Hace unos días hemos conocido que la venta de la píldora del día después ha experimentado un aumento del 300% respecto al año anterior en el período de octubre a diciembre.
Es un dato que, desgraciadamente no nos ha sorprendido, y estoy segura de que a la ministra de Sanidad tampoco. Porque cuando dijo en rueda de prensa que esta píldora se utilizaría de manera excepcional ella sabía que no sería así, lo que demuestra que Trinidad Jiménez le está cogiendo gusto a decir cosas que no son verdad.
¿Cómo no va a aumentar el consumo de la PDD si se vende a las jóvenes que es bueno que tengan muchas relaciones y muy pronto, y que se trata de disfrutar al máximo sin miedo a los “bombos”? ¿Cómo no va a amentar su consumo si las niñas y adolescentes la pueden comprar igual que compran un chicle o una gominola? ¿Cómo no va a aumentar la venta de PDD si no se ejerce ningún control sobre las veces que una chica la pide? ¿Cómo no va a aumentar la venta de PDD si se hace creer a las chicas que practicar el sexo no tiene ningún riesgo ni ninguna complicación?
Muchas de ellas, y de ellos, preferirán no usar preservativos, o tener relaciones aunque no tengan uno a mano, porque total, luego hay un montón de cosas para evitar un embarazo, o para abortar.Por eso es por lo que la venta de PDD ha aumentado y seguirá aumentando.
Puede que el gobierno diga que eso es bueno, porque así se evitarán embarazos no deseados y disminuirá el número de abortos. El problema es que veremos cómo los abortos en 2009 habrán aumentado respecto al 2008, y en 2010 amentarán respecto a 2009. ¿Cálculo fallido? Ni mucho menos, cálculo premeditado, para seguir rindiendo pleitesía a los postulados del feminismo radical, a los intereses de los laboratorios y de los abortistas.
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Dra. Gádor Joya