Escribo demasiado. Tanto que se me acumulan los borradores y llevo mes y medio de ventaja sobre las publicaciones. Para cuando salga este post, espero haber empezado ya mi curso de francés. Siendo así, no tendré ya tanto tiempo ni ganas de escribir en Internet, o eso espero. A veces la necesidad de escribir puede ser también un poco agobiante. Es como desnudarse diariamente frente a un montón de desconocidos. Cuesta empezar, pero con el tiempo se convierte en una costumbre difícil de dejar. Me sorprendo a mí misma buscando temas de debate, aunque ya sé que realmente lo que más gusta son los textos introspectivos como éste, cuando hablo de mis sentimientos y mis sensaciones.
Si hay algo que realmente me apasione, aparte de mi familia, es aprender otros idiomas. Por ello, soy capaz de meterme en una clase con treinta desconocidos - yo que soy una gran tímida y me horroriza hablar en público, más en un idioma que no domino. Tengo un nivel alto de inglés; en alemán alcancé el nivel medio hace tres años; y ahora pretendo recuperar el de francés. También tengo nociones de árabe. Me gustaría conseguir el título oficial de francés, pero la verdad es que ya tengo uno de hace veinte años y no me es imprescindible. Espero ser capaz de compatibilizar esta actividad con mi familia, sin descuidar la escritura, pero eso es algo que se verá sobre la marcha. De momento, lo voy consiguiendo.