La triste verdad sobre UNICEF
A las 8:31 PM, por Javier Tebas
Categorías : Sociedad
Existe
un consenso social asentado en la mentalidad del individuo occidental
del siglo XXI, que irradia sobre determinadas instituciones un peligroso
halo de infalibilidad sin fundamento. El caso más significativo es
el de la ONU, paradigma para muchos de la justicia internacional en
forma casi de divinidad terrenal, que en un análisis honesto quiebra
impunemente los valores fundamentales del hombre, a través de hechos objetivos puestos en practica por diversas ramas de esta inmensa instituciónCategorías : Sociedad
El Vaticano retiró en 1996 su colaboración anual con UNICEF, puesto que los fondos de “ayuda a la infancia” destinados a través de esta organización, dependiente de la ONU, eran y siguen siendo dedicados a alimentar una estructura internacional de abortos en magnitudes bestiales.
Desde la década de los 60 UNICEF ya participó abiertamente en campañas que contemplaban la contra concepción y la esterilización para controlar la población, realizando una inversión con fondos de la ONU que sumó alrededor de diez millones de dólares. Durante las siguientes décadas la estrecha colaboración millonaria con la International Planned Paterhood Federation conllevó inversiones millonarias de promoción del aborto en países subdesarrollados.
A partir de la década de los 90 UNICEF y la propia jerarquía de la ONU comenzó a realizar una presión política en muchos países por la legalización del aborto. En 1996 vino la ruptura definitiva, quizás algo tardía, con la Iglesia católica, tras emitir UNICEF un comunicado reconociendo públicamente la distribución de medios para abortar en países de África.
Actualmente y bajo un logotipo de imagen en el más absoluto “buenismo” que resulta cínico, el apoyo explícito tanto logísitico como político de UNICEF a la masacre del aborto, nos plantea como católicos no solo el deber de cortar tajantemente toda colaboración económica con ellos, sino también el deber moral de explicar la verdad. A pesar de a día de hoy suponga exponernos a la crítica más visceral y rabiosa del triste prototipo de individuo occidental del siglo XXI.
Javier Tebas
Fuente: http://infocatolica.com/blog/g