Música: ¿Sabes, mamá? No os la perdáis.
Supone querer estar juntos para siempre. Tener suficiente con una mirada, apoyar la mano en la suya y no necesitar nada más. Sufrir cuando está triste, reir cuando se alegra, sentir que la vida se para un poco cuando se aleja y retoma su ritmo cuando regresa. Apoyarle cuando se siente inseguro, cuidarlo si no se encuentra bien. Aprender a amar a los que vienen con él, aunque no los hayas elegido, porque son parte suya. Valorar cada minuto que estáis juntos. Comprender que necesita tiempo a solas. Aceptar sus gustos y necesidades. Hablar mucho y no necesitar una palabra. Escucharle incluso aunque no entiendas el tema del que está hablando. Pasarlo mal con su sufrimiento, disfrutar con su placer.
Amar cada cana y cada arruga, porque es signo del tiempo que habéis compartido. Verlo siempre atractivo, incluso con sus achaques, y sentirse igual. Recordar especialmente los buenos momentos y desterrar el recuerdo de los malos. Sentir que el tiempo pasa demasiado rápido. Pasar largas horas juntos sin hacer nada. Compartir el frío y el calor, la lluvia y la sequía. Tener siempre una sonrisa, una caricia y un beso, incluso cuando estéis cansados o deprimidos. Empezar cada mañana una nueva vida. Crear un proyecto de futuro juntos. Temer que el destino os separe física o espiritualmente. Bendecir el día que nos conocimos. Dar gracias a Dios siempre por haberle encontrado.