[...] "Hemos de dejar de sorprendernos y empezar a tener conciencia de con quién nos estamos jugando los cuartos. Hemos de tomar conciencia de quienes son aquellos que ya no los conoce ni la madre que los parió, pero que tampoco parece que, por sus trapacerías políticas y económicas, conocen al padre que los trajo al mundo.
La sociedad verdaderamente democrática ha de superar su “nivel de sorpresa”. Debe de cambiar su mapa mental por el de la “nueva realidad” social de los políticos que padecemos. Es necesario reconocer la realidad de las reglas del “nuevo juego” que nos impone, unilateralmente y sin preguntar, uno de los partidos políticos con el que hemos venido jugando, el PSOE. - Un “nuevo juego” muy peligroso por el que ZP parece querer abrir la vía para sustituir las leyes constitucionales por la exploración de caminos que permitan reparar los daños provocados por las sentencias del Tribunal Constitucional . Es decir, dar carta de naturaleza a las prácticas “prostitucionales” de los fraudes de ley. En román paladino, sustituir la Constitución por la prostitución.
Un alto funcionario del Foreign Office, Robert Cooper, antiguo colaborador de Tony Blair, adquirió reconocimiento hace unos años por el realismo político, ausente de toda corrección política, de su doctrina del “Doble Rasero” con la que escandalizó a su propia corriente de izquierda. - R. Cooper, con el pragmatismo que caracteriza a la diplomacia británica, establecía la vigencia del principio proclamando que: ”Entre nosotros, mantengamos la ley, pero cuando nos encontremos en la selva, debemos usar las leyes de la selva."
¿Nos está invitando ZP y su ZPsoe a considerar el “Principio del Doble Rasero” al presentarnos una “nueva realidad” que parece querer imponernos a base de fraudes de ley abiertamente antidemocráticos? - ¿Se trata de que decidamos entre Constitución o Prostitución?
Ya es hora de dejar de sorprendernos. La sorpresa lleva siempre al desmayo. El conocimiento de la realidad, por ingrata e indeseable que esta sea, lleva a la acción de poder modificarla democráticamente si no nos gusta.
¿Vivimos en la observancia de la Ley, o en la Selva? …. Tengámoslo claro y, en consecuencia, si nos meten la selva en casa, no nos olvidemos de tener en cuenta la doctrina de Robert Cooper".
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