Lo que comienza como algo divertido y casi
como un juego, se puede convertir en una situación de mayor envergadura
como una infidelidad matrimonial. Esto es lo que ocurre en las
relaciones que se traman a través de los chats y las redes sociales,
pero… ¿en realidad es algo inofensivo? ¿Se considera esto infidelidad?
¿Cuál es el límite entre lo real y lo virtual?
En algunos países esta es una de las principales causas de divorcio. Las cifras muestran que cada vez más personas caen en este juego, algunas de forma intencional y otras que solo buscan tener una conversación con alguien, sin pensar que van a terminar involucradas en un romance que puede poner en riesgo su matrimonio.
En cuanto al perfil, los expertos señalan que son mujeres y hombres –ellos en mayor proporción- la mayoría casados y con hijos, que tienen estudios profesionales, cuentan con una buena posición social y cultural, aunque no es una regla general pues este fenómeno tiende a extenderse a todos los niveles.
“Estas personas en muy poco tiempo consiguen largas listas de amigos con los que casi diariamente es escriben mensajes y en algunos casos incluso llegan a llamarse telefónicamente. El problema aparece cuando esta persona empieza a encapricharse de uno de sus amigos on line”. Relata Jesús Domingo autor en temas de familia y educación.
Usualmente el cónyuge que tiene una relación on-line, presenta las mismas señales que tiene una persona cuando es infiel en la vida real, su comportamiento se torna extraño o fuera de lo acostumbrado, pasa más horas frente al computador, oculta su celular, se trasnocha, se puede volver agresivo con su pareja, muestra desinterés por el matrimonio, etc.
El anonimato
El anonimato es uno de los factores de “éxito” de este tipo de infidelidad, puesto que hay personas que jamás cometerían estas faltas a la luz del día, pero tras el anonimato de la red, les da la posibilidad de hacerlo. “Los diferentes estudios realizados por instituciones sociológicas, ponen de manifiesto que el hecho de anonimato inicial aporta una gran dosis de seguridad. La relación se inicia en total anonimato, ya que el “ciberaffaire”, a diferencia del adulterio físico, pasa inadvertido.” Añade Jesús Domingo.
Aunque los especialistas también enfatizan en que uno de los mayores peligros es que la relación virtual pase al plano material, convirtiéndose así en una situación aún más delicada.
Un negocio muy lucrativo
Desde que la web se convirtió en la plataforma por excelencia de las comunicaciones, se han creado variadas opciones de conexión entre los cibernautas, entre las que se encuentran los chats, las redes sociales, los foros, entre otros, pero en materia de relaciones extramaritales, están los sitios web dedicados en exclusiva a las personas que quieren tener una aventura, supuestamente sin mayores complicaciones.
La infidelidad no es algo nuevo ni mucho menos, pero Internet la ha convertido en un negocio rentable, al brindar las herramientas para que las personas sean infieles de forma rápida y sin dejar rastro, y lograr que miles de miembros se unan a la red recaudando grandes cantidades de dinero que se obtienen por pagar una membrecía o por los espacios publicitarios.
El amor fiel
El autor Luis Fernando Valdés, dice con relación a la fidelidad conyugal: “En el fondo, afirmar que la fidelidad conyugal no es posible equivale a no confiar en el ser humano, ni en su capacidad de superar las adversidades o el egoísmo.”
Por eso el problema no es el internet, sino la falta de voluntad que es la raíz de la mayoría de las situaciones de infidelidad. La razón es la que ayuda al ser humano a decidir y dominar las emociones. Son estas dos –razón y voluntad- la fórmula para mantener la firmeza del compromiso adquirido.
Fuentes: Encuentra.com, Almudi.org, BBC Mundo, Noticias de Navarra
lafamilia.info/index.php?option=com_content&view=article&id=1929%3Ainfidelidades-on-line&catid=10%3Aarchivo-matrimonio&Itemid=49