Ahora que es famosa y rica, se supone que todos deberíamos rendirle pleitesía. Sin embargo, a mí siempre me ha parecido una mala actriz. Recuerdo su actuación en una película, cantando flamenco con un presunto acento andaluz, que daban ganas de llorar. No hubiera llegado probablemente a ninguna parte si no llega a liarse con Tom Cruise, -entre otros muchos-, una de las personas más influyentes de EE.UU. Luego acabó con Javier Bardén, otro actor mediocre que ha alcanzado la fama de su mano. Para colmo, se las dan de anarquistas, proletarios y pareja liberal; cuando todo el mundo sabe que se codean con todos los ricos y poderosos y no le hacen ascos a nadie. Luego dirán que hablo así por envidia, pero si de verdad valiesen yo sería la primera en alegrarme de su éxito.
Pero, lo que más me molesta es que Penélope Cruz se haya quedado embarazada en pleno rodaje de una película de acción, poniendo así en peligro su salud y la de su hijo. Si no era premeditado, debería haber dejado la película; pero, claro, eso significaba renunciar a muchísimo dinero. Además supongo que conoce los anticonceptivos y los utiliza. Si ha decidido ser madre sin renunciar a su trabajo de riesgo, entonces son unos irresponsables. Un hijo no es un capricho como quien se compra una nueva mansión. Claro que, qué se podía esperar de una pareja que siempre ha antepuesto sus ambiciones y sus ideas a todo lo demás. El tiempo nos mostrará las consecuencias, como siempre.