Ya se pueden poder ZP y Rubalcaba como quieran, que parece que el gobierno alemán no tiene intención de hacerles el menor caso. Claro, es que se trata de pagar la factura de la fiesta de otros. Y los teutones no están por la labor. O al menos no parecen estar dispuestos a asumir ellos sobre sus hombros la deuda generada por la irresponsabilidad de otros.
Alemania lleva años y años haciendo reformas. Sus ciudadanos han visto recortados los servicios, las prestaciones sanitarias, las pensiones… y ahora resulta que llegan otros, que se niegan a hacer esas reformas y unas cuantas más, y pretenden que sean ellos quienes paguen la factura. El problema es que Merkel (ni ninguno) pueden asumir el coste electoral que supondría hacer el canelo. Y, ciertamente, para países como Grecia (o Italia, o España) es incluso mejor. Va siendo hora de que sus ciudadanos se hagan mayores y responsables de sus actos, asumiendo las consecuencias de sus decisiones.
Saqueando los cada vez más exiguos bolsillos de las clases medias alemanas no se va a remediar la crisis, que es la crisis de la socialdemocracia. Hay que desmontar todo el tinglado.
PD.- ¿Por qué digo por el momento? Porque los bandazos de Merkel últimamente son imprevisibles. Véase, por ejemplo, en lo relacionado con la energía nuclear.
http://anghara.com/alemania-no-cede-por-el-momento/