El
otro día un periodista que trabaja para una revista de tirada nacional
(que no voy a decir el nombre) me hizo una entrevista la cual al final
no ha sido publicada, pero como este es mi rincón, aquí sí que puedo
publicar lo que se me antoje.
Una
cosa que tengo claro es que me gusta decir lo que opino, y muchas veces
conlleva verdades como puños, a pesar de que sé que a veces voy a
levantar suspicacias entre mucha gente, y no va a gustar... pero como he
crecido en la honestidad y en la verdad, no me gusta ser hipócrita y si
algo opino, tengo la suerte que aquí puedo hacerlo.
Total
que me entrevistaron sobre las clases de apoyo, ya que habían leído un
artículo mío sobre las clases particulares que les había gustado (pueden
encontrarlo en mi blog).
¿Qué
si son de utilidad las clases de apoyo? Pues les diré que existen casos
de niños que no pueden seguir el ritmo de las clases y si necesitan esa
ayuda extra fuera de la escuela, pero hay otros casos y es aquí donde
radica el quid de la cuestión, en los que creo que esas clases no son necesarias.
En
la entrevista hablé de implicación de los padres, de invertir tiempo en
sus hijos, en su educación, en preocuparse por qué no va bien en clase y
en poner remedios, en vez de echar balones fuera... Se trata de una
responsabilidad que como padres no podemos obviar, pero claro, que te
digan que te preocupes por tu niño, que inviertas tiempo en él, que
busques soluciones en casa, en cómo apoyarlo, ayudarlo a pesar de los
obstáculos que nos vamos a encontrar en este proceso de enseñanza
aprendizaje, no gusta oír... es más fácil recurrir a otros tipos de
consejos.
Como
he dicho me gusta ser sincero y si ahora me he podido poner en contra a
algunos padres, puede que ahora me ponga en contra a algunos maestros.
Cuando
más del 75% del alumnado suspende, y van a clases particulares... (Yo
lo he visto como tutor y padres me preguntaban, que por qué ocurre
esto), ¿cuál es el problema, los alumnos o el maestro?..
Un
maestro debe ser capaz de dar una educación a todos los alumnos en
general y a cada alumno en particular, debe ser competente, preocuparse
al 100% por el alumno y sacar lo mejor de él.
Que si ahora las clases van a tener un ratio de 20 o 25 niños... ¿Y qué? El maestro tiene que ser igual de competente
con 10 alumnos que con 25. Y no se preocupen que los apoyos para los
alumnos que tienen necesidades especiales existen y seguirán existiendo
tanto por abajo como por arriba.
Clases
de apoyo ¿Sí o no? Pues depende, pero antes de recurrir a ellas,
cerciorarnos y estar encima del proceso de enseñanza aprendizaje de
nuestros niños y no eludir responsabilidad, así como tener un contacto
de armonía y continuo con los profesores, porque si algo de esto falla,
el sistema de aprendizaje también falla.
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