Parece ser que en las psicoterapias empiezan por sacar a la luz aquellos sentimientos que ocultas porque te hacen sentir avergonzada, como son celos, rencores y demás. Se trata de que seas capaz de perdonarte a tí mismo por sentirte así, como paso previo para poder perdonar a la persona que causó esa sensación y romper el vínculo que te une a ella. Creo que hay mucha gente que va por la vida cargando con el peso de sus culpas y las ajenas, sin ser capaz de hablarlo, asumirlo y seguir adelante. En eso los católicos tenemos algo de ayuda, ya que la misa es casi una terapia. Sin embargo, como siempre, decirlo es más fácil que hacerlo.
En España me temo que culpa abarca varias generaciones. Andamos siempre cabizbajos, pensando en los errores que cometieron nuestros antepasados, y desdeñando los aciertos. Debe ser el único país del mundo donde la gente antepone lo peor de su historia a todo lo demás. Y eso es precisamente lo que impide que podamos seguir adelante, porque siempre hay división de opiniones y diferentes interpretaciones de un mismo hecho. Buscar un punto de acuerdo viene a ser mucho más difícil que limitarse a atacar al contrario. Me consta que, si hicieran una encuesta, la mayor parte de los españoles conocen los Evangelios y sienten admiración por la figura de Jesucristo. Asimismo, casi todos saben que los religiosos y voluntarios católicos llegan a la aldea más remota, donde no existen siquiera carreteras, dispuestos a dedicar su vida a los más necesitados, los enfermos y los discriminados.
La labor social de la Iglesia no es ningún secreto. También en nuestro país llevan la mayor parte de los albergues y comedores sociales. Entonces, no se explica cómo persiste todavía tanto rencor. Hay una gran cantidad de personas que no entraría en una iglesia porque sus padres, abuelos o incluso ya bisabuelos estuvieron en contra de la religión en un momento dado. Si vivieran ahora esas personas, probablemente ya no serían tan críticos. Simplemente respondieron a unas circunstancias determinadas. Pero la herencia familiar que han dejado provoca que a algunos la simple visión de una sotana les cause malestar. O tal vez tuvieran problemas con algún profesor religioso de niños. Antes de rechazar la Iglesia en general, con sus miles de religiosos y sus millones de fieles, habría que mirar en nuestro interior y ver lo que no somos capaces de perdonar, a quién y por qué.
Música: Feel. Robbie Williams