(...) "Encerrados, los homosexuales, en su propio closet lingüístico identificado como “lenguaje de género”, de la ideología de ese nombre, pretenden sorprender y confundir al resto de la sociedad para alcanzar sus privilegios y objetivos políticos totalitarios. Es un lenguaje inventado para entenderse solamente ellos mismos, cual una jerga de logia secreta. Quieren, en fin, sorprender a la gente común, a los políticos y a los especialistas con el galimatías de su vocabulario rosa. Y lo han logrado en casi todos los países, en donde han encontrado el terreno abonado por el neopaganismo. Utilizan el lenguaje de género para inspirar compasión por supuestas discriminaciones inexistentes y de ofensas que existen sólo en sus propias mentes; lenguaje que, otras veces, utilizan para ofender a quienes no aceptan sus injustificados reclamos y pretendidos privilegios legales.
Pero, están atados a sus propias y caprichosas interpretaciones del lenguaje engañoso utilizado; interpretaciones de las que no pueden liberarse porque se perderían en su propia confusión.
Los anteproyectos de ley sobre la esterilización y sobre los derechos homosexuales, presentados ante la asamblea nacional, contienen ese veneno. Y nuestros diputados deben estar alertados del engaño. Igualmente, la sociedad civil, vigilante del Bien Común.
Para empezar, han adoptado el término inglés “gay” (alegre). Además, se llaman así mismos “hombres y mujeres nuevos, cuando ellos mismos no se consideran ni hombres ni mujeres, sino todo lo contrario; ni son tampoco nuevos, que digamos; pues existen desde el principio de los tiempos.
¿Quién entiende la expresión “orientación sexual” como se entiende en el lenguaje de género? Todos los seres humanos nacen hombre o mujer y con la natural orientación sexual de esos dos únicos sexos. Los nombres normales están orientados sexualmente hacia las mujeres; las mujeres normales se orientan sexualmente hacia los hombres. Quienes tienen una orientación sexual “diferente, como dicen de ellos mismos, no tienen, entonces, una orientación normal. Puede seguirse o no esa orientación normal, o pueden, el hombre y la mujer, apartarse de ella. Pueden, también, abstenerse de completarla con el acto sexual. Éste es un acto natural cuando se trata de sexos opuestos. Pero es un acto antinatural, contra natura, cuando se realiza con animales (como acostumbran algunas personas) o con personas del mismo sexo. En este caso sería un acto anti natural porque, tanto el hombre como la mujer, están dotados por naturaleza para satisfacer ese deseo natural en conformidad con aquella y no contra ella, para cumplir con la finalidad natural de perpetuar la especie.
Lo que no es así, no es natural ni moral, ni ético. Los gays tienen su propia concepción de la naturaleza humana, y para ellos lo anormal es normal.
Pero, los gays (maricas, en español), como niegan su identidad sexual natural, han inventado que hay cinco sexos, llamados géneros, y que por eso, ellos, como son individuos de un sexo diferente y, además, se consideran discriminados, exigen protección legal y que se castigue a quienes los ofendan de pensamiento, palabra, obra y omisión. Sin embargo, si ellos ofenden a los demás, no serán castigados, pues ellos sí pueden ofender. ¿No suena esto a discriminación contra todos los demás?
Del otro estribillo, las “preferencias sexuales”, se derivarían barbaridades como: sexo con infantes, sexo con hijos, hermanos, con animales…Las preferencias posibles son inimaginables, en cualquier lenguaje.
/blogs.hazteoir.org/opinion/2010/09/27/el-galimatias-de-los-gays-por-miguel-a-espino