Hay varios anuncios en televisión donde mujeres golpean a sus parejas. No sé si a alguien le parecerá correcto, pero yo creo que incitan al maltrato. Que sólo se conozcan los casos de maltrato femenino no quiere decir que no exista el otro, sino que no deja marcas. Además, son anuncios denigrantes. En uno de ellos, de Utabón, un pobre hombre es golpeado por su mujer sólo porque se ha echado un spray en la nariz y se ha quedado un rato disfrutándolo. En otros muchos, la mujer le pega porque ha querido comerse un producto dietético, a lo cual se supone que no tenía derecho. Se trata de una muestra de hembrismo que, para colmo, favorece los estereotipos de la mujer obsesionada con su físico, en lugar de buscar la tan cacareada igualdad. Yo propongo que, para acertar, la próxima vez pongan a la pareja consumiendo ambos el producto, aunque no resulte tan probable.
Al fin y al cabo, ¿quién sabe si eso no podría abrirles un nuevo mercado potencial, en lugar de estar descartando a la mitad de la población mundial?. Pero, lo grave de este tema no es el mensaje publicitario, sino la actitud de las mujeres hacia los hombres. Yo pensaba que se trataba de fomentar el respeto mutuo, no de buscar la revancha. Es como las películas de ahora, donde mujeres sobre entrenadas pelean contra hombres y los vencen. A parte de ser poco creíble no deja de ser una glorificación de la violencia gratuita que, no por ser de mujeres contra hombres, resulta menos reprobable. No creo que las mujeres ganemos nada pretendiendo ser más fuertes. Lo que hay que hacer es valorar más las cualidades femeninas, en lugar de pretender sustituirlas por las masculinas.