Un informe de Alliance Defending Freedom aclara sus contenidos. Ya son 117 las entidades que apoyan esta iniciativa rusa que protege a los menores de informaciones dañinas para su salud y su desarrollo.
REDACCIÓN HO / Profesionales por la Ética-Los medios de comunicación occidentales han dedicado parte del verano a desacreditar a Rusia a causa de la ley (recientemente aprobada en este país) que protege a los menores de la información dañina para su salud y desarrollo. Directamente, la propaganda acuñada por los colectivos de activistas homosexuales ha calificado la ley de antigay. Incluso se han llegado a comparar los Juegos Olímpicos de Invierno que se van a celebrar en la ciudad rusa de Sochi en 2014 con los Juegos Olímpicos celebrados en la Alemania nazi.
¿Son ciertas las acusaciones de los medios de comunicación y de los lobbies homosexuales? ¿Nos encontramos ante una norma legal que vulnera derechos fundamentales? ¿O se trata de una maniobra de propaganda para impedir que leyes como estas se extiendan a otros países?
Para responder a estas y otras preguntas Alliance Defending Freedom (ADF), una prestigiosa institución jurídica presente en varios países, ha elaborado un Informe (traducido al español por Profesionales por la Ética) sobre la Ley Federal nº 135-FZ del 29 de junio de 2013, “Sobre Enmiendas al artículo 5 de la Ley Federal 'Sobre Protección de los Niños de Información Dañina para su Salud y Desarrollo' y a Varios Actos Legislativos de la Federación de Rusia Dirigidos a Proteger a los Niños de Información que Fomente la Negación de los Valores Familiares Tradicionales”. Estas son sus conclusiones:
- Hay que dejar claro que los comentarios de los medios de comunicación sobre la ley han sido enormemente exagerados y han presentado una visión distorsionada del objetivo y alcance de la misma.
- La Ley ha gozado de gran popularidad en Rusia y fue aprobada en la Duma con el cien por cien de los votos. Se trata de una enmienda a una prohibición reglamentaria anterior y más extensa de las actividades que puedan perjudicar a los niños y menoscabar la vida familiar.
- Concretamente, se prohíbe la propagación de cualquier actividad que pueda perjudicar el bienestar psicológico y físico de los menores. Incluye, entre otras cosas, la propaganda de estilos de vida sexual alternativos. Sin embargo, esta ley, también prohíbe fomentar cualquier forma de vida sexual perjudicial para los menores como su participación en actos heterosexuales. La ley prohíbe, igualmente, cualquier acción que incite al consumo de drogas o bebidas alcohólicas, que niegue los valores familiares, que fomente los juegos de azar, admita el lenguaje grosero o induzca al uso de lenguaje ofensivo.
El Informe elaborado por ADF aclara que la ley rusa NO prohíbe:
- La práctica homosexual (que fue despenalizada en la Federación de Rusia en 1993).
- Manifestar públicamente la atracción hacia personas del mismo sexo.
- Celebrar debates públicos y / o actos sobre la cuestión de la situación social de los grupos LGBT.
- Crear y mantener asociaciones o grupos de interés LGBT.
"La información transmitida por los medios de comunicación sobre la Ley nº 135-FZ ha sido abiertamente errónea y en ocasiones ha bordeado la histeria. Las noticias han servido para brindar una opinión distorsionada de los objetivos y alcance de la ley en cuestión, que siempre ha sido prohibir la difusión de cualquier actividad nociva para el bienestar físico y psicológico de los menores. La Federación de Rusia, intentando proteger a sus niños y los valores familiares, tiene todo el derecho democrático para legislar en este ámbito", concluye el Informe de ADF.
Para Leonor Tamayo, responsable del Área Internacional de Profesionales por la Ética, "la difusión de este Informe sobre la ley rusa que protege a los menores es fundamental para dejar claro que no hay homofobia ni vulneración de los derechos humanos. Se trata de preservar el desarrollo integral de los niños". Tamayo ha confirmado que ya son 117 las asociaciones y entidades de todo el mundo que respaldan la Declaración de apoyo a la ley rusa que protege a los menores de informaciones dañinas para su salud y su desarrollo.