Promoviendo el uso de preservativos en la escuela, por Jorge Calandra
Jorge Calandra Reula es presidente de la Asociación para la Defensa de los Valores Católicos en la Enseñanza (ADVCE).
El grupo Dance4Life (D4L) se congratula de haber realizado, entre otras cosas, actividades en varios centros escolares de Barcelona, Cantabria e Islas Baleares.
Por desgracia, lo que este grupo logra es aumentar la promiscuidad sexual, y con ello, las infecciones de transmisión sexual (ITS) y los embarazos no deseados. Veamos:
D4L trata de promover “acciones de cambio”, como ellos dicen, por medio del baile, para ello, asisten a institutos y ensayan un baile que, supuestamente, sirve para concienciar sobre el SIDA y al final reparten preservativos entre el alumnado. Sin embargo, nada señalan de la eficacia que tiene el preservativo en relación a otras ITS.
Para colmo, a determinados grupos escolares les convencen de que la solución correcta es el uso del condón y los involucran agregándolos entre sus activistas. Así, en algunos institutos han logrado que los estudiantes inventen canciones cuya letra promueve el condón; en otros, los alumnos han elaborado un vídeo propaganda de este grupo; y en otros, algunos alumnos han hecho la labor de D4L repartiendo preservativos por los pueblos cercanos.
Hemos de señalar que las recomendaciones terminológicas de ONUSIDA 2007, van dirigidas a utilizar el término de “sexo más seguro”, y evitar el de “sexo seguro”. Esta distinción es básica por que el uso de preservativos solo reduce el riesgo de adquisición de ITS, pero no las evita al cien por cien.
Las infecciones y los embarazos se obtienen indirectamente teniendo en cuenta el nivel de eficacia, que considera tanto el uso adecuado (si aceptamos que estas gomas puedan tener un uso adecuado) como errores, defectos y roturas. A modo de ejemplo, si vamos a los números y según la Organización Mundial de la Salud, la eficacia teórica como anticonceptivo es del 98% y la eficacia práctica es del 85%. Este dato significa que 15 de cada 100 mujeres que usan este medio quedan embarazadas; y de no existir ningún tipo de error, quedarían embarazadas 2 de cada 100. Y en relación a la transmisión de ITS, existen algunas, como el virus del papiloma humano, que se transmiten aún con el uso del condón. Ante esta evidencia, es una temeridad promover los preservativos.
Si para algunas personas la sexualidad se entiende como “educación para la independencia sexual”, teniendo como objeto principal los aspectos de placer en el ejercicio del sexo, minimizar los riesgos de embarazo o de ITS, enfatizar el conocimiento de las medidas de anticoncepción y la búsqueda de experiencias gratificantes, bien a través del propio cuerpo o a través de relaciones interpersonales que no tienen por qué ser necesariamente monógamas, centrándose en sus aspectos lúdicos y sin referencia a compromisos implícitos ni explícitos; para otras muchas personas el ejercicio de la sexualidad va unido al de la “educación para los compromisos estables”. Esta vivencia se apoya en la cultura del esfuerzo e implica la transmisión de valores muy concretos: autodominio, fidelidad, comprensión, lealtad, apertura a la transmisión de la vida volcando la propia afectividad en los hijos y asumiendo nuevos compromisos y renuncias personales, etc., lo que supone referencias continuas al mundo de los valores. Este tipo de educación, al ir unida a la edificación del carácter, es más propia para ser transmitida en la relación personal de confianza entre padres e hijos.
A todo lo comentado hemos de añadir que el grupo D4L es externo al personal docente de los centros y para realizar sus actividades requiere autorización; que los alumnos a los que se dirigen son menores de edad y por tanto se debe contar también con la autorización de sus padres y que D4L tiene patrocinadores como DUREX, fabricante de condones, lo cual es indicador de intereses de otro tipo.
http://blogs.hazteoir.org/opinion/2011/11/28/promoviendo-el-uso-de-preservativos-en-la-escuela-por-jorge-calandra/
El grupo Dance4Life (D4L) se congratula de haber realizado, entre otras cosas, actividades en varios centros escolares de Barcelona, Cantabria e Islas Baleares.
Por desgracia, lo que este grupo logra es aumentar la promiscuidad sexual, y con ello, las infecciones de transmisión sexual (ITS) y los embarazos no deseados. Veamos:
D4L trata de promover “acciones de cambio”, como ellos dicen, por medio del baile, para ello, asisten a institutos y ensayan un baile que, supuestamente, sirve para concienciar sobre el SIDA y al final reparten preservativos entre el alumnado. Sin embargo, nada señalan de la eficacia que tiene el preservativo en relación a otras ITS.
Para colmo, a determinados grupos escolares les convencen de que la solución correcta es el uso del condón y los involucran agregándolos entre sus activistas. Así, en algunos institutos han logrado que los estudiantes inventen canciones cuya letra promueve el condón; en otros, los alumnos han elaborado un vídeo propaganda de este grupo; y en otros, algunos alumnos han hecho la labor de D4L repartiendo preservativos por los pueblos cercanos.
Hemos de señalar que las recomendaciones terminológicas de ONUSIDA 2007, van dirigidas a utilizar el término de “sexo más seguro”, y evitar el de “sexo seguro”. Esta distinción es básica por que el uso de preservativos solo reduce el riesgo de adquisición de ITS, pero no las evita al cien por cien.
Las infecciones y los embarazos se obtienen indirectamente teniendo en cuenta el nivel de eficacia, que considera tanto el uso adecuado (si aceptamos que estas gomas puedan tener un uso adecuado) como errores, defectos y roturas. A modo de ejemplo, si vamos a los números y según la Organización Mundial de la Salud, la eficacia teórica como anticonceptivo es del 98% y la eficacia práctica es del 85%. Este dato significa que 15 de cada 100 mujeres que usan este medio quedan embarazadas; y de no existir ningún tipo de error, quedarían embarazadas 2 de cada 100. Y en relación a la transmisión de ITS, existen algunas, como el virus del papiloma humano, que se transmiten aún con el uso del condón. Ante esta evidencia, es una temeridad promover los preservativos.
Si para algunas personas la sexualidad se entiende como “educación para la independencia sexual”, teniendo como objeto principal los aspectos de placer en el ejercicio del sexo, minimizar los riesgos de embarazo o de ITS, enfatizar el conocimiento de las medidas de anticoncepción y la búsqueda de experiencias gratificantes, bien a través del propio cuerpo o a través de relaciones interpersonales que no tienen por qué ser necesariamente monógamas, centrándose en sus aspectos lúdicos y sin referencia a compromisos implícitos ni explícitos; para otras muchas personas el ejercicio de la sexualidad va unido al de la “educación para los compromisos estables”. Esta vivencia se apoya en la cultura del esfuerzo e implica la transmisión de valores muy concretos: autodominio, fidelidad, comprensión, lealtad, apertura a la transmisión de la vida volcando la propia afectividad en los hijos y asumiendo nuevos compromisos y renuncias personales, etc., lo que supone referencias continuas al mundo de los valores. Este tipo de educación, al ir unida a la edificación del carácter, es más propia para ser transmitida en la relación personal de confianza entre padres e hijos.
A todo lo comentado hemos de añadir que el grupo D4L es externo al personal docente de los centros y para realizar sus actividades requiere autorización; que los alumnos a los que se dirigen son menores de edad y por tanto se debe contar también con la autorización de sus padres y que D4L tiene patrocinadores como DUREX, fabricante de condones, lo cual es indicador de intereses de otro tipo.
http://blogs.hazteoir.org/opinion/2011/11/28/promoviendo-el-uso-de-preservativos-en-la-escuela-por-jorge-calandra/