No, no me refiero a los gitanos, los musulmanes o los pobres en general. Me refiero a los niños cristianos, aquí, en este país España, con mayoría teórica de católicos. Sin embargo, en los colegios públicos e institutos, los niños católicos practicantes son objeto de burlas y afrentas por parte de sus compañeros. Conozco múltiples testimonios de esto. Por suerte, no sucede lo mismo en los colegios concertados, especialmente si son religiosos. Estuve el otro día en un instituto público. Tenía el hall lleno de carteles contra la discriminación y a favor de la tolerancia: racismo, antisemitismo... No había ningún letrero que recordara a los cristianos perseguidos hasta la muerte en muchos lugares del mundo.
Tampoco había ninguna llamada a la tolerancia hacia los ritos cristianos y quienes los seguimos... Tal vez piensen que no es necesario, pero se equivocan. Incluso en las universidades y el lugares de trabajo, los creyentes son discriminados cada día. No pueden participar en conversaciones, por miedo a ser tachados de fachas, retrógrados o algo peor. Así que se callan y permiten que otras ideas se difundan como el aceite, gracias a su colaboración. Hoy en día es muy duro ser un cristiano practicante. Yo misma me he enfrentado a múltiples ataques y mofas. Pero, al ser una persona anónima, al menos no han afectado a mi familia. Otros muchos no tienen esa suerte. La tolerancia no puede ser privilegio sólo de unos pocos, o pierde todo su sentido.