El bebé más mimado: siempre hay un camino para la vida
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Nacido en perfecto estado de salud fruto de la violación padecida por su madre, incapacitada total permanente, pobre, sin pensión, recibe todo el amor de su familia y del volcado y humilde vecindario de La Bebida (Argentina).
REDACCIÓN HO / ARGENTINOS EN ALERTA.ORG.- Siempre es posible optar por la vida, aún en el caso más extremo, aquel que reúna toda clase de dificultades y de horrores. Hace menos de un mes nació en la localidad de La Bebida, departamento de Rivadavia (prov. de San Juan): pesaba 3 Kg y vio la luz en perfecto estado de salud. Desde su nacimiento, este bebé se ha convertido en el más mimado nosólo por su familia, sino por el vecindario en pleno, integrado por gente muy humilde que se ha volcado desde el primer momento con el pequeño y su madre, una joven de 23 años con un “80 por ciento de incapacidad total y permanente”. El bebé nació fruto de una violación.
Todos sonríen al ver al pequeño, todos quieren mimarlo, todos parecen agradecidos con su presencia. Su madre, lo observa todo con sonrisa imperturbable, que también conmueve.
El único sospechoso es un cuñado de la joven enferma mental, que en las próximas horas podría ser detenido. El drama se descubrió cuando la joven tenía cinco meses de embarazo. Al ver su vientre abultado su madre, que también lo es de otros seis chicos, le preguntó quién le había hecho eso, y entonces la chica le señaló a su propio cuñado como autor del ultraje.
Los abusos, explica Hilda, madre de la víctima, ocurrieron tiempo atrás, cuando la dejaba ir desde su casa en La Bebida, Rivadavia, hasta el domicilio de otra hija suya que vive con su marido y sus dos chicos en Angaco. Los propósitos de esos viajes eran otros: que ayudara a su hermana a cuidar los niños, porque a pesar de sus problemas madurativos se desenvuelve bien en los asuntos domésticos.
Al tener conocimiento del abuso, se produjo un quiebra en las relaciones familiares. La noticia del embarazo, sin embargo, provocó una reacción muy distinta: la gente del barrio empezó a acercarse con ropa para el bebé y con ayuda para la joven mamá, muy querida en el vecindario. Y en su propia casa se tomaron el asunto en serio: ‘Nosotros somos pobres. Yo cobro una pensión por los siete hijos, mi marido hace changas, mi hija de 18 años trabaja de empleada doméstica -señalaba Hilda-. Mi hija no tiene pensión por su discapacidad y nos hacen falta muchas cosas, pero al niño nunca le va a faltar nada. Con el muchacho verán lo que harán, porque no puede ser que un yerno me haya hecho eso".
La mujer denunció el caso cuando la novedad del nacimiento provocó el aviso de los médicos a las autoridades y entonces se encaminó la investigación de rigor, pues legalmente se entiende que una persona con problemas madurativos jamás pudo consentir una relación sexual. Legalmente, Hilda y su marido tienen la tutela del niño y la de su madre, que desde el nacimiento amamanta, cambia pañales y está siempre pendiente de la criatura.
Concienciación y apoyo social. La vida siempre es posible
El caso, que reúne lo más extremo -violación, incapacidad, falta de recursos económicos...-, conmueve a nivel internacional y nos muestra cómo la nueva vida fue sorteando obstáculos., y encontrado su camino para finalmente llevar alegría no sólo a su humilde familia, sino también a toda una comunidad que ha acogido a este bebé con mucho cariño, incidiendo en la importancia de apoyar a la mujer embarazada y de que siempre son posibles las alternativas a lo inexcusbla, cualquier atentado cotra el primer derecho humano, y permitir que se abra paso la vida.
Nada más enterarse de la noticia del embarazo, los vecinos se volcaron: se acercaban con ropa para el bebé y con ayuda para la joven mamá, muy querida en el barrio. Son los frutos de la fuerza del amor. Aunque el hecho de la violación es lamentable y repudiable, el bebé no tiene culpa alguna.
Si este caso se analiza a la luz de criterios tan laxos y ambiguos como los de “calidad de vida”, estamos ante un caso de libro para los que suelen pedir el aborto en estas circunstancias: una violación a una joven discapacitada y una familia numerosa de condición humilde. Además, el artículo 86 del Código Penal argentino establece que “El aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta no es punible … si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente”.
Sin embargo, este bebé fue creciendo silenciosamente en el seno de su madre junto a su familia durante esos primeros nueve meses y así pudo evitar cruzarse con alguna Legisladora o Juez pro-aborto que le hubieran aplicado de un mazazo el artículo 86 del Código Penal.
Lamentamos toda la violencia que implica una violación y esperamos que la justicia actúe con prontitud para encontrar al culpable. Nos resulta ejemplar el cariño con el que su familia y la comunidad han acogido a este bebé.
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