La adicción a los videojuegos, como la adicción a las drogas
Genera dificultad para conciliar el sueño y síndrome de abstinencia, con ansiedad, irritabilidad e ira.
Algunos de estos síntomas son "la dificultad para conciliar el sueño por la sobreactivación del cerebro o por el síndrome de abstinencia", sostiene. Sobre este último, el especialista recuerda que está ligado a "la ansiedad, la irritabilidad y la ira".
No obstante, Molina especifica que el consumo de sustancias adictivas provoca en el organismo situaciones que no ocurren en la adicción a las nuevas tecnologías. En este sentido, y como ejemplo, asegura que la retirada del alcohol genera en los alcohólicos "efectos como 'delirium tremens' o temblores", algo que no pasa en los consumidores 'enganchados' a los videojuegos.
Sin embargo, el experto aclara que si estos productos se usan de manera lúdica, "pueden ser un complemento más a las diferentes áreas de la vida de las personas. El problema, a su juicio, se crea "si se tiene una dependencia", ya que esta persona cada vez tendrá que jugar durante más horas. "Empezará a interferir en sus tareas vitales", apostilla.
En los menores provoca problemas académicos y menos relación con amigos
De este modo, Molina sintetiza que se considera adicción cuando ésta tiene consecuencias negativas "y, aún así, se sigue repitiendo esta conducta". Por ello, señala que "si pasan seis meses o un año se puede hablar de que se tiene un problema".
En el caso concreto de los menores, éstos "comenzarán a relacionarse menos con sus amigos, a flojear en los estudios y a estar menos comprometidos a nivel familiar", indica el colegiado. Además, se producirá "una pérdida de control", que provocará que lo que en principio era estar un rato a solas, "lleve a mucho más tiempo y a la desatención de otras actividades", lamenta.
En cuanto a las personas más susceptibles a convertirse en adictos a las nuevas tecnologías, Molina destaca a dos tipos de personalidades: las susceptibles y las que tienen una menor capacidad para anticipar consecuencias futuras. Sin embargo, también considera candidatos a esta adicción a los ciudadanos con déficit en habilidades sociales, ya que "les cuesta más comunicarse y se aíslan en los videojuegos como refugio".
Para solucionar estos problemas, el profesional descarta los fármacos porque la psicología "tiene herramientas y técnicas suficientes". Así, confirma que, "aunque cada persona es un mundo, lo primero que hay que hacer es una valoración para ver si, además de su adicción, presenta otros problemas".
Los familiares también necesitan terapia específica
Tras ello, es necesario realizar un control de estímulos, que consiste en "intentar controlar los tiempos de utilización del videojuego y en fomentar otras actividades", señala. Además, la familia debe procurar que el viedeojuego esté en un lugar visible de la casa "para que el paciente no se aísle y pase horas y horas jugando", explica Molina a Europa Press.
Precisamente respecto a los familiares, el experto asegura que éstos "en ocasiones tienen un sentimiento de victimización y se preguntan qué han hecho mal". Por ello, y tal y como describe en su libro 'SOS...Tengo una adicción', el miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid subraya que "es muy importante intervenir sobre ellos".
Según su criterio, además de consejos en relación al paciente, "muchas veces necesitan una terapia específica para ellos porque se ven muy afectados por la situación". Con ella consiguen "una ventilación emocional porque las adicciones se suelen ocultar", concluye Molina.
hazteoir.org/noticia/47972-adiccion-videojuegos-como-adiccion-drogas
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Algunos de estos síntomas son "la dificultad para conciliar el sueño por la sobreactivación del cerebro o por el síndrome de abstinencia", sostiene. Sobre este último, el especialista recuerda que está ligado a "la ansiedad, la irritabilidad y la ira".
No obstante, Molina especifica que el consumo de sustancias adictivas provoca en el organismo situaciones que no ocurren en la adicción a las nuevas tecnologías. En este sentido, y como ejemplo, asegura que la retirada del alcohol genera en los alcohólicos "efectos como 'delirium tremens' o temblores", algo que no pasa en los consumidores 'enganchados' a los videojuegos.
Sin embargo, el experto aclara que si estos productos se usan de manera lúdica, "pueden ser un complemento más a las diferentes áreas de la vida de las personas. El problema, a su juicio, se crea "si se tiene una dependencia", ya que esta persona cada vez tendrá que jugar durante más horas. "Empezará a interferir en sus tareas vitales", apostilla.
En los menores provoca problemas académicos y menos relación con amigos
De este modo, Molina sintetiza que se considera adicción cuando ésta tiene consecuencias negativas "y, aún así, se sigue repitiendo esta conducta". Por ello, señala que "si pasan seis meses o un año se puede hablar de que se tiene un problema".
En el caso concreto de los menores, éstos "comenzarán a relacionarse menos con sus amigos, a flojear en los estudios y a estar menos comprometidos a nivel familiar", indica el colegiado. Además, se producirá "una pérdida de control", que provocará que lo que en principio era estar un rato a solas, "lleve a mucho más tiempo y a la desatención de otras actividades", lamenta.
En cuanto a las personas más susceptibles a convertirse en adictos a las nuevas tecnologías, Molina destaca a dos tipos de personalidades: las susceptibles y las que tienen una menor capacidad para anticipar consecuencias futuras. Sin embargo, también considera candidatos a esta adicción a los ciudadanos con déficit en habilidades sociales, ya que "les cuesta más comunicarse y se aíslan en los videojuegos como refugio".
Para solucionar estos problemas, el profesional descarta los fármacos porque la psicología "tiene herramientas y técnicas suficientes". Así, confirma que, "aunque cada persona es un mundo, lo primero que hay que hacer es una valoración para ver si, además de su adicción, presenta otros problemas".
Los familiares también necesitan terapia específica
Tras ello, es necesario realizar un control de estímulos, que consiste en "intentar controlar los tiempos de utilización del videojuego y en fomentar otras actividades", señala. Además, la familia debe procurar que el viedeojuego esté en un lugar visible de la casa "para que el paciente no se aísle y pase horas y horas jugando", explica Molina a Europa Press.
Precisamente respecto a los familiares, el experto asegura que éstos "en ocasiones tienen un sentimiento de victimización y se preguntan qué han hecho mal". Por ello, y tal y como describe en su libro 'SOS...Tengo una adicción', el miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid subraya que "es muy importante intervenir sobre ellos".
Según su criterio, además de consejos en relación al paciente, "muchas veces necesitan una terapia específica para ellos porque se ven muy afectados por la situación". Con ella consiguen "una ventilación emocional porque las adicciones se suelen ocultar", concluye Molina.
hazteoir.org/noticia/47972-adiccion-videojuegos-como-adiccion-drogas