Hoy el gobierno propondrá retrasar la jubilación a los 67 años. Los españoles tenemos que cotizar 35 años para cobrar íntegra una pensión pública. Ahora pretenden que trabajemos más para cobrar menos unos políticos que sólo necesitan cotizar siete años como diputados para asegurarse una pensión completa. Lejos de revisar o replantearse un sistema público de pensiones que está condenado al colapso por la baja natalidad y el envejecimiento de la población española, la casta de privilegiados que nos gobierna aspira a que trabajemos más para sostener un tinglado que a ellos les sirve para mantener sus grandes bolsas de voto cautivo, y esto lo hacen sin renunciar a sus altos sueldos, a sus lujos, coches oficiales, dietas y demás privilegios. Esto, amigos míos, no es una reforma de las pensiones: es un atraco en toda regla. Copiado de:
http://www.outono.net/elentir/2010/01/29/pensiones-no-es-una-reforma-es-un-atraco/