Un relato de alguien que fue criado por homosexuales tiene la
fuerza de un testimonio personal. Después, es interesante contrastar
ese relato con estudios científicos sobre esta situación.
JOSÉ IGNACIO MORENO 14.JUN.2013 ACEPRENSA
Robert Oscar López escribe un artículo, en Life Site News (3 junio
2013), sobre los niños criados por parejas del mismo sexo. El propio
autor, entre los 2 y los 19 años, fue criado por una madre lesbiana y su
compañera. López ha presentado públicamente un escrito, junto con su
amigo Doug Mainwaring (gay que se opone a reconocer estas uniones como
matrimonio), en el que explica cómo los niños sienten profundamente la
pérdida de un padre o de una madre, aunque quieran mucho a sus padres
gays.
“Tener una madre y un padre es un valor precioso en sí mismo y no algo que se puede reemplazar”
Los adultos que fueron criados por parejas del mismo sexo no quieren
hablar públicamente sobre sus sentimientos, pero López sí ha hablado con
un buen grupo de ellos. La gratitud y el amor por las personas que los
criaron les hace tan difícil expresar en público sus reservas acerca de
la crianza homosexual. Sin embargo, sí describen las dificultades
emocionales que padecieron por carecer de una madre o un padre. Algunos
ejemplos: sentirse desconectados de acontecimientos como el Día de la
Madre o el Día del Padre; o tener sentimientos de ira respecto a sus
“padres” por haberlos privado de uno de los padres biológicos, o en
algunos casos de ambos.
López está a favor de las uniones civiles entre personas del mismo
sexo: “como bisexual lo entiendo”, pero “siempre me he resistido a la
idea de que el gobierno deba alentar a las parejas del mismo sexo a que
se imaginen que sus uniones no se distinguen de los matrimonios reales.
Tal auto-definición para los gays se basa en una mentira, y todo lo
basado en una mentira acaba siendo contraproducente (…). Las parejas de
homosexuales con dinero no pueden proporcionar a los niños algo que los
cónyuges más pobres sí pueden: una mamá y un papá. Tener una madre y un
padre es un valor precioso en sí mismo y no algo que se puede
reemplazar, aunque una pareja homosexual tenga un montón de dinero y
puede enviar a un niño a las mejores escuelas”.
El autor afirma que “es preocupante, clasista y elitista que los
hombres gays piensen que pueden amar a sus hijos sin reservas, después
de tratar a la madre de alquiler como una incubadora; o que las
lesbianas consideren que pueden amar a sus hijos incondicionalmente,
después de tratar a su padre donante de esperma como un tubo de pasta de
dientes”.
Estudios científicos de 2012 muestran que los hijos criados por sus
padres biológicos en un matrimonio estable e intacto tienen ventajas
También es perjudicial, para los niños que provienen de un divorcio
heterosexual, pasar a depender de parejas del mismo sexo. Generalmente
los hijos quieren que su madre y su padre dejen a un lado sus
diferencias y permanezcan juntos. López cuenta que su madre se divorció y
se unió con otra mujer. Él afirma que quiere a su madre porque ella
hizo todo lo posible para darle una buena vida. Sin embargo, considera
que no es razonable imponer la privación de la figura paterna o materna a
los niños si no es absolutamente necesario.
Estudios científicos sobre adopción por parejas homosexuales
La Dr. Ana Samuel, del Witherspoon Institute en Princeton (EE.UU.),
escribe un artículo donde dice que no tiene base científica la difundida
afirmación de que las familias con padres del mismo sexo no son
diferentes de las familias con padres heterosexuales. Afirma que nuevos
estudios muestran que los hijos criados por sus padres biológicos –en un
matrimonio estable e intacto– tienen ventajas.
El primer estudio es del profesor Loren Marks de la Escuela de
Ecología Humana de Louisiana State University, y fue publicado en Social
Science Research (Julio 2012). Revisa los 59 estudios a los que se hace
referencia en el resumen de la Asociación Americana de Psicología (APA)
de 2005, donde se afirmaba que “ningún estudio ha encontrado que niños
de padres gays o lesbianas sean desfavorecido en ningún aspecto
significativo con respecto a niños de padres heterosexuales”. Marks
concluye que “ninguno de los 59 estudios referenciados en el resumen del
2005 de la APA compara una muestra grande y al azar, representativa de
los padres –gay o lesbianas– y sus hijos, con una muestra grande y al
azar, representativa de los padres casados y sus hijos. Los datos
disponibles, obtenidos primordialmente de pequeñas muestras de
conveniencia, son insuficientes para soportar una sólida conclusión, de
carácter general, en ningún sentido”..
El segundo estudio es de la Universidad de Texas (EE.UU.) y el autor
del trabajo científico es Mark Regnerus. El estudioso afirmó, en junio
de 2012, que su investigación revela “diferencias estadísticas
significativas entre adultos que fueron criados en su niñez con una
madre que tuvo una relación lésbica y aquellos que dijeron que su madre y
su padre biológico estaban, y aún están, casados”. El estudio de
Regnerus, que midió las diferencias en 40 indicadores sociales y
personales entre 3.000 estadounidenses de edades entre 18 y 39 años,
criados en ocho tipos diferentes de hogares, fue publicado en la edición
de junio de la revista Social Science Research.
foroandaluzfamilia.org/una-igualdad-que-discrimina-a-los-hijos.html