Parece mentira la cantidad de dinero que se gastan algunas multinacionales en presumir de ecologismo. Acabo de ver un anuncio sobre carreteras asfaltadas con neumáticos reciclados. Me parece estupendo, siempre que no perjudique a la seguridad del tráfico; porque tiene que tener adherencia, resistencia y porosidad suficiente en días de lluvia. Luego, Greenpeace, como no, saca un informe diciendo que España se podría abastecer con energía solar. Suponiendo que cubramos toda la superficie del país con paneles y que no se nuble nunca; porque, hoy por hoy, cuando está nublado, no generan electricidad; ni las centrales eólicas, cuando no hace viento. Son cosas muy obvias que, sin embargo la gente tiende a no tener en cuenta.
El problema del reciclado y de las energías alternativas es que, de momento, no son rentables. Es decir, que cuesta mucho más instalarlas que lo que se consigue producir. Para amortizar esas instalaciones hacen falta decenas de años; pero suelen estar subvencionadas, es decir, que las pagamos entre todos sin enterarnos. Así que, que no nos vendan otra vez la moto de que existen alternativas baratas y ecológicas al plástico, al carbón o a la electricidad, porque no es cierto. Lo único que cuesta menos es la energía nuclear, pero nadie quiere asumir los riesgos. De momento, podemos seguir jugando al ecologismo, pero los resultados son escasos y los costes muy altos. Afortunadamente, no pasa nada porque el cambio climático también es algo por demostrar.