Ahora que se aproxima el halloween, aparecen montones de películas infantiles, pero, como todo está inventado, resulta que algunas dan realmente miedo. El otro día empecé a ver una con mi hija y tuvimos que dejarla porque recordaba mucho a Poltergeist. Me imagino que las consultas de los psicólogos están haciendo su agosto a costa de las pesadillas de los niños traumatizados por este tipo de películas. Sin embargo, es cuestión de elegir bien, porque existen opciones para todos los gustos.
Cuando yo era pequeña hubo una época de series infantiles que ahora se consideran clásicos, como los teleñecos originales, los Fraguel, Vicky el vikingo o La abeja Maya, sin olvidar a Heidi y Marco. Ahora también hay series que incitan la imaginación y los buenos sentimientos, aunque sean más realistas, como por ejemplo: Kim Possible, Doug, Jimmy Neutrón, Kuzco, Lilo y stitch, Sabrina; o Doraemon y Garfield, que aunque no son educativas también resultan interesantes.
Yo antes tenía por norma seguir sólo las series que estuvieran correctamente dibujadas, pero la verdad es que ahora hay algunas que valen la pena aunque no lo parezca, como Phineas y Pferd. También son curiosas las de tipo oriental, como Jacky Chang o American dragon. Sin embargo, lo que no es aceptable es adaptar comics manga para adultos, tipo Bola de dragón, o series no dirigidas a los niños, como pueden ser Los simpson o Padre de familia; las cuales ni siquiera entienden.
Luego está Pokemon, que más que una serie es todo un negocio. Hay de todo. Entre una película moralizante y algo que transmite comportamientos desagradables y negativos, existe, como siempre, un término medio. Tampoco vale todo a la hora de festejar las navidades (ya no saben que hacer con Papá Noel) o el Halloween (versionando películas de adultos). Así que hay que tener cuidado con lo que ven los niños pequeños incluso en los canales dedicados a ellos.