a EpC, para tener un crucifijo en la pared). ¡Qué cómodo un mundo dividido en buenos y malos!

Criticamos, decíamos, la hipocresía del Presidente del Gobierno. Con tal de salir en una foto más con Obama es capaz de irse a “rezar” a Estados Unidos junto a una organización que aquí tacharía de ultraconservadora, ultraortodoxa y ultracapitalista. Aquí no quiso asistir a la eucaristía celebrada por Benedicto XVI en el V Encuentro Mundial de las Familias por no ser creyente, allí se irá a rezar sin ser creyente para salir en las fotos. Aquí pone todas las zancadillas posibles a los católicos, allí se irá a una celebración litúrgica cristiana. Aquí no recibe a los padres que se oponen a EpC o que reclaman, con millones de firmas, la presencia de la clase de religión en la escuela, allí se reunirá con grupos que defienden la libertad, la tradición, la presencia pública de la religión. Aquí niega el pan y la sal a las familias, allí se reunirá con “The Family”, él que es el responsable de las peores políticas familiares de nuestra historia, ¡y mira que ha habido políticas nefastas para la familia en España en las últimas décadas!

Vicente Morro López es Vicepresidente 1.º del Foro Valenciano de la Familia.

www.cope.es 22.1.2010

lunes, 25 de enero de 2010

La guerra de los sexos

Aunque he escrito muchas veces sobre esto, parece que sigue sin estar nada claro. Los hombres y las mujeres no somos iguales, pero sí complementarios. Hoy en día las características masculinas son muy criticadas y, al mismo tiempo, imitadas por aquellas mujeres que desean progresar en el trabajo. Las cualidades de un lider son el ideal de cualquier hombre: autocontrol, fuerza de voluntad y ambición; lo cual conlleva una cierta frialdad o egoísmo. La emotividad, desde luego, está proscrita en el entorno laboral, lo cual supone que las mujeres se están masculinizando. Por otra parte, la incorporación de la mujer al trabajo supone que el hombre debe pasar más tiempo en casa con sus hijos, desarrollando unas aptitudes de empatía a las que no estaba habituado. Así que los hombres se están feminizando, pero sólo hasta cierto punto.

No se puede cambiar miles de años de historia en unas pocas decenas. Por ello, es natural que los hombres se resistan al cambio de la manera más sencilla, que es no asumiendo ningún tipo de compromiso sentimental. ¿Por qué pagar por el perejil, si te lo dan gratis?. ¿Por qué renunciar a la libertad y la independencia económica a cambio de obligaciones domésticas y familiares? Yo lo comprendo perfectamente. La mujer, por su parte, se ve forzada a desdoblar su personalidad entre su casa y el trabajo, y a presionar a su pareja para que le ayude. De este modo, no es más feliz de lo que lo eran nuestras abuelas. Al contrario, muchas están agotadas, insatisfechas y emocionalmente reprimidas. Eso es lo que ha conseguido la liberación de la mujer. Antes la mayoría estaban contentas con lo que tenían.

Para lograr un equilibrio en este campo tan complicado, es imprescindible que uno de los dos en la pareja sacrifique sus ambiciones profesionales. Es decir, que el hombre o la mujer deberían trabajar menos horas, para poder así compensar el tiempo extra que necesitan los niños y las tareas del hogar. Incluso teniendo una asistenta, hay cosas imprescindibles que ocupan mucho tiempo, como ir a la compra, poner lavadoras o cocinar. Cuando los dos llegan tarde y cansados a casa y se encuentran el trabajo sin hacer, las tensiones están servidas. Así, no es de extrañar que tantos acaben tirando la toalla, de los pocos que aún se atreven a dar el paso de formar una familia. El panorama no es nada tentador. Pero algunos y algunas están encantados porque es esto precisamente lo que quieren.

sábado, 23 de enero de 2010

Los malos sin careta

"Leo en el blog de Albert Esplugas que el columnista del diario El Mundo Salvador Sostres publica en su blog un artículo titulado “El mundo menstrúa”, en el que afirma sin rodeos: “Lo de Haití es una manera un poco aparatosa -pero una manera, al final- de limpiar el planeta.” Este independentista afín a CiU comenta: “Lo de Haití es un drama pero el mundo, a veces, hace limpieza. No podemos vivir todos tanto tiempo y sólo los mejores y los que viven en mejores condiciones perduran. El mundo menstrúa, como así debe ser. No me alegro, de la tragedia de Haití, pero estas cosas pasan y equilibran el planeta.“

Los insultos de Sostres a los españoles y a los inmigrantes

Ya hablé aquí en 2006 de un artículo de Sostres en el que dijo que “hablar español es de pobres” y que “en Barcelona es muy hortera hablar español”. El pasado octubre firmó otro artículo en su blog apostillando aquél: “Hablar español es de pobres. Y ya que estamos allí, digo también que es de gangsters”, y añadió sobre los españoles: “Son el váter de la historia.”

En enero de 2008, desde Avui, Sostres apostó por el racismo: “me siento superior a los españoles, estamos varios escalones por encima en la escalera evolutiva”. En mayo de 2008 otro de sus artículos causó un escándalo político en Cataluña cuando Sostres insultó a los inmigrantes, refiriéndose a “la Andalucía de mierda y después el Ecuador, la Bolivia, etcétera, de mierda de donde proviene la inmigración actual.” En octubre volvió a la carga y llamó a los españoles “animales, cafres y asesinos”.

Una gran ayuda para descubrir el nacionalismo sin careta

Alguno ya se estará preguntando qué tengo que agradecerle a ese individuo. Muy sencillo. Por cada cafre como Sostres, hay muchos nacionalistas que opinan como él pero se cuidan de no decirlo en público. Las deposiciones racistas, xenófobas y ultrapaletas de Sostres nos ahorran a otros un montón de argumentaciones sobre el carácter perverso del nacionalismo. Cada burrada de Sostres es un retrato sin careta de esa ideología opresora, liberticida y fascistoide que tenemos que soportar miles de españoles en la tierra donde nacimos. Aunque medios como El Mundo quedan a la altura del barro al ofrecer una columna de opinión a un salvaje, xenófobo y racista como ése, quizás sería bueno que todos los españoles leyesen alguna vez los vómitos verbales de Sostres -igual que los de Sabino Arana- para que quedasen vacunados de los delirios nacionalistas.

Cierto es que hay gente que lee a este tío y se siente identificada con las burradas que escribe, lo cual es preocupante. Y peor que eso: hay descerebrados que, animados por la diarrea verbal de Sostres, deciden pasar de la palabra a los hechos, dirigiendo algo más que odio contra aquellos a los que ese opinador considera inferiores, animales, cafres y asesinos. Pero esto no parece importarle a ese indigente intelectual que vive del odio y del insulto. A fin de cuentas, el que sufre la violencia contra el discrepante no es Sostres, sino aquéllos a los que él desprecia".

Contando estrelas. Blogs de HO

viernes, 22 de enero de 2010

Los españoles olvidados en Haití

Mientras se ultima la repatriación del cadáver de la funcionaria española de la UE, cuyos restos mortales han llegado ya a la base de Torrejón (Madrid), CONFER hace un trágico balance de las víctimas olvidadas, las de los religiosos que trabajaban en la zona .
REDACCIÓN HO.- Este jueves conocíamos que el hallazgo del cadáver de la funcionaria española de la UE en Haití, Pilar Juárez. En total son cuatro las víctimas españolas confirmadas, según la información oficial. Una información que olvida a las víctimas religiosas. España se ha dejado ya cerca de 10 misioneros en el terremoto de Haití, pero la cifra global de misioneros enterrados bajo los escombros del terremoto asciende a 300, según los cálculos que maneja la Confederación de Religiosos Españoles (CONFER) recogidos por Hispanidad,com.

Ayer, el misionero francés André Le Barzic, de la Société des Prêtres de Saint-Jacques hacía desde Haití un balance provisional de la situación de algunas congregaciones religiosas presentes en el país, recogido por Ecclesia digital. Muchas de ellas se habían centrado en ayudar al pueblo haitiano tras los últimos huracanes que azotaron el Caribe y que causaron graves daños también en Haití.

Las Oblatas de María Inmaculada han perdido su casa y, desgraciadamente, ha fallecido el portero de la misma. Las Hijas de María en Bel Air han perdido a quince religiosas, entre ellas la provincial. Los montfortianos, la Compañía de María, han tenido 10 muertos. Han fallecido también cinco o seis religiosas de la Congregación de las Hijas de la Sabiduría de Mariani, en la residencia de ancianos, dos hermanitas de Santa Teresa, que además tienen a otras dos religiosas con graves heridas, dos hermanos salesianos, dos hermanos de la Instrucción Cristiana de Ploërmel, dos hermanas de María Reina y una hermana de Santa Ana.

La casa de las Misioneras de Cristo Rey también ha quedado destruida, pero no ha fallecido ninguna religiosa, aunque una hermana está gravemente herida. En el carmelo de Pétion-Ville tampoco ha fallecido nadie.

Llega a Torrejón el cadáver de Rosa Crespo

Un Boeing 707 de la Fuerza Aérea española ha aterrizado las 11 de la mañana, con una hora de retraso, en la base aérea madrileña de Torrejón de Ardoz con los restos mortales de la subinspectora de Policía Rosa Crespo Biel, fallecida en el terremoto de Haití, que acompañaban algunos de los familiares de la agente.

En la base esperaban el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, acompañado de la ministra de Defensa, Carme Chacón, el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, y la Junta de Gobierno del Cuerpo Nacional de Policía. El ministro le impondrá la medalla al mérito policial a título póstumo.

Tras su llegada, un grupo de compañeros de distintas unidades del Cuerpo Nacional de Policía descendieron el féretro de su compañera fallecida. Tras un breve acto de homenaje y la celebración de un responso religioso, el féretro será trasladado a Zaragoza a bordo de un Hércules, donde también está previsto que se celebre una misa en la Basílica de El Pilar.

www.Hazteoir.org

jueves, 21 de enero de 2010

Goebbels regresa

“Una vez que un gobierno tiene a un pueblo a sus pies, una vez que se ha hecho con su conciencia, entonces es capaz de hacer con él lo que se le antoje”. Joseph Goebbels. ”Discurso de la guerra total”.

Mediante la propaganda, Goebbels , divinizó a Hitler, promovió el odio a lo extranjero, al comunismo y al judaísmo. Como ministro de Propaganda, controló en adelante la literatura, la prensa, el teatro, la radio, las bellas artes y el cine.

La verdad sea dicha que, Goebbels, en su discurso de “la guerra total”, marca los 11 principios, que elaborados y llevados a la práctica por el partido nazi, sirvieron para que un pueblo entero retara al mundo…..

1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto, sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite mil veces, acaba por convertirse en verdad”.

7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9. Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10. Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea un mito nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando una impresión de unanimidad.

Ángel Corbalán. Blogs de HO

miércoles, 20 de enero de 2010

A vueltas con la asignatura de religión

Con reiterada frecuencia salta al primer plano de la actualidad la polémica sobre la enseñanza de religión en las escuelas. Y una y otra vez se vuelven a poner de manifiesto dos posturas que parecen irreconciliables. Por un lado, la Iglesia católica y los creyentes, que argumentan, con razón, que privar a los niños de enseñanza religiosa supone un empobrecimiento en su formación. Y, por otro, los no creyentes, que argumentan, a mi modo de ver también con razón, que la escuela ha de ser aconfesional. Como ya he comentado alguna vez en esta columna, yo vengo de un país laico en el que los padres que desean que sus hijos tengan formación religiosa no tienen más remedio que llevarlos a catequesis fuera del ámbito escolar. Personalmente, esto es lo que me parece más respetuoso y coherente, pues permite a las familias elegir la persona que ellas consideran más idónea para formar a sus hijos en materia tan sensible. Comprendo, sin embargo, que aquí en España son muchos los colegios regentados por religiosos y que es más que lógico que en dichas instituciones haya una asignatura de religión. Según leo estos días, las tentativas que ha habido hasta el momento de poner un poco de orden en este complicado asunto han demostrado ser bastante ineficaces, cuando no grotescas.

Por lo visto, en muchos colegios se ha creado una asignatura alternativa para los niños cuyos padres desean que no asistan a clase de religión. Pero, como su contenido no está regulado, cada colegio utiliza esa hora para un propósito distinto. Despropósito debería decir yo, porque ocurre lo siguiente: a fin de que los alumnos de esta extraña asignatura (tan extraña que en unos sitios se llama de una manera y en otros, de otra) no tengan ventaja sobre los que estudian religión, está prohibido estudiar. Dicho de otro modo, no se puede utilizar esta hora de clase para hacer deberes, tampoco para avanzar de ninguna manera en otras asignaturas, porque se considera injusto respecto de los que están en clase de religión. De ahí que se utilice esa hora para las siguientes y muy necesarias actividades: hacer sudokus (sí, sí, como lo oyen), cantar canciones en inglés o regar el jardín. Como es lógico, los chicos que acuden a estas clases están encantados con el plan y, por supuesto, son la envidia de sus compañeros, que, de paso, supongo yo, empezarán a desarrollar bastante tirria a todo lo que tenga que ver con lo sagrado.

Visto el panorama, me pregunto si a nadie se le habrá ocurrido que, en vez de hacer sudokus, se podría utilizar este tiempo para estudiar no la historia de la religión católica –puesto que tan alérgicos son a ella–, sino la historia de las religiones. Y es que no hace falta ser un genio para darse cuenta de que esos padres que eligen que sus hijos crezcan sin formación religiosa los están privando también de una parte considerable de cultura, de una forma incluso de comprender el mundo que los rodea. Porque es más que evidente que un niño que no sabe quién es Adán, Abraham o san José no sólo carece de cultura religiosa, también carece de referentes indispensables a la hora de leer un libro, ver un cuadro o escuchar una pieza clásica. Nuestra cultura está tan entrelazada con la religión –con las religiones– que un niño que no conoce las claves más elementales no entiende ni la mitad de las cosas. Por eso me parecería una idea interesante que esas clases de no-religión se emplearan en estudiar no sólo la historia del catolicismo, sino la historia del islam, la de la religión judía o la del budismo. También, y por qué no, la de otras creencias como la de los antiguos egipcios y tantas otras, sin exceptuar la mitología de griegos y romanos. Porque, les guste o no a los ateos beligerantes, las religiones son, para bien –y todo hay que decirlo, también para mal–, parte básica de lo que es el ser humano. Y no sólo eso, puesto que, sin conocer la historia de las religiones, es casi imposible comprender la Historia con mayúscula. Dicho de otro modo, no se trata de dar doctrina, sino de dar, simplemente, información. Información básica para entender el mundo, ni más ni menos.
Carmen Posadas

20-12-09 Xl. semanal

martes, 19 de enero de 2010

La caridad

Pero ¿qué les ha hecho la caridad?

En más de una ocasión, sin ir más lejos ayer en un programa de televisión, he oído como se menospreciaba la caridad en favor de la solidaridad o la justicia. En nombre de la nueva ciudadanía prefieren enterrarla a reconocerla como virtud. No se que ha hecho la pobre caridad para que los nuevos protectores de los pobres le tengan tanta manía. Quizás, en el fondo, lo que les fastidia es que ha sido, y sigue siéndolo, la Iglesia quién ha ayudado a los pobres en todo el mundo.

La caridad cristiana consiste en "amar a Dios sobre todas las cosas y a los demás como a uno mismo", también significa "virtud cristiana opuesta a la envidia y la animadversión" o "limosna que se da, o auxilio que se presta a los necesitados", ¿que problema hay para reconocer que es bueno ser caritativo? Yo creo que se trata sencillamente de hacer desaparecer a Dios de la escena.

El problema que se plantea es que cuando se hace desaparecer a Dios generalmente la solidaridad y la justicia son palabras huecas. Si amar a los demás ya es duro cuando hay que hacerlo a costa de uno mismo, mucho más cuando no hay una referencia a Dios. Cuanta sabiduría encierra la frase "Si no crees en Dios actúa como si creyeras".

Publicado por Anibal Cuevas el 13/01/10 a

Las enfermedades del alma

Munilla, ecce homo

JUAN MANUEL DE PRADA
Lunes , 18-01-10
DECÍA Chesterton que el mundo moderno está invadido por las viejas virtudes cristianas que se han vuelto locas. ¿Y cómo se vuelven locas las virtudes? Se vuelven locas cuando son aisladas unas de otras, cuando son obligadas a vagar en soledad. Así, la justicia sin misericordia se vuelve crueldad; la misericordia sin justicia se vuelve laxitud relativista; la humildad sin magnanimidad se vuelve falsa modestia; y la magnanimidad sin humildad se vuelve activismo vanidoso. También la caridad corre el riesgo de convertirse en una virtud loca, cuando se separa de la verdad; o, dicho más gráficamente, cuando las obras de misericordia corporales se separan de las obras de misericordia espirituales. Sobre el peligro del divorcio entre las obras de misericordia corporales y espirituales ya alertaron en el pasado multitud de pensadores cristianos, entre ellos Donoso Cortés, quien avizoró que una Iglesia que tratase de justificar su lugar en el mundo mediante el mero auxilio a las necesidades materiales de los pobres acabaría siendo desplazada por los Estados; pues llegaría un tiempo en que los Estados dispondrían de mayores medios para satisfacerlas.

Ese tiempo ya ha empezado a llegar; y, desplazada de su lugar en el mundo, la Iglesia tiene que resignarse a actuar como una especie de «capataz de obra» -uno más entre muchos- en medio de la «orgías solidarias» que el Mátrix progre decreta, a toque de trompeta, cada vez que se desencadena una catástrofe de dimensiones atroces en los arrabales del atlas. Al Mátrix progre le ocurre como a aquel personaje de Los hermanos Karamazov, que «cuanto más ama a la Humanidad en general, menos ama a la gente en particular, como individuos». Frente a este activismo vanidoso en el que se zambullen las sociedades que necesitan ahogar las ladillas de la mala conciencia, se sitúa la caridad cristiana, que necesita -porque tiene fe en la Encarnación- encarnarse en el dolor del prójimo. Y encarnarse en el dolor del prójimo significa algo más que limpiar de escombros un país destruido o abastecer de alimentos a una población famélica, cosas que a fin de cuentas pueden lograrse con dinero; encarnarse en el dolor del prójimo significa restaurar su corazón quebrantado, cosa que ni todo el dinero del mundo puede lograr. Y para restaurar los corazones quebrantados -para que el ejercicio de la caridad no se convierta en una virtud loca, en un mero activismo vanidoso- hace falta consolar al triste, hace falta sufrir con paciencia los defectos del prójimo, hace falta corregir al que está en un error, etcétera. Hace falta, en fin, preocuparse por la salvación de las almas, que se supone que es el cometido principal de un cura (como su propio nombre indica), y principalísimo si se trata de un obispo. Munilla, preocupado por la salud de las almas, descubre males espirituales que son también catastróficos, y que no acontecen sólo en los arrabales del atlas, sino también y sobre todo aquí, en esta parcela del mundo invadida por las viejas virtudes cristianas que se han vuelto locas.

A nadie que no tenga obturado el entendimiento por la propaganda del Mátrix progre se le ocurriría pensar que esta preocupación de Munilla por los males espirituales que han quebrantado el corazón del hombre discurre ajena a la preocupación por los males corporales que acarrea un terremoto. Pero el Mátrix progre, engolfado en sus «orgías solidarias», se revuelve furioso y escandalizado, porque no admite que se recuerden las enfermedades del alma, contra las que no vale todo el dinero del mundo; y en cuyo mantenimiento sostiene su dominio. Y al obispo Munilla, ante un mundo que ha convertido la caridad en una virtud loca, separándola de la verdad, no le queda más remedio que callar, como hizo Jesús en el pretorio, mientras crece el clamor rabioso de la multitud cretinizada: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!».
www.juanmanueldeprada.com

lunes, 18 de enero de 2010

Un poco de historia de la humanidad

Si nuestro planeta fuera un sitio tan plácido como Pandora de la película Avatar, el ser humano nunca hubiera evolucionado hasta donde estamos hoy. Fueron precisamente las dificultades las que llevaron a los organismos unicelulares a volverse pluricelulares. Más tarde la evolución hizo posible la existencia de invertebrados, vertebrados, aves,peces, reptiles, anfibios y mamíferos. Fueron las circunstancias geológicas y climáticas las que favorecieron la aparición del homo sapiens. Antes que nosotros, los neanthertales habitaron la tierra durante cien mil años años. Los homo sapiens apenas llevamos unos venticinco mil, de los cuales sólo se tiene conocimiento de los últimos cinco mil años.

La Tierra sólo es un pequeño planeta probablemente entre millones en el universo. Suponiendo que Dios existe no estaría pendiente sólo de uno. Pero ante todo está el concepto de libre albedrío. Es decir, que no somos marionetas en manos del Todopoderoso. Eso revela una visión de la religión bastante infantil, propia de quien dejó la catequesis después de la Comunión y no ha vuelto a pensar en ello. Nuestro Dios no es un Zeus que juega con las placas tectónicas cuando se aburre. El hombre tiene libertad de acción y decisión, pero naturalmente está a merced de las leyes de la naturaleza, aunque algunos se hayan creído que ya no nos afectan.

El pecado original es la soberbia: creerse como Dios. Pero la naturaleza de vez en cuando viene a darnos una patada en la espinilla y recordarnos que en este juego no somos más que aficionados. La tragedia de Haití es una más de las que asolan la Tierra. Mientras escribo estas líneas cientos de personas siguen muriendo de hambre, de enfermedades curables o en conflictos armados olvidados en todas partes del planeta, pero ya no son noticia. Tampoco esto será noticia en dos semanas. Por eso he decidido escribir de nuevo mientras a alguien le importe todavía. No puede ser que cualquier problema se convierta en excusa para atacar a los creyentes o desarrollar utopías que quieran salvar a la humanidad a costa del propio hombre.

Hace tiempo leí un libro de ciencia ficción en el que todos los seres humanos habitaban una gigantesca ciudad y no salían nunca de allí. Dentro tenían todo lo que necesitaban y estaban seguros. Todos vestían igual y comían lo mismo. Pero no eran felices. Les faltaba la incertidumbre, la aventura y el peligro. Parece que algunos también pretenden crear un nuevo orden mundial donde todos sigamos las consignas de un único estado. Eso ya se ha intentado antes y ha sido desastroso. Se olvidan de la libertad. Tal vez en Haití no hubiera muerto nadie si tuvieran edificios especiales como los de Japón, pero entonces ya no sería Haití, sería otro Japón más pequeño.

Si algunas personas prefieren vivir en la selva de la recolección y la caza, mientras otros se dedican a vagar por el desierto, es posible que no tengan educación ni sanidad, pero son felices así y no tenemos ningún derecho a cambiar sus vidas según nuestro modelo ideal. Siendo así, es inevitable que pasen épocas de hambruna si escasea la caza o sufran fenómenos naturales como sequía o inundaciones. La comunidad internacional debería estar preparada para ayudar en esos casos con rapidez y eficacia, pero sin intentar interferir en sus propias decisiones. Ni Dios tiene la culpa de los terremotos, ni los hombres tenemos capacidad para impedirlos. Sólo nos queda intentar aprender algo de todo ello.

sábado, 16 de enero de 2010

Haití y la inercia del planeta

He escrito esto, sin que sirva de precedente.
12 de mayo de 2008.- Wenchuan, China, es el epicentro de un sismo de 7,8 grados, que deja 90.000 muertos. Sin embargo, de ese terremoto apenas tuvimos noticias porque no permitían entrar a los periodistas.

Hay quien ya está buscando culpables frente a la tragedia de Haití. Unos a la Iglesia, como no, malinterpretando unas declaraciones. Pero no hay que olvidar que ese país, por ser uno de los más pobres del mundo, estaba lleno de religiosos intentando ayudar. Muchos de ellos han muerto también en el terremoto.

Otros quieren echarle la culpa directamente a Dios, ¿por qué no?, que si es misericordioso cómo permite estas cosas. Se olvidan de que la naturaleza tiene unas leyes y el hombre se relaciona con su entorno libremente. Supongo que hace falta que explique que las dificultades han hecho evolucionar al ser humano desde hace milenios.

Esto me lleva al tema de la inercia: la tendencia de un objeto a permanecer en su estado de reposo o movimiento si no hay ninguna fuerza que lo impida. Muchos están subestimando la inercia de la naturaleza y del propio ser humano. Esos que creen que el hombre es capaz de manipular el planeta a su antojo.

Primero fue... el efecto invernadero, que nos íbamos a helar todos; luego, el agujero de la capa de ozono, que nos íbamos a freir; luego el cambio climático, y nos vamos a ahogar; por no hablar de la gripe A, que la mitad de lo que lean esto deberían estar ya muertos.

La naturaleza se ha recuperado ya de cosas mucho peores, meteoritos, glaciaciones, épocas sísmicas de siglos... También el hombre ha pasado por la gripe española, la peste porcina, la malaria, el sida... y mal que bien, aquí seguimos. Quién sabe si un milenio más o cuatro días. Eso es imposible de predecir.

Quien quiera creer en teorías fantásticas sobre la aniquilación del planeta o el ser humano es muy libre de hacerlo, siempre que no pretenda con eso cambiar el orden político y moral a su conveniencia. Mientras algunos seguiremos confiando en los designios de la Providencia y rezando por las víctimas.

viernes, 15 de enero de 2010

Rebajas de sexo

"Se trata de la Guía de educación sexual para la autoafirmación de los jóvenes, publicada el pasado septiembre y firmada por la UNESCO -Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF.
Pero la parte que más críticas ha levantado esta guía se centra en los apartados relativos a ‘Anatomía y fisiología sexual’, ‘Reproducción’, ‘Imagen corporal’, ‘Derechos del cuerpo’ y ‘Sexualidad’(...)

Bajo estos epígrafes los niños del Nivel 1 (5 años) aprenderán “que hay partes privadas del cuerpo que producen placer si se tocan”. Ahondarán en los conceptos de “desnudez y vergüenza” y escucharán con normalidad que “la mayoría de los niños siente curiosidad respecto a su cuerpo” por lo que “es natural explorar y tocar las partes del cuerpo de cada uno;tocar el propio cuerpo puede ser placentero y tocarse las zonas genitales se llama masturbación.La masturbación no es mala, pero debe hacerse en privado”(...)

En los contenidos, “principios básicos de anatomía sexual y reproductiva”, incluyendo “menstruación, espermatogénesis y erección, sueños húmedos y eyaculación”, así como una detallada “descripción de los problemas genitales más comunes”. También la “relación entre coito vaginal y embarazo, medios específicos para prevenirlos” y por supuesto, “uso correcto del preservativo y métodos anticonceptivos”. Pero hay más conocimientos para los niños aspirantes a sexólogo: “relación entre excitación y lubricación vaginal y entre erección y eyaculación” así como la “definición y función del orgasmo”(...)

Y llegamos al Nivel 3; en el que adolescentes de 12 a 15 años aprenderán que “el tamaño del pene, la vulva o el pecho varía y no afecta a la reproducción ni a la habilidad para ser un buen compañero sexual”. También se les explicarán las razones para legalizar el aborto y se les recordará -una vez más- que “la masturbación es una forma segura y válida de expresión sexual” y que “tanto el hombre como la mujer pueden dar y recibir placer sexual con personas de otro sexo o del mismo”.

Junto a todo esto, la Guía de la UNESCO propone, sin embargo, que se recuerde a los niños que, por su edad, “no están preparados para los contactos sexuales con otras personas” ni deben tener “relaciones con penetración”.

Lo que viene a ser como comprarles la Wii y a continuación decirles que no deben utilizarla hasta los dieciocho años.

HO Castilla y León
5 de enero 2010

jueves, 14 de enero de 2010

Referendum sobre el aborto

Hay en marcha una iniciativa a favor de la celebración de un referéndum sobre la ley del aborto que el gobierno pretende aprobar. Derecho a Vivir se ha unido a ella. Sabemos que el derecho a la vida existe y ha de ser reconocido siempre, no regulado ni votado, pero en esta ocasión hay varios motivos que nos empujan a pedir un referéndum, y estos son algunos de ellos:

1.- Estamos convencidos de que los españoles no quieren esta ley, es más, los españoles ya lo hemos manifestado de distintas formas: encuestas, manifestaciones, creación de plataformas con miles de adhesiones, manifiestos de juristas, científicos y académicos, numerosos artículos de opinión en medios de comunicación, etc. Pero el gobierno, con su presidente a la cabeza, se inventaron en su momento una demanda social a favor de una ley de plazos. Queremos que se evidencie en las urnas el rechazo frontal a esta ley. Si el presidente está tan convencido de que los españoles la quieren, no tendría que temer el resultado.

2.- Tenemos derecho a participar en la elaboración de leyes cruciales y tan graves como esta, que atenta contra el derecho a la vida, y que pretende imponer una nueva escala de valores, en donde prime la sexualidad sin responsabilidad y los intereses de terceros, entre ellos los económicos y el “bienestar social”

3.- Nos encontramos ante una situación excepcional, que justifica una medida excepcional. En España se han celebrado tres referéndum: el de la Consitución española, en 1978; el del ingreso en la Alianza Atlántica, en 1986; y el de la Constitución Europea, en 2005. Todas estas cuestiones, siendo de gran importancia, no alcanzan la gravedad de la actual ley, que atenta contra el derecho anterior a todos los derechos, reconocido en nuestra Constitución en el artículo 15: el derecho a la vida.

3.- Un gobierno democrático, que se digne de ser llamado así, ha de manifestar su talante mediante la consulta a la sociedad a la que dice defender y gobernar, más aún cuando existe un clamor social en contra de una ley propuesta por los gobernantes

4.- Se pide la adhesión del Partido Popular a esta iniciativa, como una forma de demostrar que reconocen el papel de la sociedad civil en la gestión de leyes de este tipo, y además de comprometerse ya no sólo recurrir al Constitucional, sino a derogar una ley que, en palabars de su presidente, “atenta contra el derecho a la vida”

Blogs.cope.es/labuenavida

miércoles, 13 de enero de 2010

Avatar y el Vaticano

Sinceramente, no entiendo que puede tener el Vaticano en contra de esa película. Por el contrario a mí me pareció que tenía un trasfondo religioso importante. Supongo que depende de con qué ojos se mire. El protagonista era un elegido, del que hablaban las profecías, en un claro paralelismo con Jesucristo. Además se encarna en otro cuerpo, para acabar muriendo y resucitando en cierto modo. En cuanto a la ecología, no creo que sea en absoluto incompatible con el cristianismo.
Algunos afirman que la historia se ha inspirado en el libro Lejos del planeta silencioso, del escritor cristiano C.S. Lewis. Prefiero una religiosidad diferente al ateísmo militante.

Los cuatro valores frontera

"No conozco valores superiores a la verdad y a la vida, en ellos consiste el bien. Les siguen, en la eficacia de su aplicación, la Justicia y la Libertad. - Así reza el subtítulo de este blog.

Tener conciencia de que la verdad y la vida, como valores primigenios, se encuentran en la cima de la jerarquía, por encima de todo otro valor, sirve como herramienta de análisis rápido, siempre a mano y sin necesidad de profundas consideraciones, para desmontar mantras ideológicos y descubrir trampas lingüísticas, falacias, demagogias y estafas intelectuales, engaños sociales y políticos que hoy día se nos imponen como verdaderos axiomas a cada paso que damos.

Tener conciencia de que los valores de la verdad y la vida son la esencia del bien, y que su inmediata aplicación a los asuntos de nuestro quehacer cotidiano conlleva, necesariamente, condiciones de Justicia y Libertad, nos permite establecer los cuatro puntos cardinales de nuestra brújula de viaje por la vida. Estos cuatro valores son los “valores frontera”, los cuatro criterios con los que es necesario confrontar toda circunstancia. Tanto más, cuanto más compleja. – Si de entrada, alguno de estos cuatro ingredientes aparece comprometido de alguna forma en un proyecto o en algún postulado, o si se muestran difusos y sombríos en alguna situación, programa o acontecimiento que debamos valorar, sea del tipo que sea, ya podemos empezar a sospechar de su legitimidad sin mucho riesgo de errar.

Es por todo ello, por lo que no podemos considerar legítimas ni aceptables las propuestas que vienen de aquellos que comprometen el valor de la verdad con la utilización de la mentira, con la perversión del lenguaje y con la corrupción del sentido de las palabras, de aquellos que presentan una realidad que no es tal realidad, y que solo son un engaño interesado y oportunista. - No, no son propuestas de recibo. Seguro que no proceden de gentes de fiar.

Es por todo ello, por lo que no podemos considerar legítimas ni aceptables las propuestas que vienen de aquellos que comprometen el valor de la vida con la muerte más o menos disfrazada de derecho a la salud reproductiva de la mujer, como ocurre con el genocidio del aborto, o de derecho a una muerte digna, como ocurre con la eutanasia. - No, no son propuestas de recibo. Seguro que no proceden de gentes de fiar.

Es por todo ello, por lo que no podemos considerar legítimas ni aceptables las propuestas que vienen de aquellos que comprometen el valor de la Justicia confundiendo Justicia con igualdad. Aquellos que nos quieren vender una injusticia disfrazada de derecho a la igualdad. Son las propuestas de aquellos que ignoran la legítima igualdad de derechos y oportunidades de los ciudadanos pero, sin embargo, proponen una igualdad, disfrazada de derecho, para todo aquello que significa menoscabo del mérito, de la iniciativa y de la creatividad individual. - Son las propuestas de aquellos que comprometen la Justicia manipulándola con fraude de ley. Son las propuestas de aquellos que se sitúan lejos de la Justicia independiente que exige toda democracia. - No, no son propuestas de recibo. Seguro que no proceden de gentes de fiar.

Es por todo ello, por lo que no podemos considerar legítimas ni fiables las propuestas que vienen de aquellos que comprometen el valor de la Libertad con un intervencionismo dirigista plagado de favoritismos e intereses, lleno de restricciones y prohibiciones camufladas de regulaciones, normas, ordenamientos, cánones, impuestos, arbitrios, normas, derechos, reglamentos, ordenanzas, estatutos, como ocurre con todos los dirigismos con los que quieren ponerse al volante de nuestras vidas. - No, no son propuestas de recibo. Seguro que no proceden de gentes de fiar.

Es fácil reconocer a los que mienten constantemente. Es fácil reconocer a los que proclaman la “Cultura de la Muerte”. Es fácil reconocer a los que venden igualitarismo en vez de Justicia. Es fácil reconocer a los que restringen libertades. – Seguro que no son gentes de fiar, que no son gente de bien.

En estos cuatro “Valores Frontera" compuestos por la verdad y la vida, la Justicia y la Libertad, no podemos ni debemos transigir. Todos ellos están comprometidos entre sí y tienen una unidad de coherencia y consistencia. Ceder en uno de ellos es ceder en todos, es consentir y condescender con la perversidad y la maldad. El Test de los Cuatro “Valores Frontera” consiste en asegurarnos de que todos y cada uno de estos valores nunca están ausentes, ni quedan comprometidos en cualquiera que sea la situación o propuesta. Este “test” nos permitirá establecer un criterio de opinión responsable para todas aquellas decisiones que requieran agilidad en la toma de una postura moral.

En próximas reflexiones, tendremos oportunidad de dedicar algunas consideraciones a cada uno de estos valores.

Es claro que condescender con la verdad es transigir con la mentira, condescender con la vida es transigir con la muerte, condescender con la Justicia es transigir con la injusticia, y condescender con la Libertad es transigir con la tiranía. - No obstante, los perversos y relativistas morales reclaman que esta forma de ver las cosas, no condescender en estos valores, refleja intolerancia y dogmatismo. Claro, ¿Qué otra cosa van a decir desde la perversidad y el relativismo moral?

Epílogo para creyentes: “No conozco valores superiores a la Verdad y a la Vida, en ellos consiste el Bien”……… es lo que, cuando ejercemos estos valores con el prójimo, los cristianos llamamos Amor, algo bastante más sublime que la solidaridad".

Fromspania

martes, 12 de enero de 2010

No resulta fácil

Como habéis podido ver, el post siguiente participa en un concurso, aunque ya está acabando el plazo. Me resisto a salir de la popularidad..., pero la verdad es que no acabo de entender que las personas que me siguen habitualmente no me voten.

"Ahora estoy algo cansado
Y es que no me pasa nada
Ningún vaso roto
Ninguna mano por mi espalda

Esta noche es de esas noches
En que andas por andar
En que bailas solo
En que ríes por no llorar

Y me cojo un taxi
Sólo son las dos y diez
En la radio suena
Solamente
Música en inglés
No resulta fácil
Decir no quiero volver

Arranque, no pregunte
Usted sólo

Lléveme a ninguna parte
A ninguna parte
A ninguna parte
A ninguna parte

Ahora estoy perdiendo el juicio
Ahora sangro por los ojos
Apesto a cerveza
Y me estoy volviendo loco

Sólo quiero marcharme
Tengo que decidirme
Y aún no sé si ninguna parte
Existe

Y me cojo un taxi
Sólo son las dos y diez
En la radio suena
Solamente
Música en inglés
No resulta fácil
Decir no quiero volver

Arranque, no pregunte
Usted sólo
Lléveme a ninguna par...

Tengo poco dinero
Y no llevo equipaje
La luz de una farola
Ya empiezo a marearme
La carretera quema
Y no quiero enfriarme

Que me hierven las venas
Que el corazón me arde

Que esta vez es la buena
No voy a rajarme
Como un barco fantasma
Con el rumbo
A ninguna parte
A ninguna parte

Y me cojo un taxi
Sólo son las dos y diez
En la radio suena
Solamente
Música en inglés
No resulta fácil
Decir no quiero volver

Arranque, no pregunte
Usted sólo... lléveme a ninguna parte".

Estopa. Ninguna parte.

domingo, 10 de enero de 2010

La escuela de la vida (un año en un post)

He encontrado un post que no publiqué en su momento:
Creo que he aprendido mucho en la escuela de la vida. Por suerte, más por experiencia ajena que por propia. Pero soy una persona de emociones muy intensas. No es tanto lo que te sucede, sino cómo lo vives. Sé lo que es sentirse sóla, incomprendida por casi todos. No tener un amigo en quien confiar. Sé lo que es sentirse desbordada por las circunstancias y no poder más, pero tener que seguir adelante. Sé lo que echar de menos sin esperanza y ver pasar los días, los meses y los años, todos iguales. Sé lo que es preocuparse por el futuro, sabiendo que no está en tu mano solucionar nada. De todo eso he vivido también en el último año.

También he vivido las experiencias ajenas de los múltiples problemas que puede traer la vida: amor, celos, traición, desamor, alcohol, drogas, depresión, anorexia, bulimia, apatía, extremismo, enfermedad, locura... Lo he sentido como propio y ha quedado grabado en mi memoria. Practicamente no existe situación que no haya vivido de un modo u otro. Y ahora, además, tengo los testimonios de internet. Pero, a veces, me gustaría no saber nada y no poder opinar de nada. A veces, a mí también me invade una sensación de vacío y me pregunto si todos estos sentimientos valen la pena.

Trescientos sesenta y cinco días suponen sentir todas esas emociones a veces en el curso de unas pocas horas. Impresiona mucho pensar que, mientras escribo estas líneas, millones de personas en todo el mundo están viviendo en sus carnes y en sus almas situaciones que tal vez marcarán sus vidas para siempre, o estan sufriendo por las cosas que les suceden a otros. O tal vez solamente estén dejando la vida pasar, sin implicarse con nada ni con nadie. La falta de emociones es una enfermedad que se está extendiendo mucho en nuestra sociedad. Parece que algunos sólo son capaces ya de sentirlas cuando juegan con su videoconsola. El año que ha pasado ha traído algunos sustos importantes. Varias preocupaciones menores. Muchas alegrías. Pero sobretodo ha sido el año en que me he conocido a mí misma.

sábado, 9 de enero de 2010

Las riquezas de la familia

"En su libro Por qué el Estado sí es el problema. Una defensa católica de la economía libre, el sr. Thomas E. Wood refiere una anécdota parlamentaria que ilustra los efectos devastadores que el Estado del Bienestar tiene, a la larga, en la institución de la familia. El Parlamento inglés debatía, en una sesión de mayoría laborista, hacia los años 70 del siglo XX (cito de memoria el relato del sr. Woods) , una moción para aumentar la dotación de las ayudas a los ancianos dependientes. La ponente laborista defendió el incremento de los fondos, apelando en su intervención a los sentimientos humanitarios de los miembros de la Cámara y poniendo a su propio abuelo, según dijo en situación de abandono, como ejemplo de un sector de la población que merecía más ayudas del Gobierno. La respuesta del portavoz del Partido Conservador fue letal: “Debería darle vergüenza, venir a esta Cámara a pedir más dinero a los contribuyentes para su abuelo, en vez de evitar personalmente su situación de abandono”.

Creo que el caso ayuda a comprender cómo actúa a la larga el llamado Estado del Bienestar: disolviendo los lazos de solidaridad interna que configuran la familia; entregando al Estado el control sobre la vida de los miembros más vulnerables; incentivando las rupturas familiares que permiten disfrutar de políticas de discriminación positiva; creando formas de dependencia del Gobierno que derivan en prácticas clientelares y en limitación de la soberanía individual; estimulando el fraude y el parasitismo contra los contribuyentes, que pagan cada día más impuestos para sostener una burocracia asistencial cada vez más ineficiente y corrupta; fomentando la eugenesia mediante legislaciones y fondos para el aborto, mientras los incentivos a la natalidad se reducen o son reemplazados por mecanismos disuasorios;…

Allí donde el Estado del Bienestar es más fuerte, también lo es el Gobierno y la familia es más vulnerable. También es un hecho empírico que en países con un Estado del Bienestar más fuerte y una institución familiar más debilitada (entre otros, los países nórdicos de Europa), el individuo es más infeliz y hay una mayor tasa de suicidios. Creo que los católicos deberían (deberíamos) tener en cuenta estos datos al defender la institución de la familia frente al concienzudo desmantelamiento del que es objeto por parte de las políticas colectivistas del Gobierno y de la Unión Europea. Está muy bien celebrar el amor familiar como hemos hecho este domingo en la multitudinaria fiesta convocada por el Arzobispado de Madrid. Pero conviene no perder de vista que la corrosión ha empezado por la base material de la familia, empobreciéndola y volviéndola más dependiente del Gobierno; dependiente no sólo en la educación de los hijos, en el desarraigo de toda tradición, en la selección de los que nacen, en la relación de padres e hijos, o en la solución final para los ancianos (incluida la eutanasia), sino en la disposición de los medios de subsistencia material.

El socialismo es una concepción materialista del hombre al que hay que oponer una alternativa antropológica que incluya una legitimación de la propiedad privada y de la saludable riqueza creada con el esfuerzo personal. Si no se entiende esto, si no se percibe que el socialismo viene con el timo de la justicia en una mano y el puñal del alma en la otra, si no se defiende la riqueza con el mismo vigor intelectual con que se defiende la libertad para educar a los hijos, o el derecho a la vida, entonces, acabaremos viendo con naturalidad que los hijos abandonen a los padres en manos del Estado, como hizo la diputada laborista citada por el sr. Woods en su certera defensa de la economía libre desde una perspectiva católica.

Blog de Víctor Vago
27 de diciembre 2009

viernes, 8 de enero de 2010

La verdad

Aqui os dejo un articulo de Antonio Orozco, publicado en Arvo.net
BUSCADORES “EN” LA VERDAD
No es infrecuente toparse con cierto tipo de intelectuales que se definen a sí mismos como “buscadores de la verdad”. Estiman que es éste un noble título, digno del hombre, aureola del pensador profundo. Y, en efecto, buscar la verdad es tarea específica humana, y apasionante, por ardua que resulte algunas veces. Entenderse como “buscador de la verdad” ya es reconocer el orden esencial del entendimiento a la verdad.

Pero cuando se hurga en el espíritu de los que se definen de tal modo, en ocasiones, se descubre una actitud escéptica, una inteligencia prematuramente cansada, una inquietud superficial, frívola; una búsqueda que, en el fondo, no desea hallar, porque se temen las exigencias de la verdad. El encuentro con la verdad reclama una conducta noble, el abandono de bajas pasiones, el esfuerzo por obrar el bien, y esto no siempre resulta cómodo, aunque, como hemos visto, sea el único camino hacia la perfección de la libertad y de la plenitud humana. El “buscador incesante de la verdad” suele ser “aperturista”, pero en un sentido equívoco, es decir, sostiene que hay que estar siempre “abierto”, pero no al descubrimiento de una verdad más, sino a cualesquiera nuevas corrientes de opinión que nos traen los tiempos nuevos, a toda ideología, a todo tipo de costumbres. Si alguien se atreve a manifestar una convicción íntima, la realidad de una determinada verdad, una certeza absoluta e inamovible, el “aperturista” -el buscador incesante de la verdad- opondrá argumentos corno éstos: ” ¡ No sea usted tan cerrado!”, o bien: ” ¡Hombre, sea usted un poco más abierto!”

¿Quién no ha sentido cómo el calorcillo, con el rubor, asciende hasta la punta de las orejas ante objeción tan radical, tan contundente? Si usted se atreve a replicar: “Es que yo sé que esto es así, es que yo sé que esto es verdad”, el aperturista goza también del recurso de Pilato : “Pero, ¿qué es la verdad?” Y el aperturista quizá deje la pregunta en el aire y se marche sin esperar respuesta, no sea que la haya. Me pregunto qué sucedería si anduviéramos siempre con la boca abierta. ¿El “aperturismo bucal” no es un claro síntoma de deficiencias graves o lastimosas, seguramente mentales? Pienso -como Chesterton- que si es preciso abrir la boca de vez en cuando, no es para otra cosa que para cerrarla sobre algo sólido, consistente, nutricio.

También para hablar (para expresar el logos mental) se requiere abrir la boca, pero no cabría signo inteligible sin cerrarla a menudo. La mente necesita también nutrirse con el alimento que le es propio: la verdad. Ha de abrirse para hallarla, pero también cerrarse para deglutirla y asimilarla. De lo contrario, la anemia espiritual sería inminente, y segura la muerte del espíritu por inanición. Esta es la suerte del aperturista que niega la verdad con los hechos o, simplemente, nunca la encuentra de su gusto y renuncia a ella incesantemente, como si la verdad fuera cosa de gustos.

La mente debe abrirse para hallar la verdad; una vez hallada -cosa más fácil, en las cuestiones fundamentales, de lo que supone el aperturista-, se clausura para asimilar bien (no se puede pasear uno ante la verdad como el paleto en el Museo del Prado). Y si se debe abrir de nuevo, no es para vomitar la verdad ya poseída, sino para enriquecerla con nuevas verdades, que, si son ciertamente verdad, no se opondrán a la primera, antes bien la iluminarán más todavía. Pero esa nueva luz más poderosa no surgirá sin antes haber cerrado la mente con la voluntad, con una voluntad que ame tanto la verdad nueva como la antigua y que, por ello, determine el asentimiento de la mente a lo que ha comprendido ser verdad incuestionable. Sin esa fijeza en lo que es verdad, sin ese inmutable asentimiento, el hombre no pasa de ser una cabeza vacía, siempre estupefacta, de la que puede esperarse en cada instante cualquier desatino.

El “aperturismo” aquí presentado es un claro síntoma de languidez espiritual, cuando no un estado patológico de la mente que se instala morbosa en la duda; la cual, por lo demás, preciso es reconocerlo, tiene la ventaja de zanjar cualquier compromiso. La apertura razonable es la del que nunca se niega a reconocer una verdad, venga de donde venga, de los contemporáneos o de los más antiguos pensadores, pues una verdad descubierta, si es verdad -si es afirmación conforme a la realidad-, será verdad siempre. Pero, vayamos por pasos. Proclamemos que el hombre ha de ser “buscador incesante”.

Pero en ningún momento somos buscadores sin que conozcamos ya qué es la verdad en general y un buen puñado de verdades fundamentales. Desde el instante que nos proponemos buscar, sabemos que la verdad es lo que es, como asienta la definición clásica, la de Agustín y de Tomás; y que, siendo verdad, sigue siendo verdad, aunque se piense al revés, por decirlo al modo de Machado. Sabemos que las cosas son, y que son de tal modo, que nosotros podemos conocerlas; y que las conocemos de tal manera, que nuestro conocimiento las deja intactas; que son como son y sería vano pretender transformarlas con el pensamiento, justo porque son como son, con independencia de que yo las piense o no. Sabemos que nuestro entendimiento alcanza la verdad de las cosas y su propia verdad, cuando conoce conforme a la realidad.

Todo ello es ya una importante sabiduría que nunca poseerá el animal y, sin embargo, nosotros la tenemos desde nuestra infancia, desde el momento en que nos proponemos conocer o averiguar algo. Desde entonces somos ya virtuales conocedores de toda verdad asequible a la humana razón. Sabernos que las cosas son, y que nosotros somos y que podemos ir conociendo las cosas. No somos, por decirlo gráficamente, buscadores “de” la verdad (como si la buscáramos antes de conocer, partiendo de cero), sino buscadores “en” la verdad, que procedemos desde evidencias inmediatas a verdades más hondas y complejas.♦
Blogs Hazte Oir

jueves, 7 de enero de 2010

Visión sobrenatural

"¿Qué quieres que haga por ti?». Esta es la pregunta que Jesús hace a Bartimeo, el ciego que pedía limosna a las afueras de Jericó. Pero de algún modo también es la pregunta que hace a todo ser humano que se dirige a Él con fe cuando está atravesando un mal momento en la vida. «Señor, que pueda ver» responde Bartimeo y es la súplica que también todos podríamos hacer a Cristo, pues en el fondo, lo que más necesita el hombre es poder vivir la vida con visión sobrenatural, es decir, interpretar la historia personal, los acontecimientos que nos afectan cada día desde la fe, desde la conciencia clara de que hay un plan de Dios para cada ser humano y que con la ayuda de la gracia, todo lo que nos va ocurriendo en la vida, incluso lo más doloroso nos ayuda a crecer en el amor y a llegar a la meta que es el Cielo.

Es curioso que muchas veces nos ocurre como al ciego de Jericó: nos quedamos sentados al borde del camino de la vida, los acontecimientos nos bloquean y somos incapaces de seguir caminando hacia nuestra meta, perdemos el sentido de la vida y nos ponemos a pedir limosna a los demás pensando que los hombres pueden solucionar nuestros problemas más profundos. Pero estamos muy equivocados: sólo Jesús de Nazaret es capaz de dar una respuesta convincente a nuestros interrogantes. Sólo desde la fe en un Dios que es siempre amor encontraremos las fuerzas para no rendirnos y seguir el camino que la vida nos propone y que nosotros no elegimos. Qué difícil es vivir sin fe, sin apoyarse en unos sólidos motivos que nos ayudan a superar, con la ayuda de Dios, todas las dificultades personales, familiares o sociales. La fe es un tesoro que debemos guardar y cultivar, pues nos otorga la visión sobrenatural".
Jesús Higueras. Abc.es
La dificultad de vivir sin fe

miércoles, 6 de enero de 2010

martes, 5 de enero de 2010

Aborto, no

"El día 26 de octubre Bibiana Aído utilizó el discurso de siempre par defender una ley que, como se ha podido evidenciar a lo largo de este año, ha sido rechazada por un sector mayoritario de la sociedad española. Muchas de las cosas que dijo ya han sido rebatidas en una entrada previa en este blog, pero me gustaría enumerar otras tantos que no tienen tampoco ninguna base y que no son más que mentiras para justificar al muerte y el dolor de miles de seres humanos. Son estas:

1.- Es una ley demandada en su origen: no es verdad. Así lo demuestran las últimas encuestas y las manifestaciones convocadas en este año. El gobierno sabe que España no demanda una ley de plazos, y por eso no la llevó en su programa electoral. En todo caso es una ley demandada por los negociantes del aborto.

2.- Ley cargada de razones, propuestas contrastadas: no es verdad. Es una ley propuesta por un comité compuesto en su totalidad por personas probaortistas

3.- El aborto es un derecho de la mujer: no es verdad. No está contemplado en ninguna declaración de derechos humanos. No existe el derecho a matar, existe el derecho a la vida.

4.- El aborto como en el contexto de la salud sexual y reproductiva: no es verdad. El aborto no es bueno para la salud de la mujer sino que la daña enormemente.

5.- Esta ley acabará con inseguridad jurídica de las mujeres: no es verdad-no han sido encarceladas la mujeres por abortar. -Esta ley no evitará que las mujeres sean interrogadas e investigadas dado que también establece límites para abortar. -El cumplimiento de la ley no genera inseguridad jurídica.-El coladero de la salud psicológica sigue existiendo (por tanto también seguiría existiendo la inseguridad jurídica)

6.- Con esta ley disminuirá el número de abortos: no es verdad. El aborto aumentará porque se convierte en una prestación más de la seguridad social y porque la ley sigue sin proponer ayudas a las mujeres embarazadas.

7.- El sistema de plazos no descuida la protección de la vida prenatal: no es verdad. Supone que un tercero puede disponer de la vida del hijo concebido y puede acabar con ella por el motivo que desee.

8.- Se contemplan supuestos claramente definidos: no es verdad.

-persiste el ambiguo supuesto del riesgo para la salud psicológica, que seguirá siendo un coladero a partir de la semana 14.

-en caso de malformación no se establece ni siquiera un listado de malformaciones (se podrá abortar por un labio leporino o la falta de dos dedos, como hasta ahora)

-caso de enfermedad incurable o muy grave (sin límite de edad gestacional): vuelve a ser de gran ambigüedad por no especificar patología alguna. La gravedad dependerá de la opinión subjetiva del médico examinador (que el gobierno pretendía que fuera siempre proabortista

9.-Esta ley permitirá que las mujeres puedan tener una actitud responsable ante la maternidad: no es verdad. Una vez se está embarazada, la responsabilidad consiste en seguir adelante con la vida de ese ser, aunque luego puedan darlo en adopción .

10.- Esta ley busca el equilibrio: no es verdad. No cabe mayor desequilibrio que el hecho de que la vida del más débil en este caso el hijo, quede a merced de la decisión de un tercero. Uno de los dos siempre muere.

11.- Esta ley evitará la clandestinidad: no es verdad. Las cifras de aborto clandestino y complicaciones del mismo dadas en España son falsas y no concuerdan con la tasa de mortalidad materna".

Gador Joya. Blog de HO

lunes, 4 de enero de 2010

Doblepensar

Es una palabra inventada que aparece en la novela 1984, de George Orwell.

Según el propio autor, el doble pensar, como herramienta de dominación, se puede definir de la siguiente manera:

Doblepensar significa el poder, la facultad de sostener dos opiniones contradictorias simultáneamente, dos creencias contrarias albergadas a la vez en la mente. El intelectual del Partido sabe en qué dirección han de ser alterados sus recuerdos; por tanto, sabe que está trucando la realidad; pero al mismo tiempo se satisface a sí mismo por medio del ejercicio del doblepensar en el sentido de que la realidad no queda violada. Este proceso ha de ser consciente, pues, si no, no se verificaría con la suficiente precisión, pero también tiene que ser inconsciente para que no deje un sentimiento de falsedad y, por tanto, de culpabilidad.

El doblepensar está arraigado en el corazón mismo del Ingsoc, ya que el acto esencial del Partido es el empleo del engaño consciente, conservando a la vez la firmeza de propósito que caracteriza a la auténtica honradez. Decir mentiras a la vez que se cree sinceramente en ellas, olvidar todo hecho que no convenga recordar, y luego, cuando vuelva a ser necesario, sacarlo del olvido sólo por el tiempo que convenga, negar la existencia de la realidad objetiva sin dejar ni por un momento de saber que existe esa realidad que se niega... todo esto es indispensable.

Incluso para usar la palabra doblepensar es preciso emplear el doblepensar. Porque para usar la palabra se admite que se están haciendo trampas con la realidad. Mediante un nuevo acto de doblepensar se borra este conocimiento; y así indefinidamente, manteniéndose la mentira siempre unos pasos delante de la verdad. En definitiva, gracias al doblepensar ha sido capaz el Partido —y seguirá siéndolo durante miles de años— de parar el curso de la Historia.

Fragmento del libro ficticio "Teoría y práctica del colectivismo oligárquico" de Emmanuel Goldstein

sábado, 2 de enero de 2010

Crucifijos

En los últimos días han corrido ríos de tinta y millones de bytes sobre el tema de la pretensión gubernamental de retirar los crucifijos de las escuelas y locales públicos. Parece que ya se ha dicho todo, a favor y en contra del asunto. Los argumentos de tipo ideológico, religioso, político y social ya están bastante definidos por parte de los defensores de ambas posiciones. Yo estoy del lado de los que defienden la presencia de los crucifijos y suscribo las razones de peso ya explicadas por otros, que apelan a la libertad religiosa y de culto, y a la preservación de nuestra identidad cultural.

Por eso, no voy a repetir ese tipo de argumentos, que han sido expresados en los medios por diversas personas y entidades, mucho mejor de lo que yo sabría hacerlo. Abordaré el tema desde una perspectiva diferente, la que me compete como pedagogo. Voy a hablar de los beneficios educativos de la cruz y de su presencia en las aulas escolares. De pasada comentaré algunas de las causas esenciales del deterioro de nuestro sistema educativo, que tanto alarma a quien tiene dos dedos de frente. Veremos la relación entre el rechazo a la cruz y la catástrofe educativa que sufrimos.

Empezaré a saco: determinados sufrimientos son necesarios y, aprender a encajarlos, es esencial para la vida. La cruz simboliza el sufrimiento y la muerte, así como, sobre todo, la victoria de Jesucristo sobre ambas cosas, a las que se entregó para salvarnos, abriendo un camino a su través, que cualquiera puede recorrer agarrado de su mano. La cruz expresa aquello que nos supone dolor, frustración, malestar, sacrificio, todos esos aspectos de nuestra existencia que quisiéramos apartar de un plumazo, aquello que nos limita, nos limita, nos fastidia y no comprendemos ni aceptamos.

No es que el sufrimiento sea bueno en sí mismo. Pensar o sentir así es puro y duro masoquismo o sadismo. Pero, por una parte, es inevitable que nos sobrevenga en la vida y, por otra, es necesario en una cierta medida. Sin duda alguna, una de las más nobles empresas humanas es trabajar por eliminar o paliar los sufrimientos de nuestros semejantes. Permanecer impasible ante el sufrimiento propio o ajeno es estúpido e inhumano. Y causarlo de forma intencionada, mucho peor todavía. Pero estas afirmaciones no son un criterio absoluto y sin excepciones, como trataré de explicar.

El sufrimiento, la cruz, alcanza a todo ser humano a lo largo de su vida, por mucho que se empeñe en evitarlo o escapar de él. Todo el mundo tiene problemas, a todos se nos mueren seres queridos, nadie se libra de sufrir reveses, contratiempos y frustraciones. ¿A quién no le duele algo alguna vez? Para poder vivir es necesario aprender a encajar estas adversidades sin desequilibrarse demasiado. Hoy en día, los psicólogos llaman a esta imprescindible capacidad: resiliencia. Toda la vida se le ha llamado entereza de carácter o fortaleza interior, pero esto suena hoy demasiado “a cirio”. Se llame como se llame, para vivir es necesaria la capacidad de sufrimiento.

El hedonismo que domina la sociedad actual ha provocado una huida masiva de todo lo que no sea placer, inmediato además. Muchos padres educan a sus hijos entre algodones, evitándoles hasta extremos neuróticos todo tipo de contrariedades y frustraciones, inundándolos de regalos que nunca se han ganado, dándoles todo gratis y sin esfuerzo, sin corregirles para que no se enfaden, tratando de que no tengan que sufrir por nada ni por nadie. Están creando una generación de dictadorzuelos, de “campeones”, de “reyes de la casa”, que en cuanto se asoman al duro mundo circundante, se desmoronan.

Los padres tienen la obligación de proteger a sus hijos -lo contario es incluso un delito punible- pero no deben sobreprotegerlos. La palabra “mimado” significa etimológicamente “estropeado”. Cuando estos niños estropeados se deprimen ante el menor contratiempo o comienzan a mostrar problemas de conducta, los padres se quedan sorprendidos: “Pero, si le hemos dado siempre todo lo que ha querido, ¿por qué actúa ahora así?”… El “rey de la casa”, en el colegio se ha encontrado con otros veinte mozalbetes que también son soberanos. Y en tan poco espacio no caben tantos monarcas absolutos. La frustración, la rabieta y las reacciones depresivas o agresivas están servidas entre estos reyes destronados.

El constructivismo, el modelo pedagógico que impregna todo nuestro sistema educativo, mal entendido y peor aplicado, ha menospreciado durante ya casi cinco décadas los valores del esfuerzo, del sacrificio, de la voluntad, de la disciplina, de la renuncia y de la constancia. Partiendo del “buenismo” -enraizado en el optimismo pedagógico de origen roussoniano- se ha colado en la educación la idea de que el aprendizaje no precisa esfuerzo, ni nada desagradable o penoso, sino que el niño lo realiza él solito, de forma natural, como un juego siempre divertido. Y luego nos escandalizamos de estar a la cola de Europa en diversos aspectos educativos.

Estamos en la era de los patinazos académicos, por mucho que se quieran disimular con normativas de promoción que casi regalan los títulos. Los niños, en educación infantil y primaria, apenas aprenden hábitos de trabajo y estudio. Cuando llegan a la ESO, para desesperación de sus profesores, no saben dar un palo al agua. Y comienzan los problemas, porque los currículos se complican, el trabajo esforzado y persistente se hace cada vez más necesario y enseguida se advierte que es demasiado tarde para comenzar a adquirir esos hábitos. Pese a las adaptaciones y las promociones facilonas, el fracaso y el abandono están haciendo estragos.

No hay aprendizaje completo, ni desarrollo de la madurez personal, sin asumir con coraje una cierta medida de sufrimiento. Aprender no sólo cuesta esfuerzo, sino que debe costarlo para que tenga solidez y eficacia educativa. Lo que no se alcanza con sacrificio y constancia, no se valora, no produce verdadera satisfacción personal y no realiza para nada a la persona. El gran error de la pedagogía moderna, que ahora ya no se sabe ni como remediar, es ese pensamiento débil y buenista que ha querido convertir la educación en un mero jueguecito, exento de elementos que cuestan, de tener que “hincar los codos” y de sufrir un poquitín para aprender.

Por desgracia, la cruz gloriosa de Jesucristo, aquel que fue el hombre completo, el hombre total (“Ecce Homo”: he aquí el hombre), capaz de asumir la realidad integral, tomar la vida en peso sin escapar de los momentos difíciles y entregar hasta su propia vida amando a sus enemigos, aquel que tomó sobre sí todos los sufrimientos de la Humanidad por amor a todos y cada uno de los seres humanos, hace muchos años que desapareció de los colegios, aunque en algunos aún esté colgado el símbolo de madera. El aciago día en que se decidió arrancar de la educación el sentido del sufrimiento, los crucifijos ya fueron expulsados de las aulas.

Quitar lo que queda, los símbolos externos, es sólo rematar una trágica faena que se programó e inició hace siglos. Un gravísimo e intencionado error que ha herido de muerte a la educación en todo occidente. No hay una imagen que represente mejor lo que es el amor, el valor, el perdón, la entrega, el esfuerzo, el sacrificio, la audacia, el coraje, la fortaleza, la coherencia… Ni sus versiones modernas, como la resiliencia, la resistencia a la frustración, el autocontrol de sí mismo, la solidaridad con los que sufren… No hay mejor símbolo pedagógico para una escuela que la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo.
Blog HO de José Sáez

viernes, 1 de enero de 2010

Emotivismo

Una de las razones importantes por las que se rompen tantos matrimonios es la excesiva importancia que se da a los sentimientos. Hay personas que piensan que lo fundamental de ser persona es el sentimiento, es más, que somos sentimiento.

¿Dónde está la libertad interior? La capacidad de tomar decisiones más allá de lo que sentimos. Quizás es que vivimos en una sociedad excesivamente adolescente e inmadura. Si hace buen tiempo nos sentimos bien y si no es así nos sentimos mal y, además, le echamos la culpa de lo malo que nos pasa.

Hace tiempo leí en un libro que lo que nos hace daño no es lo que nos sucede sino nuestra respuesta a lo que nos sucede. Un buen hábito sería acostumbrarnos a asumir la responsabilidad de lo que hacemos, dejar de lamentarnos de lo mal que están las cosas y de lo que hacen otros, preguntarnos qué puedo hacer y tomar las riendas de nuestra vida y "tirar palante".
Blog HO de Aníbal Cuevas