Hoy en día se hace dos clases de cine para niños. Hay películas plagadas de eruptos y pedos, donde criaturas malcriadas se burlan de todo y de todos. Son las que tienen más éxito de público. Pero todavía quedan películas que hacen pensar, educan, y no dejan de ser por eso divertidas y entretenidas. Up es un ejemplo perfecto de éstas últimas. La historia habla de uno de esos matrimonios para toda la vida que tan mal vistos están hoy en día.
Se conocen desde niños, querían tener hijos, pero no pueden; sin embargo, son muy felices hasta que ella muere. Entonces él decide cumplir el sueños de los dos, que era viajar hasta las Cataratas Paraíso en Venezuela. Le acompaña un pequeño explorador y, una vez allí un perro y un pájaro gigante, que se encariñan con ellos de repente, sin pedir nada a cambio. Allí corren una gran aventura, pero descubren que la vida misma ya puede ser de por sí una aventura igual de apasionante.
No voy a contarlo todo, por si acaso aún estáis a tiempo de verla. Es una película de dibujos animados, pero no es infantil, aunque gusta mucho a los niños. Profundiza en el tema de la vejez y la aceptación de los cambios que la vida te va trayendo. También en la importancia de la amistad y la familia. Trata sobre varios personajes solitarios a los que las cosas no les han ido muy bien, y no encuentran su lugar. Se sienten diferentes, incomprendidos, al margen de la sociedad; como a menudo nos sentimos tantos.
Pero tienen una nueva oportunidad de ser felices y la aprovechan. La película nos deja un mensaje de esperanza, solidaridad y amor universal; al mismo tiempo que tiene unas escenas muy graciosas, que encantan a los niños pequeños, es tierna y tiene mensaje. Quedan pocas películas por desgracia que te hagan sentir así. Espero que no sea la última, ya que el mercado manda y el público siempre pide más morbo, más vulgaridad y, sobretodo, nada que despierte sus sentimientos.