La profesión médica está al servicio del hombre y de la sociedad. En consecuencia, respetar la vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de la salud del individuo y de la comunidad son los deberes primordiales del médico (Art. 4.1, Código de Ética y Deontología Médica)
Corromper.(Del lat. corrumpĕre). 1. tr. Alterar y trastrocar la forma de algo. U. t. c. prnl., 2. tr. Echar a perder, depravar, dañar, pudrir. U. t. c. prnl
El próximo mes de octubre los especialistas en interrupciones de embarazos con intención homicida celebrarán en Sevilla (Hotel Meliá) un congreso internacional de abortología:
http://www.acaive.com/pdf/poster%20congreso%20FIAPAC.pdf
La “abortología” se puede definir como la disciplina que trata de las técnicas para causar la muerte de los seres humanos antes del parto, evacuando del útero los restos humanos mortales y de esa manera terminar con el embarazo. Digamos que la abortología es la vertiente técnica y práctica del abortismo ideológico o de salón.
El “abortismo” es la apología de una ideología, contraria a la deontología médica, a la dignidad de las mujeres y madres, y los derechos humanos fundamentales, que considera legal, moral y ético usar el poder para decidir matar a un hijo antes de nacer considerándolo un “derecho reproductivo”, especialmente cuando no han sido debidamente planificados según los dogmas del abortismo y la contracepción o presentan alguna discapacidad. Poder que debe ser promovido como derecho de la mujer y como obligación del médico, para contribuir al progreso, a la calidad de vida, a la calidad de la sexualidad y al bien común de las naciones y de las mujeres, especialmente de las más pobres o desfavorecidas.
La organización del congreso corre a cargo de la patronal española de la industria del aborto y la contracepción: ACAI (Asociación de Centros Autorizados para la Interrupción de Embarazos). Está subvencionado por los departamentos de la “mujer” y de “salud y consumo” del Ayuntamiento de Sevilla. Cuenta con la colaboración de una serie de organizaciones político-ideológicas como la internacional abortista IPPF (federación internacional de planificación familiar), la Sociedad Andaluza de Contracepción y una sección de organización político sanitaria de la OMS que tiene como objetivo político erradicar el aborto; pero solo aquellos que ellos consideran que son inseguros, fomentando la matanza, “segura y de calidad”, de los seres humanos antes del parto como medio para “interrumpir” embarazos.
Los abortólogos, que se autodenominan profesionales del aborto y la contracepción, en este congreso tratarán de tres temas que les preocupan y que se resumen en el lema del congreso: “consolidar la calidad y el acompañamiento”.
Consolidar: Ese el primer objetivo. Se trata de la estrategia mercantil de convertir el aborto en un medio contraceptivo para consolidar el lucrativo negocio de matar fetos humanos y “planificar familias”. Analizarán las leyes y políticas internacionales que contribuyen a ese primer objetivo y se cuestionarán por qué no se consumen más los medios antimaternidad que promueven y venden como segunda actividad, lamentándose de su “uso deficitario”.
Calidad: El segundo objetivo es mejorar la calidad de las técnicas homicidas que emplean–en especial en embarazos muy avanzados o muy precoces– y el adiestramiento de los prácticos que ejecutan el aborto provocado en el ámbito sanitario.
Acompañamiento: Es el último objetivo. Acompañar a la mujer para que tome –con madurez– la decisión de acabar con la vida del hijo del que está embarazada y que ellos mismos complacerán.
No sabemos si solo se trata de seducirlas y acompañarlas al abortorio de turno o si después de haberles arrancado el hijo de sus entrañas también las acompañarán con alguna técnica de lavado de cerebro que trate, sin éxito, de convencerlas de que no han participado en la muerte del hijo que estos “profesionales” han causado a cambio de dinero público o “clandestino”. Pero mucho nos tememos que a lo que serán acompañadas, tras la traumática decisión, será para desaconsejarles una nueva maternidad y venderles la inserción de un DIU o alguna hormona sintética producida por los laboratorios que financian las políticas
abortistas y a las sociedades de contracepción, con el compromiso de matarles otro hijo de manera “profesional y segura” cuando fallen.
Como siempre, cuando ellos dejen de acompañarlas en el trauma que han contribuido a generar a la mujer dañando su dignidad femenina, podrán encontrar alguna que otra asociación, que sin subvención estatal y sin ánimo de lucro, las seguirán acompañando para ayudarlas a superar el trauma y reestablecer su salud sexual y reproductiva animándolas a un nuevo embarazo que trate de paliar, al menos en parte, el daño que les causó el aborto.
Esteban Rodríguez es portavoz de G/blogs.hazteoir.org/opinion/2010/09/06/un-congreso-de-abortologia-por-esteban-rodriguezinecólogos por el Derecho a Vivir.
Corromper.(Del lat. corrumpĕre). 1. tr. Alterar y trastrocar la forma de algo. U. t. c. prnl., 2. tr. Echar a perder, depravar, dañar, pudrir. U. t. c. prnl
El próximo mes de octubre los especialistas en interrupciones de embarazos con intención homicida celebrarán en Sevilla (Hotel Meliá) un congreso internacional de abortología:
http://www.acaive.com/pdf/poster%20congreso%20FIAPAC.pdf
La “abortología” se puede definir como la disciplina que trata de las técnicas para causar la muerte de los seres humanos antes del parto, evacuando del útero los restos humanos mortales y de esa manera terminar con el embarazo. Digamos que la abortología es la vertiente técnica y práctica del abortismo ideológico o de salón.
El “abortismo” es la apología de una ideología, contraria a la deontología médica, a la dignidad de las mujeres y madres, y los derechos humanos fundamentales, que considera legal, moral y ético usar el poder para decidir matar a un hijo antes de nacer considerándolo un “derecho reproductivo”, especialmente cuando no han sido debidamente planificados según los dogmas del abortismo y la contracepción o presentan alguna discapacidad. Poder que debe ser promovido como derecho de la mujer y como obligación del médico, para contribuir al progreso, a la calidad de vida, a la calidad de la sexualidad y al bien común de las naciones y de las mujeres, especialmente de las más pobres o desfavorecidas.
La organización del congreso corre a cargo de la patronal española de la industria del aborto y la contracepción: ACAI (Asociación de Centros Autorizados para la Interrupción de Embarazos). Está subvencionado por los departamentos de la “mujer” y de “salud y consumo” del Ayuntamiento de Sevilla. Cuenta con la colaboración de una serie de organizaciones político-ideológicas como la internacional abortista IPPF (federación internacional de planificación familiar), la Sociedad Andaluza de Contracepción y una sección de organización político sanitaria de la OMS que tiene como objetivo político erradicar el aborto; pero solo aquellos que ellos consideran que son inseguros, fomentando la matanza, “segura y de calidad”, de los seres humanos antes del parto como medio para “interrumpir” embarazos.
Los abortólogos, que se autodenominan profesionales del aborto y la contracepción, en este congreso tratarán de tres temas que les preocupan y que se resumen en el lema del congreso: “consolidar la calidad y el acompañamiento”.
Consolidar: Ese el primer objetivo. Se trata de la estrategia mercantil de convertir el aborto en un medio contraceptivo para consolidar el lucrativo negocio de matar fetos humanos y “planificar familias”. Analizarán las leyes y políticas internacionales que contribuyen a ese primer objetivo y se cuestionarán por qué no se consumen más los medios antimaternidad que promueven y venden como segunda actividad, lamentándose de su “uso deficitario”.
Calidad: El segundo objetivo es mejorar la calidad de las técnicas homicidas que emplean–en especial en embarazos muy avanzados o muy precoces– y el adiestramiento de los prácticos que ejecutan el aborto provocado en el ámbito sanitario.
Acompañamiento: Es el último objetivo. Acompañar a la mujer para que tome –con madurez– la decisión de acabar con la vida del hijo del que está embarazada y que ellos mismos complacerán.
No sabemos si solo se trata de seducirlas y acompañarlas al abortorio de turno o si después de haberles arrancado el hijo de sus entrañas también las acompañarán con alguna técnica de lavado de cerebro que trate, sin éxito, de convencerlas de que no han participado en la muerte del hijo que estos “profesionales” han causado a cambio de dinero público o “clandestino”. Pero mucho nos tememos que a lo que serán acompañadas, tras la traumática decisión, será para desaconsejarles una nueva maternidad y venderles la inserción de un DIU o alguna hormona sintética producida por los laboratorios que financian las políticas
abortistas y a las sociedades de contracepción, con el compromiso de matarles otro hijo de manera “profesional y segura” cuando fallen.
Como siempre, cuando ellos dejen de acompañarlas en el trauma que han contribuido a generar a la mujer dañando su dignidad femenina, podrán encontrar alguna que otra asociación, que sin subvención estatal y sin ánimo de lucro, las seguirán acompañando para ayudarlas a superar el trauma y reestablecer su salud sexual y reproductiva animándolas a un nuevo embarazo que trate de paliar, al menos en parte, el daño que les causó el aborto.
Esteban Rodríguez es portavoz de G/blogs.hazteoir.org/opinion/2010/09/06/un-congreso-de-abortologia-por-esteban-rodriguezinecólogos por el Derecho a Vivir.