(...) "No era sostenible. Quizá por eso, el mundo virtual nos sorprendió el año pasado con una aplicación que, por primera vez, no promete una manera más rápida, profunda o realista de conectarte a tus seres queridos, de conocer almas gemelas o de colaborar en proyectos que cambiarán el mundo, sino ¡todo lo contrario! La web 2.0 suicide machine promete liberarte de todas esas obligaciones para que, poco a poco, vuelvas a leer libros, visitar a tu madre y hacer amigos de verdad. Con suerte, es el principio del fin.
El proceso es muy sencillo: el suicida entrega nombre y contraseñas, y elige aquellas comunidades de las que quiere desaparecer. Inmediatamente, el sistema elimina ordenadamente todos sus contactos de Facebook, Twitter, Linkdln o MySpace para luego, graciosamente, plantar un epitafio donde antes estaba su foto. El ritual no sólo libera al estresado candidato a nodo para que pueda aspirar de nuevo a tener su propia vida, sino que le desenchufa de las plataformas virtuales que le ofrecían tecnología a cambio de datos personales, preferencias sexuales y estadísticas de consumo que venden al mejor postor.
Hace unos años, la base de datos más grande del mundo no la tenía la Cía, sino Walmart, gracias a las tarjetas de puntos. Dentro de unos años, la poseerán Facebook y MySpace, y sin descuento ni nada. Salvo que nos bajemos del carro y recordemos que hay vida después de la muerte virtual: la nuestra. Si tú también quieres acabar con tu vida virtual, visita suicidemachine.org."