Tengo una crisis de inspiración. No sé si voy a poder seguir escribiendo en el blog. La verdad es que cada día tengo dudas sobre si sabré qué escribir. Me he pasado los últimos meses con borradores acumulados desde Semana Santa. Supongo que cuando tenga vacaciones se me ocurrirán mil temas, porque suele sucederme así; pero de momento estoy en dique seco. Así que voy a bajar el ritmo una temporada, pero seguiré pasando por aquí porque no quiero perder a mis lectores habituales, algunos de los cuales llevan ya años conmigo.
Como hace tiempo que no cuento nada personal, os diré que mi hijo mayor se presenta al examen de Pau estos días, aunque todavía no sabe qué quiere hacer después. Mis padres están muy mayores y mal de salud y me preocupa cada vez más que vivan solos. Con el resto de la familia sigo sin tener practicamente trato. Tampoco tengo amistades de diario. Mi marido y mis dos hijas trabajan y estudian un montón. Y yo sigo con mi gimnasia china, que me va muy bien. Como véis, no hay mucho que contar tampoco.