Queridos amigos:
Es muy probable que lo que voy a escribir hoy en mi blog levante
ampollas de mucha gente y quizás, quien sabe, la ovación de otras
muchas.
El título de esta nueva entrada lo dice todo: Aprovecha que es gratis.
Aprovecha que es gratis, es un frase que
despierta la gran compulsividad de nuestro egoísmo interior ante
cualquier circunstancia.
¿Cuántas veces vemos a personas recaudar objetos inútiles de
propaganda y ponerse una y otra vez en las colas para atesorar estos
elementos en la mayoría de los casos inútiles?
¿Quién no se ha visto arrollado por la multitud tras escuchar “se regala…”?
Pues esto es lo que nos ha ocurrido en España con la educación, la sanidad y hasta con la prestación por desempleo.
¿Cuántas veces hemos ido a urgencias por cosas de poca
importancia?¿Hubieramos actuado igual si tuviéramos que pagar la
consulta del médico?
¿Cuántas veces hemos desautorizado al profesor de un colegio por el simple hecho de ser público?
¿Cuántas veces hemos pensado voy a agotar mi prestación por
desempleo, porque es mía y tengo por delante un año para buscar trabajo?
El todo gratis, el todo vale tiene un final, y es que de donde se saca y no se mete, el fin pronto se le ve.
Hoy escuchaba perpleja como una ginecóloga me contaba en un
cumpleaños como mujeres con un dolor de regla piden una ambulancia para
que se las lleve al hospital, si como han oído ustedes, una ambulancia
para llevar a alguien por un dolor menstrual. ¿Donde ha quedado nuestra
conciencia? ¿Acaso esto no denota falta de formación y lo peor falta de
solidaridad con el enfermo que realmente grave pueda verse sin ese
vehículo que puede salvarle la vida?
El otro día escuchaba a un maestro quejarse de que no puede ampliar
el temario sin recibir quejas de los padres, y que cada vez los niños
están peor preparados. Tampoco puede hacer nada, al final seguro que
terminará formando parte de ese gran grupo de profesionales desmotivados
que forma parte de la educación española.
Jardineros que ganan más que médicos, albañiles que quieren ganar más
que arquitectos, parados que defraudan a todos los españoles haciendo
chapuces, este y no otro es nuestro verdadero retrato de la actual
sociedad, pero no es lo peor. Hoy en el autobús una mujer achacaba que
su hijo de 11 años no estudiaba a la desmotivación del chiquillo porque
el día de mañana no tendría empleo. ¿Así andamos ya?¿Donde quedaron la
ilusión, el afán de superación, el espíritu de lucha, el esfuerzo, el
trabajo, la constancia, el respeto por uno mismo y los demás?
La verdad que me gustaría saber donde están, yo intento educar a mis
hijas en esos valores, pero a veces me siento una mujer con ideas en
peligro en extinción, será por eso que cuando el otro día conocí la
existencia del libro de Amy Chuan decidí comprarlo, ya os diré que tal.
Criar hijos entre algodones, metidos en burbujas y alejados de la
dura realidad es un craso error, pero si haces lo contrario, si les
crías en el esfuerzo, en la responsabilidad, hasta algunos docentes se
permiten decirte, claro mujer la supervivencia, cuando cuentas que tu
hija de cuatro años es capaz de preparar un aperitivo con embutidos,
picos y patatas y llevarlo en una bandeja para agasajar a su madre que
está en cama con un fuerte dolor de cabeza. Te hacen sentirte como una
explotadora, cuestionarte si de verdad estás siguiendo el camino
correcto, si lo estás haciendo bien o por el contrario eres una especie
de dictadora o una sargento cuartelera.
Después me paro a analizar a mis hijas, y las veo felices,
ilusionadas, movidas e incluso traviesas, son niñas normales,
entendiendo por ello el concepto que yo tengo de normalidad, porque
desde luego lo normal no es abortar con 11 años, ni con 12, ni con 13, y
resulta que el pasado año 78 niñas abortaron con esas edades.
Algo está torcido, y hemos de pararnos a reflexionar, sobre todo
cuando se trata del futuro de los más pequeños, que no olvidemos es el
futuro de este país, de nuestra nación, el futuro de España.
Una España donde es de fachas lucir nuestra bandera para algunos,
esos mismos que lucen orgullosos las banderas francesas por el simple
hecho de que su partido homólogo en el país galo gana unas elecciones,
esos que se asustan con el avance de lo que ellos llaman extrema
derecha, pero no se asustan de teorías sin sentido del siglo XIX como la
de los comunistas que ahora apoyan a Griñán en el gobierno de
Andalucía.
Por todo esto, no me importa pagar más de lo que pago por la
educación de mis hijas, por la atención médica o por los impuestos, si
este sacrificio sirve para que todos valoremos lo público como privado y
comencemos a darle a lo público el sentido de nuestro, pero no solo
para exigir nuestros derechos sino para exigir respeto y sumo cuidado
por todo eso que lucharon nuestros abuelos y bisabuelos, nuestra
libertad, algo que aún a día de hoy se nos sigue negando por mucho que
digan que estamos en democracia.
Buenas madrugadas.
http://porlafamiliaporlavida.wordpress.com/2012/05/09/aprovechate-chiquillo-que-es-gratis/