Estaba en un bar tomando café, sola, como de costumbre, cuando escuché una conversación entre varias personas. Decía que ya no compran periódicos porque éstos traen las noticias del día anterior, mientras que en internet estamos al día con los sucesos que acaban de ocurrir. Sin embargo, eso también es un arma de doble filo. Existe un cierto consumismo informativo, de modo que, ya no nos basta con tener una idea aproximada de la actualidad; hay que saberlo todo con pelos y señales. Total, ¿para qué?, los hechos no van a cambiar a nuestro gusto. Además, las noticias suelen tener una interpretación según el medio que las difunde, de manera que, si no contrastamos, es difícil sacar una idea objetiva. Y por supuesto, la mayoría de la gente no se molesta en leer varias versiones de un mismo asunto.
Demasiada información, desinforma. No es bueno dejar que nos digan todo el tiempo lo que tenemos que saber y lo que tenemos que opinar sobre cualquier cuestión. Así se explica la repercusión desmedida que tuvo la supuesta epidemia de gripe A y las cantidades ingentes de dinero que se invierten en temas "populares", mientras otros más serios y urgentes no consiguen fondos, porque no han salido en las noticias. El poder de la prensa es uno de los más peligrosos que existen, Bien utilizado puede hacer grandes cosas, pero no sería la primera vez que se usa para incitar al odio racial y la discriminación. Actualmente la Iglesia es la principal víctima de esto. Por eso, pasarse las horas viendo noticias no sólo es una pérdida de tiempo, sino que puede llegar a convertirse en un problema.