Como en internet se encuentra de todo, el otro día leí un blog que, teóricamente, hablaba sobre cómo mantener un matrimonio feliz; pero en realidad lo que pretendía era oponerse a todo compromiso de pareja. Realmente, apenas tenía texto y su razón de ser eran los anuncios de contactos, en los cuales no se buscaba precisamente el matrimonio. Sin embargo, en lugar de decirlo claramente, intentaban atraer a los lectores con conceptos como comprensión, amistad o tolerancia.
Me parece una vergüenza y un síntoma más de cómo existe realmente una ingeniería social, una estrategia que intenta desmontar las bases familiares de nuestra sociedad. Pero no directamente a las claras, con argumentos sólidos, sino de una manera sutil y sibilina. De este modo, nadie podrá acusarles de nada. Una cosa es que en un matrimonio cada cual deba mantener un espacio propio, pero otra cosa es que no tengan espacios comunes.
Si, después de sus trabajos, cada miembro de la pareja se va con sus amigos, al gimnasio o al cine, tendrán una vida social muy agradable, pero naufragarán como pareja. Conservar una relación requiere pasar tiempo juntos, hablar mucho, compartir experiencias buenas y malas; y el sexo no sustituye todo eso. Lo que llaman relación abierta es realmente una amistad con derechos, que no podrá conducir nunca a formar una familia y un proyecto de vida común.
El matrimonio supone dejar de ser dos personas para formar una unidad, poniendo en común las cosas que nos unen y compartiendo las que nos diferencian. Es incompatible con mantener la independencia y hacer lo que quieras en cada momento, sin consultar al otro. Sin embargo, el resultado vale la pena. Claro que eso nunca lo podrán comprobar aquellos que han sido incapaces de renunciar a sus intereses egoístas.
Música: - mike olfield - tubular bells -