Una de las razones importantes por las que se rompen tantos matrimonios es la excesiva importancia que se da a los sentimientos. Hay personas que piensan que lo fundamental de ser persona es el sentimiento, es más, que somos sentimiento.
¿Dónde está la libertad interior? La capacidad de tomar decisiones más allá de lo que sentimos. Quizás es que vivimos en una sociedad excesivamente adolescente e inmadura. Si hace buen tiempo nos sentimos bien y si no es así nos sentimos mal y, además, le echamos la culpa de lo malo que nos pasa.
Hace tiempo leí en un libro que lo que nos hace daño no es lo que nos sucede sino nuestra respuesta a lo que nos sucede. Un buen hábito sería acostumbrarnos a asumir la responsabilidad de lo que hacemos, dejar de lamentarnos de lo mal que están las cosas y de lo que hacen otros, preguntarnos qué puedo hacer y tomar las riendas de nuestra vida y "tirar palante".
Blog HO de Aníbal Cuevas