Últimamente se está hablando mucho del partido de Albert Rivera.
Algunos incluso lo presentan como “el Podemos de derechas”, quizá con la
equívoca idea de que todo lo que hay a la diestra de Podemos es derecha. Desde luego, creo
que Ciudadanos es una de las opciones más presentables del
centro-izquierda, pero hay cosas en su programa que me parecen
inaceptables.
Porque no quiero que los políticos decidan por los padres sobre el idioma
Empezando por su ideario, Ciudadanos afirma: “los
sentimientos identitarios de tipo cultural, lingüístico o histórico
también deben ser excluidos de la esfera pública. Consideramos que las
identidades son individuales y no colectivas, producto del
libre desarrollo de la personalidad de cada individuo: dada su
naturaleza privada, los poderes públicos están obligados a respetarlas
sin inmiscuirse en ellas.” Discrepo: claro que existen las identidades colectivas. De no ser así, España no sería una Nación.
El problema no es que existan o no, sino cómo se conjugan con los
derechos individuales, y en esto Ciudadanos es incoherente. Y es que en el apartado de “lenguas e identidades” de su web afirma: “Proponemos
bilingüismo español-inglés en todo el sistema educativo nacional y
trilingüismo en las CCAA con dos lenguas oficiales.” Es incomprensible que un partido ponga el libre desarrollo del individuo por encima de todo y a la vez proponga casi
lo mismo que ha implantado el PP en Galicia (traicionando su promesa de
libertad lingüística): un sistema en el que los políticos siguen
decidiendo por los padres, en vez de respetar el derecho de éstos a decidir la lengua de escolarización de sus hijos. Desde este blog vengo defendiendo el modelo de libertad lingüística que propone Galicia Bilingüe,
un modelo en el que son los padres quienes eligen la lengua en la que
quieren escolarizar a sus hijos. Hace años que sé que ese modelo no es
el del partido de Albert Rivera. Primero C’s defendía una escuela bilingüe con una presencia mínima de cada lengua del 35%. Luego lo cambió por un modelo trilingüe de cuotas fijas: “40% catalán, 40% castellano, 20% inglés”.
Esperaba que lo reconsiderasen, pero en vez de rectificar, Ciudadanos
quiere extender ese modelo a toda España. No lo hará con mi voto.
Porque no quiero que los políticos decidan por los padres sobre la religión
De igual forma, la página sobre educación de la web de Ciudadanos afirma: “Desde
el respeto y garantía del derecho de los padres a que sus hijos reciban
la formación religiosa y moral acorde con sus convicciones recogidas en
la Constitución, en C’s defendemos una escuela pública laica y proponemos la creación de una asignatura específica sobre la historia de las religiones que atienda desde el laicismo los distintos aspectos históricos y culturales de la religión”. Primero dicen respetar un derecho constitucional y luego piden liquidarlo con una asignatura laicista: una tomadura de pelo. Una
vez más, lo que propone Ciudadanos es que los políticos decidan por los
padres el tipo de educación que han de recibir sus hijos. Y me niego a que tal cosa la hagan con mi voto.
Porque no quiero menos libertad económica y laboral
El ideario del partido de Albert Rivera también afirma: “El ideario básico de Ciudadanos (C’s) se nutre del liberalismo progresista y del socialismo democrático.” Esto me parece una empanada ideológica tan complicada como decirse capitalista y comunista. Esa empanada se proyecta en las propuestas económicas de Ciudadanos: “Necesitamos
un sistema fiscal que permita recaudar más sin subir los impuestos,
sino haciendo que quienes tienen más, paguen más, persiguiendo el fraude
y eliminando deducciones y exenciones.” Hablan, eso sí, de bajar el IVA a un “tipo general entre el 16% y el 19%”,
y de rebajar el impuesto de sociedades, pero ¿de qué sirve eso si acto
seguido eliminan deducciones y exenciones? Esa calculada ambigüedad
acaba yéndose al traste con una de sus propuestas recientes más
llamativas: Ciudadanos defiende un contrato único y la supresión de los contratos temporales. Esto dejaría en rigor mortis
a un mercado laboral ya muy rígido como el español, dificultando la
contratación y propiciando el paro. Así pues, menos libertad económica y
laboral, y más dificultades para generar empleo y prosperidad.
Que C’s aderece ese alegato echando pestes contra la “Europa de los
mercaderes” me parece un homenaje a la demagogia. Europa ha alcanzado la
prosperidad gracias al comercio y al riesgo asumido por los
emprendedores en el terreno empresarial. Ya está bien de demonizar a quienes invierten y arriesgan sus bienes para crear riqueza y trabajo.
El partido de Albert Rivera también propone un “seguro contra el despido”, que en el fondo sería una cotización más a añadir a las que ya pagamos. ¿Aumentando los costes laborales y los gastos en cotizaciones es como quieren hacer despegar la economía? Además, dice
que introduciría un “complemento salarial anual garantizado” para las
personas con ingresos más bajos. ¿Y cómo se financiaría, quién lo
pagaría? Esto viene a ser una versión reducida de la renta
básica que propone Podemos. Al final, e igual que en el caso del partido
de Pablo Iglesias, esto es crear políticas de “pan y circo” a costa de los contribuyentes.
Por otra parte, resulta difícil de sostener un programa económico que
dice que no va a subir los impuestos pero al mismo tiempo pretende
disparar el gasto público con esos subsidios (porque por mucho que lo
llamen “complemento”, estamos hablando de un subsidio puro y duro).
Porque rechazo toda legislación que permita liquidar a inocentes
He dejado lo más importante para el final. En su página sobre “políticas sociales”, Ciudadanos afirma: “Proponemos una ley de plazos que despenalice la interrupción del embarazo durante las primeras 12 semanas.” Así mismo, añade: “Propondremos un periodo de reflexión para que la mujer tome una decisión libre, consciente y responsable.” También apunta: “Las menores de edad no podrán abortar libremente sin el conocimiento de sus padres.” Se trataría de una ley del aborto menos mala que la vigente, creada por el PSOE y asumida por el PP. Pero “menos mala”, en este caso, es como decir que es menos malo morir de un golpe que morir quemado. Aunque sea menos mala seguiría siendo una norma injusta y cruel, pues permitiría matar a seres humanos inocentes.
Desde la defensa de los derechos humanos, derechos que se derivan de
nuestra condición humana -condición que adquirimos en el momento de la
concepción, no por un capricho político a las 12 ni a las 14 semanas-, apoyar
esa ley sería aceptar que alguien tiene derecho a quitarle la vida a un
inocente, y eso es algo radicalmente inaceptable en una democracia. Aceptar eso es empujar a nuestra sociedad por la pendiente resbaladiza de la tiranía, pues si consentimos que violen ese derecho de los más inocentes e indefensos, todos los demás derechos están amenazados.
Normas como la que propone Ciudadanos, igual que las que defienden el
PSOE o el PP, pervierten la democracia y corrompen nuestra sociedad,
haciéndola más propensa a aceptar todo tipo de abusos. Al final resulta
triste comprobar que en ésta, como en las demás materias citadas, Ciudadanos se conforma con ser una alternativa que se limita a ofrecer los mismos males que el PSOE y el PP pero en distintas dosis, y yo no quiero colaborar con mi voto a eso, lo haga quien lo haga.
http://www.outono.net/elentir/2015/02/20/por-que-no-votare-a-ciudadanos/