En más de cuatro años de blog he tenido relación con mucha gente; más cuando tenía comentarios abiertos. A algunos los sigo casi desde el principio, otros se han ido quedando en el camino. Recuerdo a una chica bisexual que, curiosamente, solía estar de acuerdo conmigo. Hasta que un día intentó hacer campaña contra la derecha desde mi blog. Habría que explicarle que se puede ser buena pero no tonta. También conocí a un chico bisexual encantador a quien espero que le sigan yendo bien las cosas. Tuve bastante relación con otra chica que era todo lo que yo critico: promiscua, alcohólica y drogadicta, y, sin embargo, nos entendimos bien una temporada hasta que pretendió que yo tenía que darle la razón hiciera lo que hiciera. Conocí también a una señora de mi edad con quien compartía muchos intereses. Fue la primera en bajarse del barco en cuanto zozobró. Luego hay otro señor en Valencia que es una gran persona y forma conmigo la pareja senior de internet.
Mantenía otra extraña "relación" con un bloguero que escribe muy bien y nos parecemos más de lo que él mismo reconocería. Sin embargo, no tuvo problema en darme una puñalada trapera a la menor desavenencia. Hay otro, sin embargo, que no vale la pena ni recordar. Un individuo que, siendo católico practicante, sin embargo, odia frontalmente todo lo relativo a la Iglesia, y para eso utiliza su blog, para calumniarla. En el apartado positivo, por supuesto, hay un par de chicas a las que me hubiera gustado conocer personalmente. También hay otra señora que, a pesar de profesar una ideología contraria a la mía, jamás me ha dado motivos para molestarme, sino todo lo contrario. Quedan algunos más a los que sigo visitando de vez en cuando, aunque nunca hemos tenido mucha relación. Espero no olvidar a nadie importante. El caso es que la mayoría de ellos ya no escriben o lo hacen de tarde en tarde. Quedamos pocos supervivientes.