Como destaca el estudio de Naciones Unidas, en gran parte basado por
el mal uso del diagnóstico prenatal, genera otros efectos perversos como
el tráfico humano o la pornografía.
REDACCIÓN HO.- El nacimiento de 105 varones por cada 100
niñas es considerado por los demógrafos como una proporción “normal”,
porque los bebés y niños de sexo masculino presentan una tasa de
mortalidad mayor que termina equilibrando el número de hombres y mujeres
en una región determinada. Estos son los cálculos tomados como
referencia en un estudio publicado por Naciones Unidas dirigido por Christophe Guilmoto,
del Instituto para el Desarrollo de la Universidad Paris-Descartes, en
donde se denuncia el aborto de fetos de sexo femenino como una tendencia
creciente en Europa. Los demógrafos han comenzado a hablar de “feminicidio” para referirse a este problema, destaca el diario alemán Deutsche Welle.
En Albania, por ejemplo, nacen 112 varones por cada cien niñas; en Kosovo y Montenegro
nacen 110 y 109 varones, respectivamente. Los expertos atribuyen esta
asimetría a las estructuras familiares arcaicas que predominan en estos
países, en donde los niños de sexo masculino son percibidos como
perpetuadores de la familia y sus tradiciones, y las mujeres abandonan
el clan en cuanto se casan. La consecuente escasez de mujeres en sus
sociedades estimula el tráfico de personas y la prostitución.
El estudio en cuestión, preparado por el Fondo de Población de las
Naciones Unidas (FPNU), revela también el incremento del número de
matrimonios impuestos a menores de edad y el índice de suicidios entre
las mujeres.
Diagnóstico prenatal y aborto selectivo
El aborto selectivo de los fetos de sexo femenino en los Balcanes trae a la memoria a Asia, que se está convirtiendo en un continente masculino a fuerza de abortos selectivos. El estudio que nos ocupa estima que en el continente asiático 117 millones de mujeres brillan por su ausencia. En EEUU, los expertos también acentúan la alarma: casi nueve de cada diez ciudadanos se oponen al aborto selectivo, pero no es ilegal ni poco frecuente. El aborto selectivo del sexo femenino se ve favorecido por mal uso del diagnóstico prenatal:
los galenos pueden determinar el sexo de un feto a partir de la semana
14 de embarazo. En muchos países europeos está prohibido abortar a
partir del segundo tercio del embarazo, y hacerlo a causa del sexo del
feto, mucho más. Las estadísticas de nacimiento en Albania y Macedonia,
por ejemplo, indicarían que se está recurriendo a argumentos como, por ejemplo, el aumento de abortos ilegales, entre otros, para justificar los abortos legales.
Esta situación no se limita a los países más pobres del este de Europa. La tendencia a elegir el sexo de los bebés también se está haciendo sentir en la Unión Europea: los medios daneses hacen referencia al “turismo para abortar” con destino a Suecia,
en donde los embarazos se pueden interrumpir legalmente hasta la 18ª
semana. Y, en lo que al Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) se
refiere, científicos alemanes se han pronunciado a favor de seguir
implementándolo sólo en casos extraordinarios. El dilema es que, aún si
Alemania limita la aplicación del DGP para evitar al máximo la selección
del sexo de los bebés, sus vecinos están flexibilizándolo y sometiendo
cada solicitud al análisis de un consejo de ética. En una resolución de
noviembre de 2011, el Consejo Europeo señalaba que “la selección prenatal del sexo ha alcanzado dimensiones preocupantes”. Pero la Unión Europea no tiene facultad para intervenir en la materia; las leyes que regulan el aborto pertenecen al ámbito de la política sanitaria de cada país.
hazteoir.org/noticia/50496-el-aborto-selectivo-un-terrible-mal-creciente-en-europa