"Desde 1995 se ha denunciado en Alemania 210.000 casos de abusos sexuales de algún tipo. De ellos, 94 (noventa y cuatro) afectan a personas o instituciones de la Iglesia católica.
Eso supone el 0,045 %. No el 4%, ni el 0,4% sino el 0,0447%
El dato lo ofrece el veterano periodista Luigi Accattoli en un artículo publicado en Liberal (9 de marzo 2010)
["Ora è il turno della Germania e la fiamma raddoppia perché il Papa è tedesco. In Germania dal 1995 sono stati denunciati 210 mila casi di abusi su minori e quelli coinvolgenti la Chiesa cattolica sarebbero 94: ce n’è per tutti.
http://www.liberal.it/media/340307/09_03_liberal_10.pdf]
Antes de seguir adelante, subrayo -para evitar equívocos- lo que ya he dicho aquí varias veces: un solo caso ya es demasiado. No se trata, por tanto, de hacer un ranking ni de ver quien se ha comportado peor. Pero al mismo tiempo, es preciso reconocer que -a juzgar por los titulares de prensa de estos días-, se diría que la gran bestia negra es la Iglesia católica y sus depravados ministros.
“Es fácil explicar el ensañamiento de los medios sobre el clero católico”, dice Accattoli. “El mundo de los periodistas apoya espontáneamente la 'revolución sexual' e individua fácilmente en el clero católico la mayor resistencia a tal orientación, de aquí el ímpetu con el que da resalto -si puede- a las contradicciones”. Es una observación interesante de una persona que lleva cuarenta años trabajando en diarios como La Repubblica y Corriere della Sera.
Dejando de lado lo que puedan decir o hacer los demás, resulta admirable la "operación limpieza" que está llevando a cabo Benedicto XVI, de la que ya habló en el memorable Via Crucis de 2005 (escrito por el cardenal Ratzinger y seguido por Juan Pablo II, pocos días antes de morir, desde la capilla de su apartamento)."
http://www.laiglesiaenlaprensa.com/2010/03/