A veces me parece que el príncipe sólo se casó con esa chica porque era guapa. Resulta que la condición principal para acceder a la realeza (salvo Camila) consiste en saber lucir bien los modelos de diseño de miles de euros. Me sienta muy mal cuando abro una revista y encuentro varias páginas dedicadas a destacar lo guapa que estaba Leticia con tal o cual modelo de un conocido diseñador. Estamos en un país con casi cinco millones de parados. ¿No quedábamos en que era una chica trabajadora, inteligente e independiente? Pues ahora es poco más que una muñeca barbie. No sé si ella estará de acuerdo con el cambio. Desde luego, parece que lo disfruta, pero a mí no me gusta nada.
Tanto hablar de solidaridad, tanto hablar de igualdad entre hombres y mujeres. Otras personas de la casa real al menos se dedican a patrocinios de fundaciones de ayuda al tercer mundo o a los discapacitados. Nuestra heredera sólo se hace la foto para que comenten si se ha cambiado el peinado. La reina lleva toda su vida entregada a causas solidarias y, no por eso, ha dejado de ser de las más elegantes. Luego pretenden que nuestros jóvenes se busquen la vida por sus propios méritos. Pero el ejemplo que reciben es que basta con ser guapa y elegante para triunfar. Ya está bien de jugar a las muñecas. Quiero que empiecen a dar ejemplo ocupándose de los problemas reales de nuestro país.