Más del 50% de la población española de entre los 18 y 34 años, prefiere quedarse con la vida “mínimamente satisfactoria” que se reduce a beber, fumar y hacer el vago. Cada vez son más los que prefieren tener una vida “sin complicaciones”. La falta de, principalmente, ilusión de esta generación conlleva a las pocas ganas de planear un proyecto para su futuro que no sea ir de fiesta el fin de semana.
La crisis ha influido también en la opinión de los ni-ni, pues ahora se defienden en argumentos como: “Para que estudiar si no voy a conseguir trabajo”. A causa del desempleo de este porcentaje y de las pocas esperanzas de construir un proyecto para su futuro, se teme que la calidad de vida de estas personas quede reducida a su ámbito familiar o uno peor.
Este desánimo se va escampando entre estos jóvenes que, por encima del 80%, dicen estarsatisfechos con su vida. Este pasotismo epidémico está acabando con la naturaleza vital,optimista y con ese instinto de superación tan típico de los jóvenes.
Sólo existe una causa explicable a esta situación de desánimo y desilusión colectiva: el pánicoal compromiso, y es que el miedo a comprometerse con un proyecto de futuro que no podrán aplicar a su vida, pues sólo un 40% de los universitarios españoles son los que tienen un trabajo acorde con sus estudios, les hace escudarse en una actitud indiferente con el típico comentario de “estoy bien como estoy ahora, es mejor no arriesgarse”. Tan sólo prefieren tener placeres que están a su alcance, sin esfuerzos y sin compromisos de los que no saben si obtendrán algún provecho.
La única manera de eliminar el síndrome ni-ni es eliminar por completo el pasotismo y el desánimo colectivo y conseguir un destello de ilusión en estas personas, no es imposible, pero si difícil. El gobierno español debería plantear alguna solución para este grave problema. ¿Lo conseguiremos? Con duros esfuerzos, sí, lo conseguiremos.
http://blogs.hazteoir.org/hojovenes/2011/01/01/generacion-ni-ni
Por Elisabet Frauca Catalán, Voluntaria de HO Jóvenes Barcelona.
La crisis ha influido también en la opinión de los ni-ni, pues ahora se defienden en argumentos como: “Para que estudiar si no voy a conseguir trabajo”. A causa del desempleo de este porcentaje y de las pocas esperanzas de construir un proyecto para su futuro, se teme que la calidad de vida de estas personas quede reducida a su ámbito familiar o uno peor.
Este desánimo se va escampando entre estos jóvenes que, por encima del 80%, dicen estarsatisfechos con su vida. Este pasotismo epidémico está acabando con la naturaleza vital,optimista y con ese instinto de superación tan típico de los jóvenes.
Sólo existe una causa explicable a esta situación de desánimo y desilusión colectiva: el pánicoal compromiso, y es que el miedo a comprometerse con un proyecto de futuro que no podrán aplicar a su vida, pues sólo un 40% de los universitarios españoles son los que tienen un trabajo acorde con sus estudios, les hace escudarse en una actitud indiferente con el típico comentario de “estoy bien como estoy ahora, es mejor no arriesgarse”. Tan sólo prefieren tener placeres que están a su alcance, sin esfuerzos y sin compromisos de los que no saben si obtendrán algún provecho.
La única manera de eliminar el síndrome ni-ni es eliminar por completo el pasotismo y el desánimo colectivo y conseguir un destello de ilusión en estas personas, no es imposible, pero si difícil. El gobierno español debería plantear alguna solución para este grave problema. ¿Lo conseguiremos? Con duros esfuerzos, sí, lo conseguiremos.
http://blogs.hazteoir.org/hojovenes/2011/01/01/generacion-ni-ni