En estos tres años he conocido gente a la que sigo casi desde el principio. Otros, sin embargo, desaparecieron o les perdí la pista tras una temporada sin que escribieran. Ahora precisamente he localizado a alguien. Los hay que han cambiado de nombre a su blog y hasta de personalidad. Alguno dejé de seguirlo porque no me gustó algún tema determinado. Hay gente a la que recuerdo con cariño, a pesar de haber desaparecido sin dar ninguna explicación. A uno lo echo especialmente de menos. Como he cerrado los comentarios ya no sé si siguen entrando de alguna manera. Con alguno llegué a intimar hasta el punto de darle mis datos personales. Alguien sabe mis apellidos y otro mi teléfono. Varios saben la ciudad donde vivo. Dice mi marido que sumando pistas localizaría fácilmente pero no creo que nadie tenga ese interés.
A veces vuelvo a entrar en páginas perdidas por curiosidad de ver cómo les han ido las cosas y no suele haber muchos cambios. Me siento vinculada personalmente a gente que probablemente ya no se acuerda de que existo o lamenta haberme conocido. Realmente, esto de las relaciones por internet es un mundo extraño. Me pregunto cuánta gente me echaría de menos si un día desapareciera sin más. Sólo espero que los que ya no están se hayan ido voluntariamente y que estén bien. Me gustaría poner mi correo en el blog pero sé que eso es algo que no me puedo permitir. Se me llenaría de spam y también de esas opiniones por las cuales dejé de relacionarme con los lectores. Echo de menos el "buen rollo" que tuvimos hace tanto tiempo ya, que parece un sueño.
Música: entre dos tierras - Héroes del silencio