lunes, 30 de noviembre de 2009

Capitalismo y comunismo

Algunos han empezado a decir que el capitalismo no funciona, cuando lo cierto es que es el sistema natural que regula las sociedades humanas desde hace miles de años. En el momento en que alguien fabrica algo y otro es cazador, por ejemplo, e intercambian sus productos, ahí tenemos la base del sistema de libre mercado capitalista. Lo que ha ocurrido ahora no es culpa de Bush o de Aznar o de los empresarios, como quieren hacernos creer algunos. Es culpa de todo aquellos que cayeron en el consumismo en los tiempos de las vacas gordas. También es consecuencia de las medidas internacionales que bajaron el precio del dinero, haciendo posibles las llamadas hipotecas basura.

Hace veinte años los intereses bancarios estaban en el 16% y aún así pedían avales para conceder un crédito. La decisión repentina de conceder hipotecas y créditos personales a personas que no iban a poder pagarlos, produjo un agujero financiero que está en la base de la crisis que sufrimos. En cierto modo, se puede decir que es culpa de la buena voluntad bancaria. Y sobretodo de la gente que aceptó esos créditos innecesarios en muchas ocasiones, sabiendo que a la larga no iban a poder devolverlos. Querer extrapolar de eso que el sistema capitalista ha fracasado, es una aberración.

Cuando existe libertad es lógico que las personas tomen decisiones erróneas y que a unos les vaya mejor que a otros. Un mercado que se autorregula tiene periodos de ganancias y de pérdidas, pero lo normal es que se recupere pronto. Sin embargo, cuando los gobierno intentan intervenir y organizarlo todo a su manera, lo normal es que toda la economía se colapse, tal como puede comprobarse en los países comunistas. La caída del muro de Berlín y todo el telón de acero sacó a la luz la realidad de un sistema político que, no sólo causaba la pobreza de la mayoría de los ciudadanos (salvo los miembros del partido), sino que además atentaba continuamente contra los derechos humanos más básicos. No podemos olvidar la lección de la historia que demuestra que la ideología nunca debe imponerse al sentido común ni a las personas.

sábado, 28 de noviembre de 2009

La paciencia es una virtud

Uno de los problemas de nuestra época es que la gente ha perdido la capacidad de esperar. La televisión, los transportes modernos y el móvil nos dan la sensación de que todo puede conseguirse inmediatamente en el momento en que lo precisas. En otros lugares del mundo, sin embargo, conocen todavía la manera de dejar pasar el tiempo sin prisas. Tal vez lo ideal para nuestro modo de vida sería un término medio. El trabajo bien hecho requiere su tiempo, como también la pareja y el cuidado de los hijos. Precipitar las cosas, a menudo sólo sirve para acabar haciendo mucho y mal, en lugar de poco y bien hecho.

A lo largo de mi vida he comprobado que las cosas que valen la pena se hacen esperar. Lo que se consigue fácilmente suele ser efímero y poco valioso. Aprender un idioma de verdad, por ejemplo, requiere años de práctica. Ningún cursillo acelerado puede sustituir ese tiempo. También encontrar a la persona adecuada. Aquellos que se precipitan, por querer disfrutar cuanto antes de los placeres de una relación, es fácil que se equivoquen una y otra vez; hasta acabar perdiendo la ilusión y el interés por buscar. Mientras, aquellos que tienen paciencia, suelen conseguir su objetivo; sobretodo porque, con el tiempo, tienen más claro lo que están buscando realmente.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Educación y sanidad

Aunque estoy muy convencida de mi trayectoria vital, hay veces que no puedo evitar sentirme un poco tonta. Se supone que tengo derecho a educación y sanidad gratuita en España, pero yo llevo años pagando colegio y seguros privados. Esa es la razón de que muchas veces no lleguemos a fin de mes. Muchos estarán pensando que allá nosotros si queremos gastar dinero en cosas innecesarias. Sin embargo, yo creo que, teniendo hijos, no hay nada más necesario en que podamos invertir. Porque la educación de los hijos es un proyecto a largo plazo, y la sanidad es calidad de vida y garantía de salud.

Soy consciente de que, aquel que quiere estudiar, lo hace en un colegio público, aun cuando el ambiente no acompañe y tenga múltiples tentaciones. Pero, sin embargo, cuando uno es más bien distraído, necesita un profesor que esté encima asegurándose de que atiende. Los colegios privados no son intrínsicamente mejores de calidad que los públicos. La gran diferencia está en que mantienen vivos conceptos como la autoridad, el silencio, la disciplina y el respeto. Por esa razón, cualquier niño o niña tiene mayores posibilidades de sacar adelante sus estudios y conseguir sus objetivos en un centro privado que en uno público.

En cuanto a los médicos, hay mucha diferencia entre poder llevar a tu hijo a un dermatólogo inmediatamente o depender del dictado del médico generalista, que esté o no de acuerdo, y luego hacer la lista de espera. También es fundamental para mí haber podido dar a luz estando en una habitación privada, con la única compañía de mi marido, que tenía su propia cama a mi lado. Supongo que a mucha gente le da lo mismo, pero en mi caso creo que facilitó mucho las cosas para que la situación fuera más llevadera y la recuperación más rápida. Sólo por eso, ya me valía la pena el gasto.

Así que no veo qué problema pueden tener algunos con que otros decidamos "tirar" el dinero en sanidad y educación, teniendo en cuenta que no dejamos de pagar y contribuir al mantenimiento de la sanidad y la educación pública. Es decir, que, al no utilizar esos servicios, estamos además dejando libres más recursos que posibilitan la mejora de los centros públicos, al reducir el número de alumnos y la saturación de las salas de espera. Sinceramente, creo que sí que estoy haciendo el tonto, pero es mi problema, si prefiero gastar en eso el dinero antes que en viajes, electrónica o ropa. Me aseguro una educación más exigente para mis hijos y una atención más directa en medicina.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Miguel Grima: Las víctimas no son culpables

"Los vecinos de Fago dicen de él que era controvertido y mantenía desavenencias con algunos de los habitantes, que en ocasiones llegaron incluso a los tribunales. Pero sin duda, su acérrimo enemigo era Santiago Mainar, su rival socialista en las pasadas elecciones. Sus broncas habían terminado en los tribunales. Al parecer, todo se originó porque Mainar -ganadero y agente de protección de la naturaleza- se adueñó de una tubería pública, desviando el agua a su nave y desabasteciendo al pueblo en los veranos de 2003 y 2004. Hubo denuncia de por medio y el Ayuntamiento ganó. Luego vendrían más episodios de enfrentamiento"./www.elmundo.es/elmundo/2007/02/02

Miguel Grima no había dado motivos para que lo asesinaran. Simplemente intentaba hacer su trabajo lo mejor posible. La víctima era del partido popular y sus enemigos le odiaban por motivos ideológicos y económicos. No hay razón alguna que pueda justificar el asesinato, ni de ninguna manera se puede equiparar a criminales y víctimas o buscar razones donde lo único que hay es maldad y resentimiento. Tampoco se puede pretender que el asesino confeso es un pobre hombre que no sabe lo que hace. Están utilizando los mismos argumentos que eta. Ya he pasado por eso antes. Miguel Grima no era culpable de su asesinato; fue la víctima de un odio ideológico exacerbado. Me parece vergonzoso que se dé la impresión de que están juzgando y condenando a una persona después de haber muerto asesinado. Así empezaron en Bosnia.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Informe durex de bienestar sexual

"Un 55% de los encuestados hubiese querido aprender más sobre los aspectos emocionales del sexo, mientras un 44% sobre las relaciones en general y un 41% sobre las enfermedades de transmisión sexual".

Los jóvenes tienen información de sobra acerca de posturas sexuales y opciones varias. También tienen grabada a fuego la consigna de que el preservativo es infalible. Luego se encuentran con la sorpresa de un embarazo inesperado y, en un porcentaje muy alto se contagian de enfermedades de transmisión sexual. Entonces se preguntan ¿por qué nadie me advirtió de esto?

"Las enfermedades de transmisión sexual o ETS tienen como principal vía de transmisión el contacto sexual, por intercambio de fluidos, manipulación o mero roce de piel en la zona genital, también se pueden contagiar por una transfusión de sangre como se da en el caso de la hepatitis B o del VIH-Sida. Por semen y secreción vaginal se transmiten los virus y bacterias que producen el Sida, hepatitis B y C, gonorrea, chlamydias y tricomonas, mientras que por el mero contacto de la piel se transmite los condilomas (por Virus Papiloma Humano), herpes genital y sífilis en su etapa primaria". tusexualidad.info (Al menos, que esté demostrado, porque seguramente son más).

Me ha costado bastante encontrar esta información tan clara donde se reconoce que muchas enfermedades venéreas se transmiten por mero contacto con la piel, de manera que para protegerse habría que llevar un preservativo de los pies a la cabeza. Pero no interesa que se sepa esto porque hay enormes intereses implicados en favorecer la promiscuidad y no les importa lo más mínimo el riesgo consiguiente.

Los datos sobre aumento de ets y abortos son tan evidentes que no hace falta ni buscarlos. En cuanto a la parte emocional de la relación, la causa se encuentra en algo muy simple: somos animales mamíferos, pero también homo sapiens. Es decir, que no encontramos felicidad verdadera en cambiar de pareja sexual cada rato, como los conejos. Una persona necesita mucho más que la mera satisfacción física. Necesita sentirse valorado y apreciado, pero eso no lo enseñan en los manuales sexuales.

martes, 24 de noviembre de 2009

Mucha tontería

Cada año miles de personas se gastan grandes cantidades de dinero en tratamientos para adelgazar o dejar de fumar. Salvo en caso de enfermedad, el mejor método de adelgazamiento que existe es no comer. Que se lo pregunten a los africanos. En cuanto al tabaco, en tiempos existía algo llamado fuerza de voluntad. Yo lo dejé de repente y de eso hace veinte años. Todavía, cuando huelo el humo me apetece, pero me aguanto. Pero, claro, resulta mucho más interesante darse importancia con un tratamiento médico a base de pastillas, las cuales tal vez sean peor remedio que lo que pretenden curar. Ahora hay un remedio médico para todo, menos para la indolencia.

Confieso que soy culpable y ,últimamente, he descubierto que mis hijos también padecen ese vicio. El chico vino quejándose de que el agua de beber del gimnasio está recalentada. Cuando la mitad de la población mundial bebe de pozos de agua marrón... Y la chica me dice que se aburre, porque no le apetece ver ninguna de las más de doscientas películas que tenemos en casa. Y yo pienso, médico cúrate a tí mismo. Está claro que no he sabido transmitir mis ideas en mi propia casa. La batalla es larga pero seguiré luchando. La superficialidad nos ataca desde todos los frentes, y seguimos perdiendo el tiempo y el dinero en tonterías y quejándonos de cosas sin importancia.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Disfrazadas de Barbies

He ido a comprar sujetadores con mis hijas y ahora resulta que todos vienen con forma y con aro; pero eso no es lo peor, sino que también llevan relleno. Me pregunto qué sentido tiene que una niña de catorce años tenga que fingir una talla de pecho mayor de la suya. ¿Qué fue de la liberación de la mujer?. Como leí el otro día en un artículo, ahora resulta que tenemos que ser todas unas "pilinguis", o al menos parecerlo. Por supuesto, mis hijas no van a salir a la calle disfrazada de Barbies, porque espero que las valoren por su inteligencia y su personalidad, no por su perímetro torácico. El caso es que somos las propias mujeres las que alimentamos esta mentalidad a causa de la rivalidad femenina. Pero especialmente aquellas que se consideran a sí mismas modernas y liberadas, son las que más se prestan a este juego de belleza y seducción.

A mí me es indiferente si mujeres adultas quieren tener más pecho. Ya se descubrirá el engaño antes o después, digo yo. Pero que dejen en paz a las niñas, que deberían estar al margen de la atracción sexual. Con esto sólo se favorece la pederastia y las relaciones con demasiada diferencia de edad. Este verano he visto niñas pequeñas con minifaldas negras y escotes. Los niños deberían ser niños, y las adolescentes tienen un cuerpo que todavía se está formando. La obsesión por la talla pectoral provoca que muchas se acomplejen y quieran incluso operarse. Series como "sin tetas..." también han favorecido esa actitud. De hecho, todas las series juveniles españolas sirven a esa mentalidad, según la cual, ser atractivo es lo más importante y lo único que garantiza el bienestar y el éxito.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Prostitución

El oficio más antiguo del mundo es algo casi imposible de erradicar, mientras existan mujeres con necesidades económicas y hombres dispuestos a pagar por sexo. Sin embargo, que exista desde siempre, como el incesto, no quiere decir que sea algo admisible o recomendable. La inmensa mayoría de las prostitutas ejercen obligadas por las circunstancias o por alguien determinado. Muchas son tratadas como esclavas del sexo. La solución no creo que sea legalizar la prostitución o inscribirlas en la Seguridad Social. Eso sólo tendría el efecto de aumentar su número, igual que sucedió con las drogas blandas. No hay más que ver el caso de Holanda. La prostitución conlleva alrededor todo un entorno delictivo, donde la droga, la extorsión y la explotación infantil son algo intrínseco. No existe el comercio sexual inofensivo.

La prostitución hay que intentar erradicarla porque se trata de violencia contra la mujer. Las prostitutas, por supuesto, no disfrutan de su trabajo y además corren muchos riesgos para su salud y su integridad física. La prostitución no es un derecho más de las mujeres, sino un trabajo degradante e indigno. Por supuesto, no se puede ignorar que la mayor culpa en estos casos corresponde a los clientes, que utilizan sus servicios despreocupándose de las circunstancias que han llevado a estas mujeres a vender su cuerpo. Naturalmente, ellas fingen que no les importa porque les va en ello la supervivencia, a veces literalmente, pero no deberíamos dejarnos engañar por un truco tan viejo como el propio oficio. No entiendo cómo la sra. Aguirre ha caído en esa trampa.

viernes, 20 de noviembre de 2009

La tomatina de Buñol

Siempre me ha parecido una fiesta bastante absurda. Claro que, entre eso y los toros, prefiero la tomatina. Pero, cuando veo las toneladas de tomates rodando sobre la gente, los jóvenes aprovechando para hacer el bruto empujándose unos a otros, y la porquería que se arma; me dan ganas de emigrar al extranjero inmediatamente. El tomate es sano, muy rico y está lleno de vitaminas necesarias para una buena alimentación. Ahora, ya no es el tercer mundo, sino aquí en España, donde hay gente necesitada de toda clase de alimentos. En esta situación, malgastar esa cantidad de tomates para la diversión de unas horas, me parece algo inmoral.

Yo soy una defensora de las tradiciones que forman la identidad de un pueblo, como son su folklore, sus productos artísticos y su cultura. Pero las tradiciones que no aportan nada y avergüenzan a los demás deberían ser suprimidas por ley. O mejor aún, los propios habitantes de Buñol deberían pedir al alcalde que se suprima la fiesta, al menos en tiempos de crisis como los que vivimos. Para perder el control, romper las normas, emborracharse y pasar todo el día de juerga no es necesario tirar la cosecha de tantos agricultores. Al final, esa clase de fiestas son dejan de ser otra excusa para el desmadre. Pero con un método costoso y esperpéntico.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Ética y genética

Parece ser que existen unos llamados "biohackers" que se dedican a realizar experimentos genéticos por su cuenta sin ningún control. A eso le llaman "devolverle el poder al pueblo". Yo lo llamaría ser unos irresponsables. Con sólo que uno de sus juegos se les vaya de las manos podrían estar amenazando el futuro de toda la vida sobre la Tierra. Luego está la ganadora del Nobel de Medicina, Elizabeth Blackburn, que afirma que quiere mucho a su madre y a su hijo, mientras defiende la utilización de células madre embrionarias, porque "supone la posibilidad de curar, mejorar y sacar de la miseria a otros seres humanos". No sé si también piensa evitar la fealdad y el cambio climático...

Pero crear un embrión para luego matarlo, utilizando sus células, es algo inmoral fuera cual fuera el beneficio resultante, que todavía está por demostrar. De hecho las células embrionarias no han curado a nadie, como sí lo han hecho las de la grasa. Me preocupa mucho esta esta gente jugando a ser Dios y decidiendo por su cuenta quién tiene derecho a vivir y quién no. No será la primera vez que un visionario sacrifica miles de vidas intentando demostrar una teoría que no se podía llevar a la práctica, como el marxismo o el fascismo. Siempre ha habido locos peligrosos, pero ahora lo son mucho más que antes.

Como la naturaleza es sabia, sabe bien defenderse de semejantes ataques, volviéndolos contra quien los produce, pero lo malo es que nuestros hijos van a estar implicados en las consecuencias. Nadie sabe ya los productos químicos que estamos consumiendo en la alimentación, así como los que añaden a las cremas, jabones o la propia ropa. En lugar de animar esta investigación caótica y descontrolada, deberíamos estar de parte de nuestra salud. No se trata solo de problemas religiosos o morales, sino de simple sentido común. El equilibrio que la naturaleza ha establecido a lo largo de millones de años no se puede alterar a capricho de cada uno, y menos aún utilizando cadáveres humanos.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Mi maldición

Desde pequeña me dí cuenta de que algo no era normal en mí. Creo que veo más allá de las cosas y las personas. No se trata de telepatía, sino de aplicación de la lógica pura. En cualquier situación, hay una solución razonable, y, generalmente, es la única que cuadra. Otros se empezan en creer cosas inverosímiles, (como que el preservativo es la panacea que protege de todos los males), pero la solución sensata suele ser la correcta. Supongo que es a causa de mi coeficiente intelectual. Se puede decir que domino la inteligencia emocional en el sentido de empatía, de conocer de antemano las intenciones incluso de aquellos que desconocen que las tienen. Sin embargo, me falla la empatía inversa, porque soy incapaz de convencer a nadie. No sé si es mi lenguaje corporal o mi maldición, pero me he pasado la vida viendo venir los problemas, sin poder hacer nada por evitarlos. Simplemente no tengo credibilidad alguna.

Alguien afirma algo con total seguridad. Yo expreso mis dudas al respecto. Claro, no voy por ahí sentando cátedra. Tal vez ése es el problema. Así que nadie me toma en serio. Dirán: "ya está ésta con sus neuras". Pero lo peor no es eso, sino que, cuando el tiempo indefectiblemente acaba dándome la razón, nadie se acuerda de que yo ya lo sabía. Nunca he conseguido ese reconocimiento público. Lo más que he logrado es tener una ligera influencia positiva en los que me rodean. Es decir, conseguir que al menos no se metan en muchos problemas. Pero no encontraréis a nadie que diga: "Susana tenía razón". Algo tan sencillo... Porque lo cierto, aunque suene a soberbia, es que yo casi nunca me equivoco en mis conclusiones; pero da igual, porque ya me he hecho a la idea de que no me lo van a admitir. He nacido para ser un peón de ajedrez anónimo y despreciable, aunque tenga capacidad para decidir la partida.

martes, 17 de noviembre de 2009

Los niños de Torrevieja

Al respecto de la noticia de la muerte de dos niños por gripe A, parece ser que uno de ellos tenía otra enfermedad grave no diagnosticada y el segundo no murió de gripe sino de muerte súbita. Una vez más, las informaciones sobre esta enfermedad han sido manipuladas con fines dudosos.

La gripe más mortífera

"Vivo entre los pobres de los pobres, los últimos de la cadena, los que viven con menos de medio euro al día y tienen una esperanza de vida al nacer de 40 años. Son pobres de la selva africana, pobres felices o, al menos, pobres que saben sacar el jugo a su corta vida y la viven con intensidad. He estado hace poco en España y he oído dos palabras que os están poniendo contra las cuerdas: crisis y gripe A (H1N1). No puedo evitar el pensar en ciertas comparaciones entre el mundo rico, angustiado por una crisis temporal que disminuye su renta per cápita y alarmado por la gripe A, y la vida de la gente con la que vivo mi día a día, envuelto por millones de metros cúbicos de verde selva. He ido por las calles de Córdoba con un grupo de Cáritas repartiendo bolsas de comida en hogares con el agua al cuello por la crisis, pero nunca se puede comparar con la vida del que tiene una sola camisa para todo el año y la lleva puesta cuando su hijo se muere de diarrea y él no puede hacer nada porque no tiene medicinas, ni dinero para comprarlas, ni hay una zona de urgencias a donde ir.

Un solo fallecido por la gripe A conlleva una carga de sufrimiento para él, para su familia, para sus amigos. Ochocientos fallecidos son muchos y el volumen de sufrimiento mayor. Por los casi 40.000 niños que mueren de hambre en el mundo o a consecuencia de enfermedades agudizadas por el hambre y el debilitamiento de su persona, el sufrimiento su multiplica por mil. Yo los veo morir cada día. Es la gripe del hambre. De la gripe A no he visto morir a nadie, sólo he leído en los periódicos que hay más de 800 muertos en todo el mundo, España incluida. De la gripe del hambre, o la de la malaria, o del sida o de la lepra, se apagan vidas por centenares sin hacer ruido. Basta con abrir el libro de las lágrimas de mi pueblo para darse cuenta de dónde está la peor gripe aunque no se hable de ella en los periódicos. Cantidades ingentes de dinero están siendo destinadas a acumular antivirales para luchar contra la gripe A el próximo invierno. Contra las gripes de mi pueblo, muchos han tirado la toalla.

He leído una publicidad que decía: “¿Te imaginas 400 años de crisis?” Hay países en el mundo que no necesitan echarle tanta imaginación. Uno de ellos es Centroáfrica. Mi pueblo sigue llorando porque aquí la vida está muy barata y se muere por muy poco. Sólo en el proyecto huérfanos en la ciudad de Bangassou (de 25.000 habitantes) tenemos 1.800 niños. Hemos escolarizado a más de 5.000 alumnos para que aprendan a luchar por sobrevivir. Sus lágrimas no aparecen en los periódicos. Ya dice el proverbio que cuando el pez llora en el agua nadie se da cuenta de su sufrimiento. Encontré un ecologista en Madrid que dedicaba mucho de su tiempo a luchar, gritar y escribir por salvaguardar los nidos de las cigüeñas de Castilla. Trabajo loable, sobre todo para un ecologista. Luego, cuando me explicó que él era favorable al aborto y que estaba de acuerdo con una ministra que opina que hasta las 12 semanas el feto no es una vida humana sino un ser vivo, me dejó chafado. Salvar nidos merece la pena. Vidas humanas, no merece su esfuerzo. ¡Menudo ecologista! En mi selva africana estos pensamientos sonarían huecos.

Centroáfrica es un canto a la vida, sobretodo humana, aunque dure sólo hasta los 39 años, y el amor al hombre conlleva también un respeto por la naturaleza en donde el hombre vive y encuentra su entorno. Manos Unidas no se deja engañar y sabe dónde dirigir la flecha y dónde está la diana. Las comparaciones son odiosas pero pueden iluminar comportamientos".

Juan José Aguirre
Misionero español que trabaja
desde hace tres décadas en la República Centroafricana

Basta con abrir el libro de las lágrimas
de mi pueblo para darse cuenta
de dónde está la peor gripe aunque
no se hable de ella en los periódicos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

La vacuna de la gripe A

He estado viendo unos videos de una doctora en medicina catalana que ahora es monja. Están en unas páginas llamadas "campanas por la gripe" en youtube. La verdad es que en principio pensé no escribir sobre ello porque las conclusiones que saca en el último momento me parecen disparatadas. Me refiero a comparar este tema con la campaña de insultos contra Aznar que siguió al 11m y ponerlo de ejemplo de movilización ciudadana. Alguien que aprueba algo así, no me parece muy de fiar.

Sin embargo, no puedo ignorar que el tema de la gripe A es muy preocupante. No tanto por la gravedad de la enfermedad que ya se ha comprobado que es menor a la de la gripe común, sino por las connotaciones políticas. El hecho de la que la Oms declarara un estado de pandemia nivel seis cuando los hechos no justificaban tal cosa, ya da mucho para pensar. Pero parece ser que poco antes de aquello se descubrió por casualidad una inmensa partida de vacunas contaminadas que sí que hubieran provocado una gran mortalidad si hubieran llegado al mercado.

Todo ello lleva a pensar que realmente existía la intención de provocar una enfermedad que hubiera causado millones de muertos. No es la primera vez que alguna secta o grupo ecologísta radical afirma que el mayor enemigo del planeta Tierra es el propio hombre y que deberíamos disminuir la población humana para proteger el medio ambiente, parar el cambio climático y toda esa clase de historias. Detrás de esas bonitas palabras se oculta el delito de genocidio, igual que ha sucedido antes con ideologías como el nazismo o el marxismo.

Ahora que empieza la vacunación voluntaria para la gripe A, no me quedo tranquila sin recomendaros que no os pongáis la vacuna a ser posible. Parece ser que en esta ocasión los efectos secundarios pueden ser realmente graves porque se ha aumentado de forma artificial la reacción inmunológica a los virus, todo ello suponiendo que realmente se trata de gérmenes debilitados y no pueda haber otra vez una partida de vacuna manipulada. De ser así, sólamente nos enteraríamos a posteriori cuando ya la Oms tuviera la excusa necesaria para declarar una vacunación obligatoria universal.

Aunque parezca algo de pesadilla o de película de ciencia ficción, no está de más estar advertido. Yo desde luego no pienso probar esa vacuna, ni mucho menos en dos dosis, ni ponersela a mis hijos. Mis padres se la quieren poner, cuando en teoría están ya inmunizados por ser mayores de sesenta años. Hay muchos puntos oscuros en este tema, demasiados para que sea pura casualidad. Mientras tanto en el resto del mundo millones de personas siguen muriendo de enfermedades reales mientras no se dedica ningún tiempo ni dinero a ayudarles, tal vez porque pobres hay muchos y sobran.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Muy importante

“Movilízate por la selva” es una campaña de reciclaje de móviles lanzada por el Instituto Jane Goodall España, con el apoyo de la primatóloga y conservacionista Jane Goodall, embajadora del Año del Gorila 2009, Premio Príncipe de Asturias 2003 y Mensajera de la Paz por Naciones Unidas.

La campaña ofrece a l@s ciudadan@s una forma sencilla y gratuita de aportar móviles en desuso (en funcionamiento o no), lo cual permitirá:
-reutilizar terminales y reducir la insostenible demanda de sus componentes.
-reciclar elementos útiles y disponer adecuadamente de materiales tóxicos, evitando la contaminación del medio.
-recaudar fondos para proyectos de apoyo al desarrollo de ciudadanos congoleños, y a los programas de educación y conservación en R. del Congo, como el del Centro de Recuperación de Chimpancés de Tchimpounga. Allí, el Instituto Jane Goodall cuida de más de 140 chimpancés rescatados, la gran mayoría llegados en pésimas condiciones tras ser decomisados a cazadores, traficantes o particulares.

Extracción de coltán: Gran parte de las reservas mundiales de coltán utilizado en nuestra tecnología cotidiana, así como en la industria armamentística, se encuentran en el este de República Democrática del Congo, una zona de permanente conflicto donde se han producido millones de muertos y desplazados. La extracción de coltán emplea mano de obra semiesclavizada, y en la zona del célebre Parque Nacional Kahuzi-Biega afecta también a las ya amenazadas poblaciones de gorilas y chimpancés.

Fabricación de móviles: Nuestra gran demanda de coltán -ocasionada por la adquisición y renovación permanente de móviles, consolas y ordenadores-, dispara el precio de este mineral escaso (se llega a pagar 400 $/kilo) y lleva a conflictos bélicos, al empleo de mano de obra semiesclavizada , a la matanza de gorilas, chimpancés y muchos otras especies, y la degradación de su medio. Al mismo tiempo, nuestros crecientes desechos tecnológicos contaminan nuestro medioambiente. Un buen primer paso es disminuir nuestro consumo y aprender a reciclar.

Recicla tu móvil: Puedes reciclar gratuitamente tu/s móvil/es descargando la etiqueta pre-franqueada, pegándola en tu sobre y mandándolo por correo sin costo. También puedes dejarlo en un punto de recogida o solicitar recogida a domicilio. Descubre cómo hacerlo aquí. Podrás ganar apadrinamientos Chimpamig@s por un año. También puedes hacerte Agente Movilizador y ayudarnos a impulsar la campaña, para que entre todos logremos un impacto mucho mayor. Te necesitamos…

Educación, desarrollo y conservación: Donando tus móviles (funcionen o no) colaboras con los programas de conservación llevados a cabo en Congo por el IJG: campañas de educación, plantaciones, proyectos de desarrollo sostenible y el mantenimiento del Centro de rescate de chimpancés de Tchimpounga, perteneciente al Instituto Jane Goodall. Allí los chimpancés rescatados son atendidos por experimentados cuidadores, dirigidos por la veterinaria española Rebeca Atencia, y viven en grupos en un entorno natural, con salidas diarias al bosque, planeándose su futura reintroducción en la selva. Parte de su manutención se obtiene a través del programa de apadrinamiento Chimpamig@s

www.movilizateporlaselva.org

viernes, 13 de noviembre de 2009

Voices

En la Dos de televisión española suelen poner películas por la noche que no son comerciales, pero te hacen pensar. El otro día vi una llamada Voices, que trataba sobre la vida de un chico con esquizofenia. Sin embargo, no era un dramón, sino que resultaba muy natural. Esta enfermedad es una de las que más temo porque ha habido un caso en mi familia. Es la cruz de los superdotados. Aquí es donde recibiría algún comentario que, afortunadamente, me voy a ahorrar. Pero, se trata sobretodo de una gran historia de amor y sacrificio al máximo. Este chico tiene un hermano y los dos se quieren muchísimo, hasta el punto de que aquel deja a su novia por el esquizofrénico y, en un momento dado de la película le dice: "Me pasado media vida cuidando de nuestro padre alcohólico y ahora me voy a pasar la otra media cuidando de tí. Y sin embargo, ellos consiguen ser felices a su manera.

La protagonista de la película es una chica que se enamora del hermano enfermo. Es muy joven y está embarazada de su novio, pero se ha venido sola a Londres, dejando al novio en Glasgow, porque dan a entender que él quería que ella abortara. Sin embargo, a pesar de que se siente perdida y no sabe qué hacer, ella no piensa en ningún momento en abortar. Lo único que tiene claro en su vida es que quiere a su bebé. También quiere a ese chico extraño pero, cuando él deja la medicación y empeora su estado, decide hacer lo mejor para el niño y se vuelve a casa de sus padres. Una frase suya que me gustó fue: "Ya no pienso que acostarme con un chico sea la solución para los problemas". Su embarazo la ha hecho madurar y realmente ha sido algo positivo para su vida. Una bonita película y muy real.

jueves, 12 de noviembre de 2009

El muro de Berlín y el capitalismo

"Decir que todas las ideas son responsables es una barbaridad. No es responsable el racismo, el fascismo, el antisemitismo, el capitalismo... La banca, la ideología bancaria es la menos respetable". Guillermo Toledo. (Supongo que guarda su dinero debajo del colchón...)

Algunos han empezado a decir que el capitalismo no funciona, cuando lo cierto es que es el sistema natural que regula las sociedades humanas desde hace miles de años. En el momento en que alguien fabrica algo y otro es cazador, por ejemplo, e intercambian sus productos, ahí tenemos la base del sistema de libre mercado capitalista. Lo que ha ocurrido ahora no es culpa de Bush o de Aznar o de los ricos, como quieren hacernos creer. Es culpa de todos aquellos que cayeron en el consumismo en los tiempos de las vacas gordas. También es culpa de las medidas internacionales que bajaron el precio del dinero, haciendo posibles las llamadas "hipotecas basura".

Hace veinte años, los intereses bancarios estaban en el 16% y aún así te pedían avales para conceder un crédito. La decisión de los bancos de conceder hipotecas y créditos personales a gente que no podía pagarlas produjo un agujero financiero que está en la base de la crisis que sufrimos. En cierto modo, se puede decir que es culpa de los bancos, sí, pero de su exceso de buena voluntad.

Querer extrapolar de eso que el sistema capitalista ha fracasado es una aberración. Cuando existe libertad es lógico que las personas se equivoquen y que a algunos les vaya mejor que a otros. Un mercado que se autoregula tiene periodos de ganancias y de pérdidas, pero lo normal es que se recupere pronto. Sin embargo, cuando los gobiernos intentan intervenir y organizar las cosas a su manera lo normal es que todo el sistema se colapse, tal como pudo comprobarse en los países socialistas.

La caída del muro de Berlín y todo el telón de acero sacó a la luz la realidad de un sistema político y económico que, no sólo causaba la pobreza de la mayoría de la población, sino que además atentaba contra los derechos humanos más básicos. No podemos olvidar la lección de la historia, que demuestra que la ideología no debería nunca imponerse al sentido común y la voz de la experiencia.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Granjero busca plan

Por no decir algo más fuerte... Me preocupa mucho que esta clase de programas no sólo no esté desapareciendo en España sino que viva un auge que creo que tiene mucho que ver con el estado de la moral en nuestra sociedad. La primera edición de este reality parecía que sí tenía algo que ver con la función de buscar una esposa para un campesino solitario. Pero la segunda edición ya ha dejado muy claro desde el principio que no es precisamente el afán por formar una familia lo que les inspira.

Lo que realmente buscan estos personajes, aparte de fama y notoriedad es una relación sexual gratis, para variar, ya que parecen muy habituados a pagar por ellas. En cuanto a las candidatas está muy claro también que no echan de menos la vida sosegada del campo, el trabajo duro o el amor para siempre. No hay más que verlas para darse cuenta de que servirían igual para concursar en Gran Hermano o en cualquier programa de los que se dedican a buscar pareja como quien va al supermercado.

Se trata de juntar gente joven en buena forma y pletóricos de hormonas y animarles a que digan y hagan todo lo que se les pase por la cabeza. Lo único que recuerda realmente a una granja es que son como animales dentro del corral, oliéndose unos a otros para ver quién está más en celo en ese momento. Pero lo malo no es que existan programas como estos, sino que tengan tanto éxito. Da para pensar cómo hay gente capaz de seguir un formato que no tiene argumento, donde no se aprende nada, y cuya única finalidad es hacer de mirón con las vidas de otras personas.

Así como asistir a sus rencillas, envidias y demás emociones negativas. Para colmo, también suelen incluir a sus padres y otros familiares, quienes, no sé si de buena fe o por puro interés económico comentan las jugadas sexuales de sus hijos e intentan convencernos de que son los únicos puros en el escenario. Pero allí ya no queda nadie inocente. Se trata de una exhibición de lo más animal que pueda tener una persona, aumentado en el microscopio para gloria de las productoras y solaz de la gente que se regodea en la miseria humana.

martes, 10 de noviembre de 2009

La retirada de los crucifijos

Para De Prada la sentencia es un "arrebato de autodestrucción" que "disfrazado con los bellos ropajes de la libertad, reniega de los logros que han fundado su identidad":

"Detrás de esa retirada está el suicidio de Occidente, que ha decidido, como los alacranes asediados, inyectarse el veneno de su propio aguijón."

En un artículo publicado hoy en ABC, el escritor arranca los "ropajes" con que se presenta la sentencia para denunciar su carácter totalitario, diametralmente opuesto a la pretendida libertad que Estrasburgo dice defender:

"Eso que la propaganda denomina «victoria de la libertad» no ha sido sino victoria de la más feroz de las tiranías, que no es otra que aquélla que despoja a los seres humanos de su capacidad de discernimiento moral.

Las tiranías clásicas, ataviadas con los ropajes hoscos de la represión, al ejercer sobre las conciencias una violencia coactiva, aún permitían a sus oprimidos cierto grado de resistencia: pues todo expolio de lo que es constitutivamente humano genera en quien lo padece una reacción instintiva de defensa.

La nueva tiranía no actúa reprimiendo la conciencia moral, sino desembridándola, de tal modo que sus sometidos dejan de regir su conducta por la capacidad de discernimiento, dejan de ser propiamente humanos, para guiarse únicamente por la satisfacción de sus intereses y caprichos.

Y la nueva tiranía, ataviada con los bellos ropajes de la libertad, otorga a esos intereses el estatuto jurídico de «derechos», sin importarle que sean intereses egoístas o criminales; porque en la protección de tales intereses la nueva tiranía ha encontrado el modo de mantener a sus sometidos satisfechos.

Ya no son hombres, sino bestias satisfechas, porque han extraviado la capacidad para discernir lo que es justo y lo que es injusto; pero las bestias satisfechas en sus intereses y caprichos egoístas o criminales, además de adorarse a sí mismas, adoran a quien les permite vivir sin conciencia, pues si alguien les devolviera la capacidad de discernimiento la vida -su vida infrahumana- se les tornaría insoportable.

Y ésa es la razón por la que la nueva tiranía ordena la retirada de los crucifijos: constituyen un recordatorio lacerante de que hemos dejado de ser propiamente humanos. Nos recuerdan que nuestra naturaleza caída fue abrazada, acogida, redimida, perdonada por aquel Cristo que murió colgado de un madero.

Pero la noción de redención, como la de perdón, exigen una previa capacidad de discernimiento moral; exigen un juicio sobre la naturaleza de nuestros actos.

Y cuando alguien se niega a juzgar sus actos, por considerar que están respaldados por una libertad omnímoda, la presencia de un crucifijo se torna lesiva, agónica y culpabilizadora.

Y lo que la nueva tiranía nos promete es que podemos vivir sin ser redimidos ni perdonados, que podemos vivir sin culpa ni agonía; esto es, sin lucha con nuestra propia conciencia, por la sencilla razón de que hemos sido exonerados de tan gravosa carga.

La nueva tiranía nos promete que todo lo que nuestra naturaleza caída apetezca o ansíe será de inmediato garantizado, protegido, consagrado jurídicamente; lo mismo da que sean meros caprichos de chiquilín emberrinchado que crímenes infrahumanos como el aborto.

Frente a esta promesa de libertad omnímoda, el crucifijo aparece entonces a los ojos de esos hombres convertidos en bestias como una oprobiosa cadena: les recuerda que han renunciado a su verdadera naturaleza; les recuerda que esa naturaleza a la que han renunciado era su posesión más preciosa; les recuerda que Dios mismo entregó su vida por abrazarla. ¡Afrentoso recordatorio!"
Juan Manuel de Prada

domingo, 8 de noviembre de 2009

País de contradicciones

España es el país donde:

- Se puede consumir droga, pero no venderla. Entonces no existe el derecho a comprar droga.
- La prostitución es ilegal, pero existen prostíbulos y todo el mundo los conoce.
- Las niñas pueden abortar, pero no fumar ni ponerse un tatuaje sin permiso.
- Puedes comprar una bomba hormonal en la farmacia, pero no un antibiótico sin receta.
- Esta prohibido beber alcohol en la calle, pero todos saben que hay menores bebiendo.
- Quieren aumentar el nivel de inglés, cuando se está perdiendo el de español.
- Pasamos de tener demasiados médicos a tener que importarlos de otros países.
- Los hijos de los diplomados universitarios no aprueban la enseñanza obligatoria.
- Pasamos de "Reserva espiritual" a ser el destino del turismo desmadrado de Europa.
- Los padres tienen que pagar la pensión de sus hijos, pero no pueden salvarles la vida.
- Miles de parejas adoptan niños en el extranjero, mientras aquí los matamos.
- Los jueces no son imparciales porque los eligen los partidos políticos.
- Un día llaman a uno "hombre de paz" y otro día lo detienen por terrorismo.
- La oposición no se opone porque no quiere quedar mal con nadie.
- Pasamos de transmitir el cristianismo al mundo a que esté mal visto ser cristiano.
- Sólo se puede ser patriota con himno y bandera en acontecimientos deportivos.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Rebélate contra la pobreza

Es curioso por qué hay gente que piensa que tienen que declararse en contra del hambre, la pobreza, la guerra o el cambio climático. Tal vez suponen que los demás estamos a favor de todo eso. Por supuesto que nadie se va a manifestar pidiendo pobreza. Un acto así presupone que existe un culpable determinado a quien acusar de los problemas y, por desgracia, no es tan fácil. La pobreza en el mundo es consecuencia de múltiples factores culturales, históricos e incluso geográficos. Pero está empeorando con el tema del cambio climático.

"De Boer, que intervino en el Congreso de los Diputados el pasado mes de junio, defiende lo que denomina "un acuerdo equilibrado", consistente en que los países pobres se aprieten el cinturón debido a que, si su hipótesis climática fuera cierta, las naciones ricas se han excedido contaminando para enriquecerse. Claro que el representante de naciones Unidas disfraza su argumento de equitativo reparto:

"Si las naciones industrializadas estarán reduciendo entre un 25 y un 40 por ciento en 2020, pienso que ustedes, países en desarrollo, también en 2020 quizá podrían llegar al 15 por ciento."
El "cambio climático" supone un negocio redondo para los países contaminantes desarrollados:
1. Corta el flujo de ayudas a los países pobres porque se tienen que destinar a la mencionada hipótesis climática en las naciones desarrolladas.
2. Mantiene la dependencia de los países pobres.
3. Permite que los países desarrollados sigan vendiendo bienes y servicios a las naciones pobres, a las que previamente han convencido del cataclismo climático y luego han impedido que se sigan desarrollando".

Estoy de acuerdo en que realmente se gasta mucho dinero en tonterías y se hace poco por solucionar los problemas de los países pobres. Entonces nos corresponde a cada uno contribuir con lo que esté en nuestra mano, es decir, con las ongs. La política internacional de alto nivel y los intereses del comercio mundial es algo que no está en nuestra mano cambiar. Para salir de la pobreza, para empezar, los gobernantes de los propios países deberían estar interesados en ello y eso no suele ser así. Pero lo que es inadmisible es querer hacerles pagar por nuestros errores.

Los países de África que apenas cuentan con treinta años de vida independiente arrastran una serie de problemas endémicos que me temo que costará todavía decenios ir solucionando uno a uno. Precipitarse en cuestiones ajenas a menudo causa más perjuicio que beneficio, como se puede ver por la labor del Banco Mundial. Tampoco sirve de nada buscar culpables a toda costa, porque lo que hay que hacer es mirar hacia adelante y partir de la base de lo que se tiene.

Como dice la Encíclica "Caritas in veritate", para hacer el bien hay que partir de la verdad. No sirve hacer lo que nosotros consideramos bueno sin tener en cuenta las opiniones de los interesados o un análisis riguroso de todas las circunstancias. Todos los que hacen mal, lo hacen pensando que es un bien para los suyos (especialmente los terroristas islámicos), así que no hay que dejar que la emotividad guíe nuestros actos por encima de la reflexión.

Me temo que esta clase de concentraciones está formada por personas cargadas de resentimiento que buscan alguien a quien echarle la culpa de todo. Pero esa culpabilidad es compartida. Aquellos que consumimos productos de las internacionales o del todo a cien, que malgastamos energía comprando el derecho a contaminar de los pobres, o les vendemos armas en lugar de ayudar a su desarrollo; contribuímos a la pobreza, y por tanto no podemos ser juez y parte en este tema.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Pasión y carácter

Vivimos en una sociedad reprimida, pero no en el sentido sexual que le dan tantos, sino en un sentido pasional. Vivimos en el mundo del buen rollo, quedar bien y lo políticamente correcto, lo cual obliga a muchos a fingir que están de acuerdo o que les parecen bien cosas que realmente no les gustan. También supone que los padres tienen que ser amigos de sus hijos, ya que la amistad se ha convertido en algo mucho más valioso que la familia. Hay que ver el daño que ha hecho la psicología moderna. Por evitar traumas, hemos creado una sociedad desnaturalizada.

Se ha perdido el valor del auténtico respeto sustituyéndolo por las apariencias. De hecho se critica más que nunca, se ataca a los adversarios y a todo el que se sale de los cánones de la modernidad, pero sin embargo no está permitido enfadarse. Hacer burla, insinuar las cosas más terribles, reescribir la historia, negar los hechos, malinterpretar las intenciones; eso sí, está al cabo de la calle. Es una guerra soterrada donde gana aquel que consigue no inmutarse, no darse por aludido. No se puede tener carácter.

Incluso dentro de la pareja lo importante es no dar que hablar. Algunos se separan sin que nunca se les haya oído una palabra más alta que otra. Está mal visto discutir, pero no romper. Esa falta de pasión lo impregna todo en una sociedad donde vale más la última noticia sin importancia que la realidad del mundo. Gente que cree que tiene una vida intensa porque escribe muchos mensajes de móvil o tiene muchos amigos en el facebook. Gente que cree que trabaja mucho porque pasa diez horas al día fuera de casa.

Luego buscan esa pasión alimentándose de emociones fuertes, practicando la infidelidad por internet, viajando a lugares exóticos y caros, comprando de forma convulsiva, cambiando de pareja como de ropa. Intentan hacer algo que les recuerde que aún están vivos, que tienen emociones; intentan provocar la alegría y el sufrimiento de forma artificial y forzada. Como si la vida en sí no fuera suficiente cuando se vive con pasión y con carácter, cuando no se tiene miedo de decir lo que piensas, de demostrar que te importa tu pareja y tus hijos, aunque eso signifique llegar al enfrentamiento si es necesario.

Porque tener carácter significa estar dispuesto a luchar por lo que crees y no pretender simplemente llevarte bien con todos a cualquier precio. Porque ser apasionado implica no hacer la vista gorda cuando ves que la gente que quieres está tomando decisiones con las que no estás de acuerdo, está haciendo cosas que no te parecen bien. Porque ser buena persona no es decirle a todo el mundo que sí, mientras le criticas por la espalda; ni ser tolerante con todos, incluídos los criminales; ni hacerle la vida fácil a tus hijos, impidiendo que maduren. Intentar ser mejor cada día supone tener carácter y vivir la vida con auténtica pasión aunque eso te haga sufrir.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Aquí no se tira nada

De toda la vida en mi casa me enseñaron aquello tan anticuado de: lo que se pone en el plato, se come. Ahora en mi casa me resisto a tirar nada a la basura. La comida que sobra, si está en buen estado, la tomamos en una cena. Tenemos un sitio para guardar los plásticos, los cristales, las pilas, el papel y lo demás; y todo lo reciclamos. Cuando se acumulan cosas que ya no necesitamos, como los juguetes, buscamos alguna ong donde entregarlos. La ropa la llevamos a la parroquia, pero no lo utilizamos como excusa para tirar lo que no está de moda y reponer todo el vestuario, como hacen algunos. Tengo todavía cosas de hace veinte años que no se han estropeado demasiado. Sólo tiramos a la basura lo imprescindible.

Sin embargo, la mayoría de la gente no tiene esa clase de problemas de conciencia. Junto al contenedor de basura se pueden encontrar, por ejemplo, cochecitos de bebé en buen estado, por no tomarse el trabajo de venderlo y buscar a alguien que lo necesite. Luego dirán que están mal de dinero, pero hay que ver cómo tira la gente los muebles en cuanto se cansan de ellos. Cuando salieron las teles de pantalla plana, la basura estaba llena de las convencionales. Sin embargo, en casa no compramos una televisión hasta que no se rompió la anterior, que tenía ya veinte años y era bastante pequeña. Todavía llamamos al servicio técnico, aún sabiendo que por poco más podríamos comprar algo nuevo. Las cosas que se tiran a la basura no desaparecen, sólo dejamos de verlas.

martes, 3 de noviembre de 2009

Europa deprimida

En España murieron 3263 personas por suicidio en 2007 frente a 2741 en accidentes de tráfico. Parece ser en que, en los países del norte de Europa, están aumentando mucho las depresiones y los suicidios, especialmente en Francia, donde ya parece una epidemia. Sin embargo, en los países pobres practicamente no saben lo que es una depresión. Es como el tema de la alimentación: dicen que se muere tanta gente de hambre como de enfermedades derivadas del exceso de comida.

Así que, finalmente, todo mantiene un cierto equilibrio o justicia poética, que podríamos llamarle. Lo de las depresiones a mí no me extraña nada, fijándonos en unas sociedades que han sustituído el compromiso y la familia por el hedonismo y el individualismo. Cuando todo va bien y son jóvenes despreocupados es fácil ser feliz, pero cuando pasan los años y se encuentran sin un proyecto de futuro, naturalmente, se les cae el mundo encima.

Si a eso le añadimos excesos con el sexo, el alcohol y las drogas, que acaban pasando factura en su salud a largo plazo; tenemos jóvenes envejecidos de forma prematura y desmotivados hacia cualquier clase de relación personal. Treintaañeros con complejo de Peter Pan, divorciados varias veces buscando otra oportunidad más, padres de chicos sin problemas, pero muy problemáticos... Todo ello se combina con la falta de fe y solidaridad con el prójimo y de este cóctel sólo puede resultar una depresión.

Entonces algunas autoridades deciden que sale más barato y es más fácil ayudar a esas personas a morir que lo que sería indagar en las causas, ponerles tratamiento psicológico o cambiar su actitud ante la vida. Mientras, en los países pobres, siguen intentando evitar la muerte a causa de la guerra, el hambre o las enfermedades, y no les queda tiempo para arruinar sus vidas debido a su propia autocomplacencia.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Noventa, sesenta, noventa

Parece ser que han sacado una nueva serie española, cuyo argumento justifica la relación entre un hombre de cuarenta años y una chica de dieciseis. Decía el protagonista, Jesús Olmedo, que le parece muy bien, que el amor es imparable y hay que dejarse llevar. Una cosa es el amor y otra muy distinta el deseo sexual hacia una jovencita. Naturalmente, el hombre siempre sale ganando en este caso. Es la chica quien arruina su vida, metiéndose en una relación seria cuando todavía debería estar aprendiendo a vivir. Me parece de un cinismo increíble que quieran plantear eso como una historia de amor. No puede haber una relación igualitaria cuando uno de los dos no sabe todavía nada de la vida, porque no ha tenido tiempo para adquirir la experiencia necesaria. Es más bien una relación patológica donde se confunden la figura del padre, la admiración y el afán de control total. No existe verdadera libertad si ambos no están al mismo nivel de maduración psicológica.

Pero no puedo decir que me extraña ya nada, después de que otras series hayan abordado también este tema. Luego van diciendo que hay que tener cuidado con internet, porque los pederastas captan adolescentes por medio de las redes sociales. Pero, cuando se trata de tener audiencia, todo vale. Parece que estos productores no tienen hijas ni hermanas. En la otra cara de la moneda, he leído unas declaraciones de David Cantero, que me han gustado mucho: "Enamorarse es un proceso enriquecedor, que nos rejuvenece, pero pasa, Entonces, cuando pasa esa efusividad, es cuando hay que aprender a amar de verdad, a respetar y a valorar todo de ella". Es fácil dejarse llevar por el deslumbramiento inicial, pero hay que mantener la cabeza fría y pensar si esa relación merece la pena y les van a hacer felices a ambos. De otro modo, la pareja estará condenada al fracaso desde el primer momento y uno de los dos saldrá muy perjudicado.