¿Sabes lo que te pasa? no tienes valor, tienes miedo, miedo de enfrentarte contigo misma y decir está bien, la vida es una realidad, las personas se pertenecen las unas a las otras porque es la única forma de conseguir la verdadera felicidad. Tu te consideras un espíritu libre, un ser salvaje y te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula. Bueno nena, ya estás en una jaula, tu misma la has construido y en ella seguirás vayas a donde vayas, porque no importa donde huyas, siempre acabarás tropezando contigo misma.
No recordaba esta frase de la película, que resume realmente todo el argumento. Ella es una mujer que ha tenido una vida difícil, y sólo desea ser independiente y vivir el momento. Él tiene el talento para escribir, pero ha optado por el camino fácil: dejarse llevar y vivir como gigoló de las mujeres. Con todo, ambos conservan aún cierta pureza y sus ideales intactos. Pero había algo con lo que no contaban: enamorarse. Cuándo él se enamora, decide empezar a ganarse la vida honradamente. Cuando ella -maravillosa Audrey Hepburn- se enamora, sale huyendo, porque no desea sentirse atrapada otra vez por unos afectos y sufrir cuando los pierda. Con esa frase del principio, él la convence de que la vida sin riesgo no vale la pena ser vivida.
Cuando se estrenó este film, yo ni siquiera había nacido -1961-. Ahora, cuando se habla de esa época, parece que creen que la gente no sabía nada, que no hablaban entre ellos, ni se emparejaban, ni hacían el amor. Pero, Desayuno con Diamantes es una película tan actual que la trama ha resistido el paso del tiempo sin problemas. Hoy en día, existen muchos jóvenes independientes que no desean entablar ningún tipo de compromiso, por miedo a que les hieran o a sentirse enjaulados y no poder volver a ser ellos mismos. Pero, como dice el protagonista -estupendo William Holden- todos dependemos unos de otros y sólo así podemos desarrollarnos como personas. Apartarse de los sentimientos, para rodearse de cosas: coche, móvil, amigos, ordenador, trabajo, ropa, hobbies...; crea una jaula a nuestro alrededor que impide que nadie se pueda acercar para tocar nuestro corazón. Antes, como ahora, siempre han existido los mismos problemas y las mismas soluciones. No aprendemos.