Las paredes de mi casa son delgadas y oigo habitualmente a unos vecinos. Tengo que decir que raro es el día en que no discuten y a menudo por razones muy obvias. Por ejemplo, todas las noches su padres les grita si se han lavado los dientes; cosa bastante normal, si no fuera porque sus hijas ya tienen doce, quince y diecisiete años respectivamente. Creo que ya son mayorcitas para seguir con eso. Luego está el tema de las tareas de la casa. Su madre no trabaja, pero las tres hijas tienen muchas obligaciones asignadas que van haciendo por turnos. De manera que, cuando a alguna se le olvida hacer algo, ya tenemos la bronca montada. Digo yo, que con tres hijas ya no necesitan asistenta. Me parece un poco abuso, la verdad.
Luego además pretenden que estudien y saquen buenas notas, y sospecho que no lo consiguen. Pero, la cuestión es que me da la impresión de que la gente se complica la vida sin necesidad. ¿Por qué pasarse el día discutiendo por temas sin importancia?. La vida ya trae bastantes preocupaciones serias para andar inventándose problemas donde no los hay. Me parece que hay gente que no sabe vivir en paz y tranquilidad. Es como aquellos que sobrecargan a sus hijos de actividades extraescolares, y luego se quejan de que no les queda un minuto libre por la tarde. Hay que aprender a aburrirse y también a llevarse bien. La vida son tres telediarios y no merece la pena pasarlos corriendo o discutiendo.