Pongamos que yo voy a la peluquería todas las semanas y me tiño el pelo. ¿Por qué?, porque puedo. Pero realmente estoy pagando a crédito y llega un momento en que tengo tanta cuenta pendiente, que no puedo pagarla. La peluquera le vende mi deuda a otra persona y ésta a otra, sin saber que yo no puedo pagar. ¿Quién tiene la culpa?
1. la peluquera por haberme dejado pagar a crédito.
2. el que compró la deuda, por no saber lo que compraba
3. el estado, por no controlar las transacciones comerciales
4. yo
Las respuestas correctas son todas, pero especialmente las dos últimas. Vale que estaban dando créditos baratos en el acto, pero nadie nos obligaba a solicitarlos. Yo he dicho que no decenas de veces. Pero la gente quería su vivienda de lujo, su casita en la playa, su coche nuevo, su televisor de 50 pulgadas; y luego se daban cuenta, demasiado tarde, de que había que devolver el dinero con intereses. ¿Quién no conoce algún caso? Todos querían viajar al Caribe.
Es mucho más fácil culpar a la banca por dar créditos (en qué quedamos), que a los particulares por vivir por encima de sus posibilidades personales. Luego le echamos la culpa a los empresarios por repartir beneficios en los buenos tiempos (como si fuera un delito). Pagan todos por los pocos que se llevaban el dinero a paraísos fiscales (que nadie criticaba hasta ahora). Si tuvieran que vivir en Andorra todos los famosos que están domiciliados allí, no cabrían. Entonces sólo queda echarle la culpa a la Iglesia (no se me ocurre por qué).
Siempre podemos culpar a la derecha, por haber relanzado la economía y haber hecho posible que la gente tuviera ganas de invertir. Y ahora resulta que algunos han redescubierto el marxismo y nos quieren vender otra vez la moto, como si no conociéramos de sobra las consecuencias. Pero no hay problema, tambien me pueden echar la culpa a mí, que, total, para eso estoy. Otro asunto: la natalidad ha subido en España gracias a los inmigrantes, no a la política económica y social del gobierno.