Preciosa película de Walt Disney como las de antes. Su mensaje es: no olvides lo que es realmente importante. Precisamente hace poco había dicho yo algo parecido. Me recuerda una obra de teatro que ví hace tiempo. Trataba de unos padres que estaban tan ocupados tratando de "realizarse" que ya no prestaban atención a sus propios hijos, hasta que descubrieron que el tiempo libre había que pasarlo con la gente que de verdad te quiere y te necesita; no dedicándolo a perder el tiempo o perseguir objetivos profesionales.
La película es divertida, entretenida y emocionante. Pero sobretodo te hace pensar más que muchas otras, pensadas para adultos por directores sesudos e intelectuales, que al final se limitan a sustituir el razonamiento por la acción y las palabras malsonantes. Para un creyente, el mensaje también podría ser: "Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura."
(Mt. 6, 33)1