Lo dice una auditora de prestigio internacional como PwC: multiplica
cada euro que recibe de los contribuyentes hasta los 2,39. Con lo
recibido atendió a 4,3 millones de españoles en 2011, labor social que
difícilmente cubriría el Estado, al que la Iglesia ahorra cada año, sólo
en educación, 4 mil millones de euros.
REDACCIÓN HO.- La Conferencia Episcopal Española (CEE) hace pública la Memoria Justificativa de Actividades correspondiente al ejercicio 2011. Anualmente,
esta Memoria se entregaba a la Dirección General de Asuntos Religiosos,
pero desde el año 2008 se presenta de forma más completa y mejorada,
tras el compromiso adquirido con motivo del nuevo modelo de asignación
tributaria. La Memoria recoge datos de diversas fuentes, entre otras las 69 diócesis españolas y las 22.800 parroquias, cuenta con el aval de la auditoria de prestigio internacional PricewaterhouseCoopers (PwC).
Las mentiras laicistas, al descubierto
En las últimas fechas hemos tenido que soportar una cantinela de mentiras
sobre las cuentas de la Iglesia, que se repiten cada cierto tiempo y
que quizá este año se han visto recrudecidas por la voz alta y firme que
mantiene la Iglesia católica en defensa del derecho a la vida, cuando
se debate sobre la reforma de la ley del aborto, o de la libertad
educativa, en plena presentación de la LOMCE. El PSOE ha encabezado las
amenazas por esta expresión libre de los católicos ejerciendo su derecho
a participar en la vida pública, amenazando -ahí están las declaraciones de Rubalcaba y de Elena Valenciano- con la revisión de los Acuerdos con la Santa Sede. “¡Vale ya!”, llegaba a exclamar una molesta Valenciano.
Vale ya, sí, pero vale ya de ataques infundados a la Iglesia Católica, cuando es una institución que por lo pronto devuelve al Estado más del doble de lo que recibe: y no es que lo digamos nosotros ni que lo diga la propia Iglesia, es que lo dice PwC, una empresa auditora de prestigio internacional que ha analizado las cuentas de la CEE.
Las cuentas claras
A
través de las aportaciones que libremente realizan los contribuyentes
españoles marcando la "X" de la Iglesia Católica en su declaración del
IPRF, los obispos hacen casi milagros: por cada euro que reciben,
producen 2,39 euros: Las diócesis y parroquias de España destinan 49 millones de horas de atención a los demás, según
se desprende del informe estadístico realizado por la CEE. Si esa
cantidad de horas hubiera de alguna forma que retribuirlas en un régimen
muy barato de mercado, por cada euro que estará gastando la Iglesia
deberían haber gastado 2.39 euros. Con ello, dedicar un euro a la Iglesia se demuestra sumamente rentable.
Este rendimiento se tradujo en la atención a 4,3 millones de
españoles en 2011, a los que seguramente el Estado no podría asistir si
la Iglesia no lo hiciera. Los más de siete mil centros asistenciales de
la Iglesia Católica en España no son solo los comedores sociales, donde
hay más de un millón de personas que están resultando beneficiadas; hay
muchas personas que se dirigen a las parroquias, a las 6 mil Cáritas,
a pedir asistencia, y se pagan recibos de la luz y otras facturas, se
les ayuda con la hipoteca... "la Iglesia está ahí -recuerda Giménez
Barriocanal: con la gente que lo pasa mal, con la pobreza, con la
enfermedad..."
A ello hay que añadir por cierto, como señala la auditoría, que El Estado se ahorra cada año 4 mil millones de euros sólo en Educación gracias a los colegios de iniciativa social confesionales católicos. Ahora mismo hay 2.635 centros de adscripción católica donde estudian algo más de 1.400.000 escolares, siendo así porque los padres lo deciden de este modo ejerciendo su derecho constitucional a elegir la educación que consideran más adecuada según sus propias convicciones.
"Por tanto -señala Giménez Barriocanal- no es un privilegio, ni la Iglesia se financia a través de su red de colegios concertados: es exactamente lo contrario.
Si tomamos los datos publicados por el propio Ministerio de Educación y
vemos cuánto cuesta una plaza en un colegio de titularidad pública y
cuánto en un colegio de iniciativa social en este caso de adscripción
católica y lo multiplicamos por el número de alumnos, vemos que aproximadamente una plaza en un colegio concertado le cuesta a las arcas públicas la mitad,
lo que supone que la labor educativa de la Iglesia Católica le está
ahorrando algo más de 4 mil millones de euros a las administraciones
públicas".
Hay más: como por ejemplo, los casi cuatro millones de turistas que se acercan a España cada año atraídos por el patrimonio cultural de la Iglesia; o los 14 mil misioneros que se dejan el corazón, y a veces hasta la vida, por hacer el bien en el llamado Tercer Mundo.
Todo eso se mantiene gracias a los fieles, a los contribuyentes que marcan la X en la casilla de la Iglesia y a la buena gestión de una institución que ha dejado las cuentas claras.
Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para asuntos económicos de la CEE, explica
que esta Memoria se refiere a 2011 porque el pasado 20 de mayo la CEE
recibió la comunicación definitiva de los resultados de la asignación
tributaria de 2011, que son los que corresponden a la Campaña de la
Renta de 2012; tan pronto como recibió estos datos, la CEE ha procedido a
dar cuenta de las actividades de la Iglesia de ese año.
Auditoría externa para una mayor transparencia
La CEE ha encargado una auditoría externa
con el fin de dotar de la mayor transparencia a los asuntos económicos
de la Iglesia. La encargada de realizarla ha sido la prestigiosa
auditora internacional PricewaterhouseCoopers (PwC), una de las cuatro líderes mundiales de su sector, que ha elaborado un Informe de Aseguramiento Razonable sobre la Memoria Justificativa de Actividades del Ejercicio 2011, tas analizar cada dato de la memoria y visitar diócesis, parroquias, misiones, la FERE... PwC
afirma que “como resultado de nuestra revisión, podemos concluir que la
Memoria 2011 de la CEE ha sido preparada de forma adecuada y fiable, en
todos sus aspectos significativos”.
La labor de la Iglesia, mayor aún durante la crisis
La Memoria se divide en dos grandes partes. En la primera se detalla la asignación tributaria del año 2011 junto al reparto del Fondo Común Interdiocesano y en la segunda se ofrecen datos sobre las diferentes actividades de la Iglesia Católica en nuestro país.
Para comprender mejor la presentación, el documento incluye una breve
introducción explicativa y un apartado final, a modo de resumen y
conclusión.
A través de la asignación tributaria libremente decidida por los contribuyentes se ha ingresado en 2011 247.9 millones de euros; este dinero supone aproximadamente, según ha explicado Giménez Barriocanal, algo menos de la cuarta parte del dinero que gestionan las diócesis. El resto viene fundamentalmente de las aportaciones directas de los fieles (de lo que aportan en el cepillo y de las suscripciones voluntarias principalmente, a lo que se suman algunas actividades especiales y las rentas de patrimonio...). Todo ello, en el conjunto de las diócesis y parroquias españolas, supone aproximadamente una cifra de 818 millones de euros.
Ese dinero se destina fundamentalmente a las tres actividades que realiza la Iglesia: anunciar la buena Noticia del Evangelio en el mundo; a vivir la fe (en la Memoria hay muchos datos sobre los cerca de diez millones de personas que asisten a Misa cada domingo o los cerca de 300 mil niños que se bautizan cada año) y la inmensa labor asistencial que desempeña la Iglesia en nuestra sociedad, labor que se desarrolla en el ámbito educativo, asistencial a colectivos en dificultad, etc., una labor transparente que cualquiera puede conocer si se acerca a cualquiera de las 6 mil Cáritas parroquiales que hay en toda España.
¿Qué gana un sacerdote?
Como explica Giménez Barriocanal,
lo que gana un sacerdote es lo que necesita para vivir, lo que pasa es
que vive austeramente; en cada diócesis hay un régimen de retribución
distinto, pero se puede decir que las retribuciones básicas están desde los 600 a los 650 euros al mes hasta, en algunas diócesis, cercanas a los mil euros. Por lo tanto, son retribuciones modestas".
La mentira de los supuestos privilegios fiscales
Frente a la mentira que se repite cada año por estas fechas decisivas para la campaña del IRPF, señala Giménez Barriocanal que "la Iglesia en materia de IBI no tiene ningún privilegio. Actualmente el régimen fiscal que tiene la Iglesia por este concepto es exactamente el mismo que tiene cualquier entidad inscrita en la Ley del Mecenazgo -Cruz
Roja, la ONCE, fundaciones incluidas las de los propios partidos
políticos y sindicatos...-: tenemos el mismo régimen fiscal, y pagamos
el mismo IBI, y tenemos las mismas exenciones que todos los demás. por
lo tanto recuerdo que si alguien quiere modificar la ley -la competencia es del Parlamento-, que lo hagan, pero que no reduzcan la cuestión a hablar de la Iglesia".
La Memoria
En conjunto, la Memoria ilustra la gran labor que la Iglesia
desarrolla y justifica el empleo de los recursos obtenidos mediante las
aportaciones libres y voluntarias de los contribuyentes. Con todos
estos datos se puede afirmar que, aunque valorar en términos económicos
la aportación que realiza la Iglesia a la sociedad es una misión
compleja, la actividad desplegada, en el ámbito pastoral, educativo,
cultural y asistencial, supone un ahorro de miles de decenas de millones de euros para las arcas públicas. Todos estos datos adquieren aún mayor relevancia en el marco de la grave crisis económica
que azota desde hace algunos años Europa y, de manera especial, a
nuestro país. La Iglesia, a través de sus instituciones, se ha revelado
como uno de los agentes más activos para paliar sus efectos y trabaja
incansablemente con todos para conseguir una sociedad mejor.
hazteoir.org/noticia/51758-iglesia-cat-lica-devuelve-al-estado-m-s-doble-lo-que-recibe