Pues la ira de Dios se manifiesta desde el cielo sobre toda impiedad e injusticia de los hombres, que se entontecieron en sus razonamientos, viniendo a oscurecerse su insensato corazón. Por lo cual los entregó Dios a las pasiones vergonzosas, pues las mujeres mudaron el uso natural en uso contra la naturaleza; e igualmente los varones, dejando el uso natural de la mujer, se abrazaron en la concupiscencia de unos por otros, los varones de los varones, cometiendo torpezas y recibiendo en sí mismos el pago debido a su extravío. Y como no procuraron conocer a Dios, Dios los entregó a su réprobo sentir que los lleva a llenarse de toda injusticia, malicia, dados al homicidio, a engaños, a malignidad; rebeldes a sus padres, desleales, despiadados, los cuales, conociendo la sentencia de Dios, que quienes tales cosas hacen son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que aplauden a quienes las hacen. (Rom 1,18-32)
De extraordinaria elocuencia resulta este capítulo de la epístola de San Pablo a los romanos denunciando los excesos de aquella envilecida y depravada sociedad - pálido reflejo de la nuestra actual-, y que sucumbió a manos de aquellos bárbaros, que desconocían la ciencia y carecían del patrimonio intelectual de los romanos, pero su mayor virtud era la de no estar corrompidos por la voluptuosidad.
De igual modo ya se vislumbra que la civilización occidental, más pronto que tarde, y por iguales motivos, caerá sometida al islamismo cuya superioridad moral queda de manifiesto, al margen de otros valores que indudablemente poseen, en su respeto por la vida intrauterina y la veneración por la ancianidad. Repugna a la razón, y jamás sucedió a lo largo de los siglos, que una sociedad corrompida y decrépita prevaleciese sobre otra joven y virtuosa.
La mal llamada Alianza de Civilizaciones no es más que una burla en perjuicio de la civilización cristiana y más concretamente de la Iglesia Católica. ¿ Alianza contra quién ? ¿Dónde está el enemigo común de los cristianos y de los musulmanes para que tengan que aliarse ?
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